Autocuidado en profundidad: 11 consejos de Elsa Punset y guía práctica para cuidarte mejor cada día

  • El autocuidado es escuchar necesidades y responder con hábitos que protegen tu salud física, emocional y social.
  • Aplica límites, rutinas saludables y técnicas TCC/ACT para gestionar pensamientos y priorizar tu bienestar.
  • Las 11 pautas originales se potencian con journaling, naturaleza, movimiento y relaciones que suman.
  • Cuidarte te permite cuidar mejor a otros; si lo necesitas, busca apoyo profesional.

consejos de autocuidado

Antes de ver estos 11 breves consejos para cuidar de ti mismo, te invito a que veas este vídeo de Elsa Punset en el que nos enseña cómo podemos cuidar de nosotros mismos de una manera práctica mediante los ejercicios que nos propone.

En este vídeo, Elsa nos habla de que no solo necesitamos a alguien que nos cuide cuando somos pequeños, también es necesario aprender a cuidar de nosotros mismos cuando somos adultos:


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Autocuidado: qué es y por qué a veces cuesta priorizarlo

Autocuidado es el conjunto de acciones conscientes con las que proteges tu salud física, emocional, social, espiritual e intelectual. Implica escucharte, reconocer tus necesidades y responder con hábitos que te sostengan a diario. En psicología, cuidarte es clave porque favorece la autoaceptación y la autoestima, desencadenando un círculo virtuoso: cuanto mejor estás, mejor cuidas a quienes te rodean.

Cuando no te cuidas, suelen aparecer consecuencias frecuentes: autocrítica intensa, la sensación de no ser suficiente, rumiación sobre el pasado o ansiedad por el futuro y una pérdida de control sobre tu vida. Si esto te suena, no estás solo: muchas personas posponen sus necesidades por responsabilidades familiares, laborales o por costumbre.

También es habitual que cueste porque confundimos el cuidarnos con egoísmo. En realidad, es un acto de amor propio: como en un avión, te colocas tu mascarilla antes de ayudar a otros. Aprender a parar, descansar y jugar, escuchar el cuerpo, moverte más y reconectar con la naturaleza, reduce el estrés y favorece la calma y la claridad.

autocuidado integral

Te dejo con estos 11 breves consejos para cuidar de ti misma/o:

  1. Aprende a expresar tus sentimientos. No los guardes en tu interior; compartir tristezas y desilusiones con alguien de confianza alivia y fortalece los vínculos.
  2. Evita compararte con los demás. Cada persona tiene su ritmo; compárate contigo para medir tu propio progreso.
  3. Forma un pequeño grupo de personas a las que puedas recurrir buscando apoyo emocional y consejos cuando lo necesites.
  4. Reserva tiempo para disfrutar. Los hobbies existen para que te sientas bien y recargues energía.
  5. No te olvides de reír. Busca el humor a tu alrededor, cultiva la ligereza.
  6. Aprende a relajarte. Libros, audios, clases o instructores pueden ayudarte. La relajación mejora la mente y favorece un cuerpo en equilibrio.
  7. Aprende a decir «no». Pon límites a expectativas o peticiones irrazonables; protege tu tiempo y tu energía.
  8. Cambia de trabajo si no te sientes a gusto realizándolo. Explora si encaja contigo y céntrate en lo que sí te gusta; todos los empleos tienen partes menos agradables.
  9. Haz ejercicio. Camina, usa la bici, sube escaleras. Ser más activo en lo cotidiano es una gran base.
  10. Intenta ayudar a los demás. Hacer el bien es beneficioso para ellos y también para ti.
  11. Presta atención a tu vida espiritual. Baja el ritmo, siéntate en silencio, escucha tu voz interior y sigue tu propio camino si ninguna religión te llena.

Hábitos y herramientas prácticas para sostener tu bienestar

Incluye un momento diario solo para ti: unos minutos de respiración, estiramientos o silencio cambian el tono del día. Practica journaling (escritura terapéutica) para identificar necesidades, emociones y patrones; así te escuchas sin filtros.

Cuida lo básico con una rutina amable: alimentación equilibrada, hidratación, ejercicio regular, y buena higiene del sueño. Lee un buen libro, pasea en la naturaleza, queda con amistades, permítete comprar eso sencillo que te ilusiona. Rodéate de relaciones que te sumen.

Gestiona tu mente con enfoques validados. Desde la TCC: identifica situaciones que bajan tu ánimo, observa tu diálogo interno, cuestiona pensamientos automáticos (todo o nada, filtros negativos) y reemplázalos por interpretaciones más realistas y compasivas. Desde la ACT: reconoce y toma distancia de los pensamientos, acepta su presencia sin pelearte con ellos y elige actuar conforme a tus valores.

Si te cuesta priorizarte, recuerda que muchas personas (en especial quienes cuidan de otros) asumen cargas extra: poner límites, comunicarte con claridad, reservar tiempo de calidad y pedir apoyo son pilares del autocuidado.

bienestar emocional

Cuidarte para cuidar mejor: relaciones y ayuda profesional

El autocuidado potencia tu capacidad de cuidar a otras personas. Elegir vínculos que devuelvan tiempo y afecto, escuchar sin juzgar y estar presente es más fácil cuando tu energía está cuidada.

Escucha tu cuerpo: a veces estamos tan en la cabeza que no detectamos cansancio, hambre o tensión. Parar, descansar y jugar alimenta la vitalidad. Moverte con regularidad libera miedos y tensiones y te conecta con lo que te sienta bien.

Recupera el contacto con la naturaleza y con ritmos más humanos; te ayudará a regular el sueño y el estrés. Busca experiencias que te hagan sentir en armonía (tu música favorita, crear, compartir, reír) y anota qué condiciones las favorecen para repetirlas.

Si lo necesitas, pide ayuda profesional. Un proceso psicológico puede darte herramientas para fortalecer autoestima, activar recursos y volver al centro de tu vida. Complementa con hábitos de salud: moverte la mayoría de los días, comer mejor, limitar ultraprocesados y dedicar tiempo a actividades que disfrutes con personas que te tratan bien.

Practicar el autocuidado no es un lujo: es una decisión cotidiana que mejora tu salud integral, tus relaciones y tu claridad para elegir cómo quieres vivir.