En la naturaleza, siempre se ha dado el concepto biológico de relaciones interespecies. En la actualidad las más conocidas son las relaciones simbióticas, en las que vemos como una especie u organismo se encuentra unido a otro que generalmente puede ser de mayor tamaño. Cuando eso ocurre, ambos organismos resultan beneficiados de una o varias maneras de la relación que llevan.
El ejemplo más conocido hasta ahora de la simbiosis es la relación que mantienen el rinoceronte y el pájaro búfago, en la cual el pájaro obtiene comida para sí al quitar los insectos de encima del rinoceronte, mientras que el mayor obtiene el hecho de quitarse de encima a esos insectos y encontrarse acicalado por el búfago. Sin embargo, no todas las relaciones interespecies son así de buenas. Descubriremos en este post una relación de poder un poco menos sana: el amensalismo.
¿Qué es amensalismo?
Al Amensalismo es una parte de la biología, que se da más que nada en la relación entre plantas. Se conoce como la relación entre dos especies biológicas en la que uno de los dos organismos se ve perjudicado por dicha relación, y el otro organismo involucrado no siente cambio alguno, es decir, que la relación con el organismo perjudicado en realidad le resulta neutra. En otras palabras, el Amensalismo se da cuando una especie más débil o más pequeña entra en una relación en que resulta perjudicada por una especie más grande y/o fuerte, y en cambio la especie dominante ni siquiera acusa la existencia de la especie mayor.
Para abordar este tema correctamente es importante saber que existen muchos diversos tipos de relaciones interespecies, en los que dependiendo de su alimentación, tamaño y otros tipos de características, puede darse entre ellos una relación perjudicial o neutra. El amensalismo en sí mismo no es malo para algunos de los organismos, sino que esta interacción representa al mismo tiempo la depredación de cada una de ellas como parte del ciclo de vida.
El amensalismo en los microorganismos
Uno de los ejemplos más comunes a la hora de hablar de amensalismo es el de los antibióticos. Algunos son producidos por organismos vivientes; bien sea por bacterias, hongos o esporas. Otros son de carácter sintético, bien sea en parte o totalmente. En otras palabras, son creados artificialmente. La penicilina es de los antibióticos más conocidos.
La relación que se da entre un antibiótico y un organismo infeccioso recibe el nombre de antibiosis, y es el tipo de relación que se da cuando uno de los organismos es dañado o resulta muerto por la acción del otro. El amensalismo, también llamado antagonismo, es una relación negativa en la cual en el medio “micro” uno de los organismos crea condiciones que son intolerables para la otra población; es por ello que la antibiosis es una forma de amensalismo, puesto que el antibiótico genera condiciones que el virus no puede tolerar, por lo cual termina muriendo.
Amensalismo en el medio ambiente
En el medio ambiente se da una relación de “competencia” entre la gran mayoría de las especies. Muchos estamos familiarizados con la filosofía de cazar o ser cazado que es la que impera en la selva. Cada organismo existente debe llevar a cabo una lucha por la supervivencia en el escenario que corresponda a su hábitat. De esta forma esta competencia puede darse en sitios tan grandes como el mismo océano, o en lugares tan pequeños como un charco tras la lluvia.
El antagonismo puede conducir a la localización de un hábitat cuando un organismo ya se ha establecido en este, lo cual puede hacer que el lugar tenga condiciones inestables e intolerables para el resto de la vida que pueda intentar establecerse ahí.
En algunos bosque, como los de la selva amazónica, los arboles de mayor tamaño reciben toda la luz del sol, y por lo tanto los de menor tamaño quedan relegados a recibir lo que pueda llegarles, y en los casos a los que no se les permite la luz del sol, puesto que el árbol más grande la toma completamente, no les queda otro remedio más que morir por su falta.
¿Cómo se lleva a cabo?
La forma en que el antagonismo trabaja es generalmente por la generación de sustancias tóxicas que evitan que otras poblaciones puedan surgir mientras se encuentren a su alrededor. Estas sustancias son generalmente producidas por los microorganismos.
Cuando un organismo se establece en un lugar, su instinto de supervivencia le impone que debe hacer lo posible para que otras especies no puedan estar ahí, no puedan tolerar el espacio o no puedan vivir dentro del mismo. Esto no se cataloga como una relación positiva para el propio organismo, sino más bien una relación neutra para sí, pero perjudicial para el resto de las especies.
Antagonismo y competencia
Puede darse el hecho de que las personas confundan el antagonismo con otra relación que prolifera en la naturaleza que es la de “competencia”, que es la que ejerce la lucha entre dos o más organismos a fin de conseguir los recursos bien sea de agua, comida o espacio de cualquier lugar donde puedan establecerse.
Sin embargo, mientras que la competencia es un juego de poder para delimitar un territorio que sea beneficioso para el ganador; en el antagonismo no recibe ningún tipo de ventaja real el que lleva a cabo la acción delimitadora.
Algunos ejemplos de amensalismo
- Cuando los animales pisotean las hierbas en un lugar sin aprovecharlas, esto causa que los demás animales no puedan consumir dichas hierbas.
- Uno de los ejemplos más conocidos es el de los secuoyas, que al crecer no permiten el paso de la luz solar debajo de sus ramas, por lo que generalmente alrededor de ellos no habrán plantas o arbustos creciendo por la ausencia de luz.
- Cuando por algún desequilibrio natural la población de algas aumenta, puede generarse un aumento en la toxicidad de dicha población, haciendo que los animales se intoxiquen si llegan a consumirlas, o los peces y organismos que circulen a su alrededor se vean perjudicados por su toxicidad.
- Una avispa que deposita sus huevos en pulgones crea una situación de amensalismo, puesto que al nacer las crías de la avispa se alimentarán del pulgón.
- Las hojas de los pinos que caen al suelo generan un compuesto tóxico que inhibe la germinación de semillas en el lugar en el que caen.
- El eucalipto segrega una sustancia que evita y dificulta el desarrollo de otras plantas a su alrededor.
El ser humano
Este antagonista principal requiere su propio puesto en la escala puesto que es el que más daño causa a nivel global. El ser humano causa mucho daño a la vida silvestre, solo por diversión o sin obtener beneficio alguno. Apresando animales de vida silvestre como mascotas, o generando la destrucción de su medio ambiental, causando que otras especies no puedan existir en él al ensuciar sus lagos y sus bosques, lo cual no le aporta beneficio alguno al ser humano. Esto es una intervención antropométrica que perjudica a las otras especies de las cuales el ser humano no obtiene ningún beneficio.
Consecuencias e importancia
Cuando normalmente se dan relaciones simbióticas, ambos organismos que las llevan a cabo resultan beneficiados de algún modo por la relación. En la relación de competencia se da que solo uno de los organismos resulta beneficiado tras la lucha por algún recurso o territorio. Mientras que en la relación de amensalismo, lo único que se consigue es que uno de los organismos salga altamente perjudicado. Puede ser debido a la intervención antropométrica, o entre especies cualesquiera de los otros reinos, mientras que el otro organismo básicamente ni siquiera acusa la existencia del anterior.
En estos casos una de las consecuencias posibles es la reducción y desaparición de especies por no poder encontrar un lugar en el que establecerse. A fin de cuentas, en lugar de considerarse una relación útil, el amensalismo o antagonismo es una relación biológica no beneficiosa para ninguna especie.