La timidez nada tiene que ver con la introversión. Una persona introvertida decide estar apartada de los demás, necesita pasar tiempo a solas para poder recargar su energía y mejorar sus emociones. En cambio, una persona tímida pasa más tiempo sola de lo que le gustaría y sus emociones se ven afectadas. Le faltan habilidades sociales y comunicativas para poder relacionarse con éxito con los demás, algo que le provoca inseguridad y muchos miedos sociales.
Una persona que es tímida, no quiere serlo. Porque al tener esta actitud ante las relaciones con los demás, lo pasa mal y se convierte en una espiral descendente de malestar emocional que no les permite relacionarse con su entorno como realmente le gustaría.
Si crees que tú eres una persona tímida y que quiere relacionarte más con los demás, pero no sabes cómo hacerlo… Entonces esta pequeña guía para dejar de ser tímido te vendrá bien para conseguir el objetivo que quieres: relacionarte más y mejor y sin necesidad de pasar ansiedad cada vez que lo intentes.
Explora por qué eres tímido
Las causas pueden ser muchas y muy variadas pero es necesario que sepas por qué eres una persona tímida y por qué lo pasas tan mal por eso. Reflexionar sobre la raíz de tu timidez puede ayudarte a tomar conciencia y aceptar quién eres realmente. Por ejemplo, si crees que eres tímido por algo que te sucedió hace mucho tiempo, quizá sea la hora de buscar ayuda profesional para superar esas circunstancias y recuerdos. Una vez que aprendas a procesar lo que sucedió en el pasado, podrás seguir adelante con tu vida y superar tus sentimientos de timidez.
Si crees que tiene que ver con tu educación, examina tu relación con tus padres ahora. ¿Siguen siendo dominantes? Alternativamente, ¿son tímidos? Otra cosa que puede haber sucedido en tu infancia que te afecta como adulto es que otras personas te etiqueten como tímido. A menudo, las personas son tímidas cuando son pequeñas, y luego crecen y piensan que tienen que seguir siendo así porque forma parte de su personalidad. Desafortunadamente, algunas personas se adhieren a esa etiqueta y continúan tratando a otros a quienes consideran «tímidos» desde niños, incluso si su personalidad lo ha superado. Debes reconocer que la timidez es algo que puedes superar en la vida. No tiene que ser una característica estática que te dure siempre.
Piensa “hacia fuera”
La timidez te hace estar absorto. Esto es descriptivo, no crítico. Las personas tímidas pueden sentir que no tienen «nada que decir», que deberían tener historias increíbles que contar y ser el alma y la vida de la fiesta. Pero considera esto: Superar la timidez no se trata de pensar de repente que eres genial. Se trata más de olvidarse de ti mismo y centrarte hacia afuera.
Haz preguntas y cultiva una curiosidad genuina. Si estás en una fiesta con extraños, intenta conectar cómo todos se conocen. Puedes hacer preguntas como: «¿Cómo conoces a Jaime?» (si es el que ha organizado la fiesta). Cuando inicias una conversación con otra persona, tendrás algo de que hablar, tienes que dar la oportunidad a otros de hablar de sí mismos y quitas la atención de tu persona.
Ponte una máscara social
El primer paso para ser más social es ponerte una máscara social. Esto no significa que debas ser una persona falsa con los que te rodean, ni mucho menos. Con una máscara social podrás ser tú mismo sin miedos ni inseguridades. Lo que se trata es de hablar con los demás como si fueses una persona extrovertida, una persona que es capaz de entablar una conversación sin sentir nervios.
Quizá pienses que esto es imposible para ti ahora mismo, pero nada más lejos de la realidad. Tendrás que fijarte en cómo esas personas que tanto admiras se relacionan con los demás, y después, hacer tú lo mismo. El secreto está, sobre todo, en saber qué decir sin tener que ser trascendente. Puedes preguntar por dónde una persona ha comprado la camisa que lleva puesta porque te gusta el color o pensar cualquier otro tema que pueda llevar al comienzo de una conversación.
De esta manera, quizá te cueste dar el primer paso, pero una vez que lo hagas y lo consigas, entonces te darás cuenta de que no es tan complicado y las siguientes veces te resultará cada vez más sencillo. Te darás cuenta como con “esa máscara” que en realidad es fingir al principio que eres extrovertido, poco a poco se irá convirtiendo en parte de ti, hasta que finalmente, no tengas que llevas esa máscara en tus interacciones sociales porque se habrá vuelto parte de tu personalidad.
Tienes que estar preparado
Una vez que la timidez se haya ido, no necesitarás hacer esto; pero si bien aún te sientes tímido, practica preparar temas de conversación. Si tienes una idea del tipo de personas que van a estar en una reunión, tendrás que hacer “los deberes”. Si muchos de ellos son entusiastas de la navegación, por ejemplo: busque en Google el club de navegación local, descubre las rutas de navegación locales, prepara algunas preguntas para hacer sobre la navegación. Si te sientes tímido en el trabajo, busca noticias interesantes durante el fin de semana y tenlas para generar conversación el lunes.
Tendrás que acostumbrarte a recordar lo que la gente te ha dicho para que te sirva como futuros iniciadores de conversación… aunque recuerda que superar la timidez no solo es hablar más, es un sentimiento que debe despertar dentro de ti.
El lenguaje no verbal también es importante
Las personas tímidas a menudo se diagnostican erróneamente como antipáticas, distantes o “secas”. La timidez puede hacernos parecer inaccesibles. Si sonríes más serás más atractivo para los demás y será más fácil que entables una conversación con otras personas que sonríen.
Otro beneficio es que sonreír incluso cuando no te sientes bien del todo, es que esa sonrisa podrá hacer que se convierta en una real porque automáticamente sentirás que las cosas van mejor, tu cerebro pensará que todo va bien. Un punto importante aquí: si le sonríes a alguien y no te devuelven la sonrisa, ese no es tu problema. No puedes hacer que nadie acepte nuestra amabilidad, pero eso no debe quitar tu fuerza.