¿Eres de los que tienen en mente un montón de ideas pero te sientes tan abrumado que finalmente no realizas ninguna? Quien mucho abarca poco aprieta. Aquí encontrarás técnicas claras para definir prioridades, aterrizar metas y avanzar sin perder el foco y vencer la procrastinación.
Te dejo estas 5 técnicas que te ayudarán a clarificar tus objetivos y, además, herramientas de productividad contrastadas para priorizar y medir avances.
1) Acude a tu propio funeral.
¿Te gusta la idea? Imagínate que acudes a tu propio funeral y que la gente allí presente comenta cosas acerca de ti. Piensa en cómo te gustaría que te recordaran. Una vez tengas claro esto, empieza a actuar y hacer las cosas necesarias para dejar esa huella. Conecta con tus valores (enfoque ACT) y entrena la mente, y formula en una frase la huella que quieres dejar.
Los que más llorarán son los que más te quieren. A esas personas las tienes que cuidar especialmente. Asigna tiempo real en tu calendario: si valoras familia y salud, bloquea espacios semanales para esas áreas. Busca más trascendencia en tus actos pues éstos serán por los que te recordarán.
2) Elige 5 cosas que tienes claro que vas a realizar.
Son 5 cosas que necesitas realizar porque te van a ayudar a sentirte bien. No se trata sólo de hacerlas sino de hacerlas lo mejor que puedas. Para elegirlas sin dudas, usa la Matriz de Eisenhower: qué es importante/urgente, importante/no urgente (planifica), urgente/no importante (delegar) y ni urgente ni importante (eliminar). Después, conviértelas en SMART (específicas, medibles, alcanzables, relevantes y con plazo) y prográmalas con apoyo de coaching.
3) Sueña con tu día perfecto.
¿Qué haces en ese día? ¿En quién o en qué estás dedicando el tiempo? Tu sueño revela dirección: define un objetivo a largo plazo (rumbo) y desglósalo en objetivos a corto plazo (escalones). Da prioridad en función de tus recursos y energía: aplica la teoría de las cucharas para identificar tus momentos de mayor vitalidad y reservarlos para tareas críticas.
4) Escribe una «Tu lista ideal»
Escribe una lista con aquellas cosas que te gustaría tener para que tu vida fuera impresionante. Apóyate en 5W2H (qué, por qué, dónde, cuándo, quién, cómo y cuánto) para bajar cada deseo a acciones. Ahora realiza un análisis FODA (fortalezas, oportunidades, debilidades, amenazas) y marca qué está a tu alcance hoy. Clasifica por dominios vitales (trabajo, relaciones, familia, salud/bienestar) y decide qué eliminar o posponer si no aporta.
5) El consejo del sabio.
Esta técnica requiere un estado de trance, tranquilo/a que no requiere tomar ninguna droga En primer lugar, es necesario estar bien relajado. Puedes hacer esto mediante una serie de métodos. He aquí el más simple: respirar profundamente y exhalar despacio. Hazlo 10 veces centrándote únicamente en la respiración. Después tu atención se centra sólo en una pregunta: ¿Cuál es mi mejor consejo para mí?
Ahora, permite que tu asesor interno, la parte de ti que te conoce mejor, hable contigo. Suena escalofriante, pero no es necesario. Algunas personas encuentran que su asesor interno viene con una imagen de un anciano sabio o incluso un animal, otros sólo escuchan una voz. Escucha sin juzgar y registra por escrito. Para convertir ese consejo en plan, usa GROW: Objetivo, Realidad, Opciones y Voluntad (plan de acción y fecha).
Más métodos y herramientas que te impulsan
- SMART: formula metas claras y comprobables.
- OKR: objetivos ambiciosos con resultados clave medibles y alineación de equipos.
- KPI: indicadores para hacer seguimiento del progreso y decidir con datos.
- Pomodoro: bloques de foco de 25 minutos para combatir la procrastinación.
- Kaizen: mejora continua con pequeños cambios sostenidos.
- Diagrama de Gantt: planifica y visualiza tareas, dependencias y plazos.
- Balanced Scorecard: mide desde finanzas, clientes, procesos y aprendizaje.
- Matriz de Eisenhower: prioriza sin confundir urgencia con importancia.
Cómo priorizar cada día sin desgaste
Sé flexible: las prioridades cambian. Revisa a diario qué es crítico hoy y ajusta. Descarta con firmeza lo accesorio; decir «no» es proteger tu foco. Agenda tus valores (si valoras familia, salud o aprendizaje, dale espacio real). Repite el ciclo: visualizar, concretar en SMART, priorizar, ejecutar y medir con KPI sencillos.
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Con estas técnicas conectas valores, eliges lo esencial y lo conviertes en acciones medibles; al practicar priorización, seguimiento y ajustes frecuentes, la claridad se vuelve un hábito si aprendes a cambiar de actitud y tus metas dejan de ser una lista eterna para transformarse en resultados.

