Los estudiantes que interactúan o trabajan en grupo tienen más probabilidades de tener éxito en sus clases universitarias, según un estudio publicado el 30 de enero en la revista científica Nature Scientific.
Los investigadores analizaron 80.000 interacciones entre 290 estudiantes universitarios en un ambiente de aprendizaje colaborativo. El principal hallazgo fue que un mayor número de interacciones era por lo general un indicador de mejores notas. Los mejores estudiantes también eran más propensos a formar conexiones fuertes con otros estudiantes e intercambiaban información de manera más compleja. Este tipo de estudiantes tienden a formar camarillas y a cerrar el paso a estudiantes de bajo rendimiento. Los estudiantes que se encontraban excluidos no solo eran más propensos a tener calificaciones más bajas, eran también más propensos a abandonar las clases por completo.
Estos estudiantes de élite forman los grupos los primeros días del curso. Los alumnos con menos capacidades hacen grandes esfuerzos por unirse a posteriori a estos grupos de élite, pero sus esfuerzos son en vano. Esta exclusión retroalimenta sus malos resultados en las calificaciones.
«Por primera vez, hemos demostrado que hay una correspondencia muy fuerte entre la interacción social y el intercambio de información (una correlación del 72 %)», dijo Manuel Cebrián, uno de los responsables del estudio.