Hoy me gustaría compartir con vosotros un ejemplo que ilustra la importancia del significado que atribuimos a una situación, a pesar del carácter a menudo limitante que algunas palabras o definiciones sugieren. Nuestra mente es tan poderosa que dependiendo del ángulo desde el cual decidamos contemplar una determinada situación, el impacto emocional de nuestra vivencia podrá variar casi de un extremo a otro. Y como sabemos, nuestras emociones determinan en gran medida nuestro comportamiento.
Hoy en día, lo que se valora es la máxima eficacia y la productividad realizada en tiempos récords. Nada de ponerse a filosofar o quedarse embobados viendo una mariposita por la ventana. Queremos acción y resultados inmediatos. La procrastinación, es decir, el acto de aplazar tareas pendientes, por lo tanto, es vista con malos ojos, de gente perezosa… ¡y hasta como un trastorno del comportamiento! Pero lo que hay que preguntarse es lo siguiente: ¿Realmente, es la procrastinación en sí lo que produce malestar o el significado que le damos? Porque lo que ocurre es que en muchos casos, nos sentimos tan culpables por procrastinar que acabamos paralizados en esa ansiedad, sumergidos en pensamientos negativos y sin poder hacer nada. Y allí es cuando entramos en un circulo vicioso disfuncional y nos estancamos.
Por lo tanto una perspectiva demasiado rígida y autocastigante puede ser perjudicial para nuestra autoimagen y terminar por desanimarnos y hasta deprimirnos. En cambio, se ha demostrado en investigaciones recientes que cuando nuestros diálogos internos tienen un tono más indulgente, sorprendentemente terminamos por sentirnos más competentes y por ende, más productivos. Pues claro. ¿Qué te motiva más? ¿Machacarte con todas las cosas que deberías estar haciendo y que no estás haciendo, y recordarte lo ineficaz, inútil y mierda que eres? ¿O decirte que a lo mejor tu mente y/o tu cuerpo te está queriendo decir algo como que necesitas un descanso por ejemplo? ¿Por qué cuidar de uno mismo no es visto como un imperativo y una necesidad legítima? En la época griega, los filósofos veneraban la procrastinación. Así es como surgieron grandes ideas. Además, procrastinar no sólamente nos ayuda a tomar mejores decisiones sino que también nos abre espacio para ser más creativos. La inspiración no llega cuando estamos constantemente distraídos, sino cuando no hacemos nada y podemos estar en conexión con nosotros mismos. De hecho los artistas más exitosos por lo general han creado sus obras maestras en momentos de bajón.
Así, al contrario de lo que popularmente se cree, el acto de procrastinar, si se maneja con arte, puede tener beneficios sorprendentes. La clave está en procrastinar de forma estructurada.
A continuación vienen enumeradas 8 oportunidades que nos brinda la procrastinación:
- Ve al gimnasio. ¿Nunca tienes tiempo para hacer ejercicio? Ésta es la oportunidad perfecta. Además no te engañes pensando que te estás dando un lujo, al contrario, es una prioridad. Y aunque sea media hora, te sentirás con más energía, menos estrés y tu concentración se verá notablemente mejorada después.
- Limpia y ordena tu habitación. El desorden que ven tus ojos no solamente refleja el desorden en tu cabeza sino que además puede alimentarlo. Si quieres pensar con claridad, empezar por fuera no es una mala idea.
- Organízate. Aprovecha la oportunidad para hacer recados, organizar tus carpetas, pagar tus facturas, etc. También el hecho de escribir y externalizar en un papel todo lo que tienes pendiente por hacer ayuda enormemente a dejar de darle mil vueltas en tu cabeza y reducirá en parte tu sensación de descontrol.
- Prepárate una comida o cena de verdad. Los estudios demuestran cada vez más que lo que comemos no sólo tiene un fuerte impacto en nuestro salud física sino también en nuestra salud psíquica. Algunos incluso dicen que somos lo que comemos. Si llevas un tiempo alimentándote mal, ésta es la oportunidad para cuidar tu salud.
- Lee el periódico y ponte al día con lo que ocurre en el mundo, o lee algún artículo sobre un tema que te interese. Nunca será una perdida de tiempo cultivarte.
- Ésta es la ocasión perfecta para escribir, llamar, o “skypear” con familiares o amigos que has tenido algo abandonados últimamente. Aunque no parezca algo urgente, mantener y conservar buenas relaciones es de suma importancia en nuestra vida. Los momentos más felices que recordamos en nuestra vida suelen ser en la gran mayoría de los casos, momentos compartidos con personas significativas.
- Y si puedes quedar con ellos, aprovecha la ocasión. No siempre tendremos la posibilidad de poder hacerlo.
- Ve alguna película, documental o video relacionado con lo que estás procrastinando.
por Jasmine Murga
Muy buenos artìculos. Felicitaciones. Sòlo una curiosidad. ¿Còmo hacen para generar artìculos, o cuàl es la metodologìa para escogerlos y desaqrrollarlos?.
Hola Jorge,
¡Muchas gracias! Pues depende. Algunos artículos provienen de mis propios conocimientos que he acumulado a lo largo de estos años (estudios, libros, experiencia, etc.), otros de investigaciones recientes que traduzco del ingles y otros son mezclas. Cuando saco algo de una página web, de otro artículo o de un libro, aparece la fuente al final del artículo. Espero haber contestado a tu pregunta.
Saludos,
Jasmine