La historia de cómo un grupo de niños pequeños logró interpretar en lengua de signos la canción «Hecho con tus sueños» de Maldita Nerea es una inspiradora lección de esfuerzo, creatividad e integración social. Detrás del proyecto se encuentra Beatriz Durán, una apasionada maestra que encontró una forma innovadora de enseñar y sensibilizar sobre la importancia de la comunicación en todas sus formas.
El Origen de una Idea Brillante
Todo comenzó cuando Beatriz Durán, profesora de Infantil en el Colegio Atlántida de Vigo, se encontró con unos vídeos en los que personas sordas interpretaban canciones mediante la lengua de signos. Inspirada por esta forma de comunicación tan expresiva y visual, Beatriz decidió adaptar y plasmar esta idea en algo que sus pequeños alumnos pudieran disfrutar y aprender. Aunque sabía que era un desafío enorme enseñar lengua de signos a niños tan pequeños, consideró que el esfuerzo valía la pena.
La profesora esperó pacientemente hasta que sus alumnos cumplieran cinco años, considerándolo el momento ideal para que pudieran abordar este complejo proyecto con mayor madurez. La canción escogida, «Hecho con tus sueños», fue seleccionada no solo por su mensaje optimista, sino también por lo pegadizo de su melodía, lo que facilitaría la memorización tanto de la letra como de los gestos necesarios.
El Proceso de Aprendizaje
El camino hacia la grabación del vídeo estuvo lleno de retos, tanto para los niños como para los adultos implicados. El proyecto, que duró dos meses, requirió una planificación cuidadosa y un esfuerzo colectivo significativo. La primera etapa consistió en que los niños aprendieran la letra de la canción. Aunque parezca sencillo, se trataba de un tema orientado hacia un público adulto, lo que supuso un esfuerzo adicional por parte de los alumnos y de la propia profesora.
La segunda etapa fue aún más desafiante. Los niños debían aprender cada detalle de los gestos que correspondían a las palabras de la canción en lengua de signos española. «Al principio, los pequeños creían que era imposible«, recuerda Beatriz. Sin embargo, la paciencia y la confianza depositada en los niños fueron la clave. «Les decía que todo se puede lograr con esfuerzo y trabajo, y poco a poco comenzaron a creerlo», comenta.
El proceso también incluyó varios ensayos. Los pequeños artistas practicaban las sincronizaciones de movimientos con la música mientras vocalizaban la letra con los labios, ya que esto ayudaba a complementar la interpretación y la hacía más completa. Además, contaron con la ayuda de Raquel Cousiño, amiga de Beatriz e intérprete de lengua de signos, quien dedicó su tiempo libre para enseñar los gestos a los niños.
La Grabación del Vídeo
Una vez que los niños dominaron los gestos y la sincronización, llegó el momento de grabar el vídeo. La producción, que duró tres días, implicó grabar segmento por segmento para que cada parte quedara perfecta. Beatriz relata que los niños se enfrentaron a desafíos adicionales durante la grabación, como mirar directamente a la cámara mientras realizaban los gestos correctos, sincronizar los movimientos con la música y vocalizar al mismo tiempo.
A pesar de las dificultades, los pequeños demostraron un compromiso admirable. «Se portaron como unos auténticos artistas«, asegura Beatriz. Además, grabar el vídeo fue una experiencia enriquecedora desde el punto de vista psicomotor, ya que los niños desarrollaron una gran destreza con las manos mientras fortalecían su autoestima. «Cuando terminaban una parte complicada, se sentían profundamente motivados», recuerda la maestra con entusiasmo.
El Impacto del Proyecto
El resultado final superó todas las expectativas. El vídeo, subido a YouTube con la autorización de Sony Music, no solo logró que los niños entendieran y valoraran la lengua de signos, sino que también se convirtió en un fenómeno viral. En pocas semanas, alcanzó miles de visualizaciones, generando comentarios emocionantes de personas de todo el mundo, incluidos colegios de personas sordas y asociaciones relacionadas con la lengua de signos.
Además, el propio grupo Maldita Nerea y su cantante Jorge Ruiz, quien también es maestro en Audición y Lenguaje, se mostraron encantados con la interpretación. La iniciativa no solo promovió la inclusión y rompió barreras de comunicación, sino que también inspiró a otras escuelas a implementar proyectos similares.
La experiencia también dejó un mensaje valioso en los niños: con esfuerzo y dedicación, cualquier meta se puede alcanzar. «Profe, enséñanos, que todo lo podemos aprender si trabajamos mucho», es una de las frases que Beatriz recuerda con mayor cariño de sus alumnos.
Cerrar los ojos, crear sueños y trabajar para convertirlos en realidad son los mensajes clave de esta iniciativa. El proyecto, además de sensibilizar sobre la lengua de signos, ha demostrado el poder transformador de la educación inclusiva y la creatividad.