Imagina que estás encerrado en una torre y quieres salir. No, mejor aún, imagina que alguien está encerrado en una torre. Con esta visualización estás fomentando tu capacidad creativa: resulta que somos más creativos cuando resolvemos los problemas de los demás que cuando resolvemos los propios.
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El profesor Evan Polman, de la Universidad de Nueva York y la profesora Kyle Emich, de la Universidad de Ithaca, llevaron a cabo un estudio para conocer, un poco más, en qué condiciones aumenta nuestra creatividad.
Para ello, realizaron un estudio en que pidieron a 137 estudiantes universitarios resolver el siguiente acertijo:
«Un prisionero estaba tratando de escapar de una torre. Encontró una cuerda en su celda, cuya longitud era la mitad de la distancia para llegar al suelo con seguridad. Dividió la cuerda por la mitad, ató las dos partes y escapó. ¿Cómo lo hizo? »
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Los estudiantes se dividieron en dos grupos: el primer grupo tenía que resolver el acertijo imaginándose que eran ellos mismos el prisionero. El otro grupo tenía que dar con la solución imaginándose que, el prisionero, era otra persona.
¿Qué visualización dio mejores resultados? Del primer grupo (los que imaginaron ser el prisionero), menos de la mitad (el 48%) de los participantes resolvieron el enigma. Sin embargo, en el segundo grupo, casi dos tercios (el 66%) dieron con la solución.
Polman y Emich encontraron resultados similares en otros estudios relacionados:
En uno de ellos, se le pidió a los participantes que dibujaran un alienígena sobre el que, después, o bien ellos mismos u otra persona, escribiría una pequeña historia.
En otro estudio, pidieron a los participantes que inventaran ideas de regalos para ellos mismos, para alguien cercano a ellos o para alguien que apenas conocían.
Al igual que en el acertijo de la torre, los participantes generaron más ideas creativas y mejores soluciones, cuando se centraban en otra persona en lugar de en sí mismos.
Estos resultados no se deben al “poder creativo del altruismo”, sino que refuerzan la teoría de que cuando pensamos en las situaciones en las que nos encontramos, tendemos a pensar de manera más concreta y nos cuesta más generar nuevas ideas. Sin embargo, cuando pensamos en las situaciones en las que otros se encuentran (sobre todo situaciones alejadas de nuestra propia realidad), tendemos a ampliar nuestra perspectiva y a generar ideas más abstractas (más creativas).
Lisa Bodell, directora ejecutiva de la empresa Futurethink, realiza ejercicios de “generación de ideas” siguiendo esta teoría de la creatividad: Pide a los equipos con los que trabaja que imaginen a un competidor que se encuentra, exactamente, en la misma situación que la organización en la que trabajan, (es decir, con las mismas fortalezas, debilidades y con las mismas condiciones de mercado).
A continuación, los equipos hacen una lista: por un lado, con todas las maneras posibles en las que podrían aprovechar las oportunidades para mejorar el negocio y, por otro lado, con todas las amenazas que podrían obligar a la empresa a cerrar sus puertas.
Bodell cree que fomentar este cambio de perspectiva genera mejores ideas que los ejercicios tradicionales.
El “juego” de generación de ideas de Bodell trabaja la creatividad como lo hace el acertijo de la torre: transforma una situación real en una abstracta; facilitando, así, que la mente pueda generar soluciones más creativas.
¿Tienes algún problema que resolver y no sabes cómo hacerle frente? Amplía tu perspectiva imaginándote que es otra persona quien tiene el problema…Tal vez des con la solución antes de lo que esperabas.
(Si sigues encerrado en la torre y no sabes cómo logró salir el prisionero, aquí está la solución: Dividió la cuerda por la mitad longitudinalmente, ató las dos mitades y se escapó).
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