En este artículo vamos a ver los 6 consejos que puedes poner en práctica para motivarte a ti mismo y que te ayudarán a alcanzar un mayor gusto por la vida. Además, encontrarás técnicas de automotivación basadas en la psicología y en hábitos probados que complementan y potencian estos consejos para que puedas mantener el impulso a largo plazo. Antes, recuerda que la automotivación es el motor interno que guía tus acciones, fluctúa con el tiempo y se fortalece con hábitos consistentes, autocuidado y un propósito claro.

1) Haz algo que te guste todos los días.
Si no está en su lista de tareas diarias, saca tiempo para ello. Una hora al día, mínimo, para realizar tu hobby preferido estaría muy bien. La realización de esta actividad eleva el estado de ánimo y verás cómo afrontas otras actividades menos placenteras con mejor ánimo.
Esta vida necesita de momentos placenteros. No todo son prisas, obligaciones, trabajo, etc. Busca un hueco como sea para hacer aquello que más te gusta. Intenta hacer tu vida diaria más agradable. Para reforzarlo, utiliza la visualización: imagina con detalle cómo te sientes cuando practicas esa afición y conecta con esa emoción antes de comenzar el día. Incorpora esta afición a una rutina con estructura y consistencia (por ejemplo, siempre después de comer) para convertirla en hábito estable.

2) Divide el trabajo que odias en pequeños pasos.
Divide y vencerás. Sí, funciona con seguridad. Te darás cuenta de que ese trabajo tan difícil no era para tanto. Para empezar cuando cueste, aplica la regla de los dos minutos o los hábitos diminutos (BJ Fogg): comienza con la versión más pequeña de la tarea y crea inercia. Refuerza con intenciones de implementación: si terminas el café, entonces dedicas cinco minutos a la tarea.
Establece micro-objetivos que puedas completar hoy y usa recordatorios visibles para mantener el foco. Si surge un obstáculo, planifica la imperfección: anota qué harás cuando haya interrupciones o momentos de baja energía para no perder el ritmo.
Muchas personas se pierden las pequeñas alegrías mientras esperan la gran felicidad (Pearl S. Buck):

3) Elimina los pensamientos negativos.
Sustituye esos pensamientos negativos por sus contrarios. Llena tu mente de pensamientos positivos. Este procedimiento te reportará grandes beneficios en tu vida. Practica la higiene mental: observa el diálogo interno, cambia el tono y formula creencias útiles. La gratitud diaria (tres cosas por las que dar gracias) aumenta el ánimo y la perseverancia.
Aplica reencuadre cognitivo: identifica la interpretación que te desmotiva y busca alternativas más útiles. Complementa con respiración, paseo breve o luz natural para elevar el estado de ánimo y retomar la tarea con mejor energía.

4) Elogíate a ti mismo, no esperes a que lo hagan otros.
Si has terminado una tarea correctamente saborea tu triunfo y recréate diciéndote lo bueno que eres. Cuando comiences a automotivarte a ti mismo comenzarás a notar que tu propio esfuerzo es lo que te mantiene feliz.
Refuerza este consejo con recompensas proporcionales: desde un descanso consciente hasta leer un capítulo de tu libro favorito. Las recompensas incrementan el interés y consolidan hábitos. Define también consecuencias suaves (por ejemplo, posponer ocio) si incumples compromisos clave.

5) Gracias, soy feliz. Hoy elijo sonreír.
Pronuncia esta frase todas las mañanas antes de levantarte. Demuestra gratitud y disposición para el optimismo.
Cuando la vida te presente razones para llorar, demuéstrale que tienes mil y una razones para reír.
6) No te olvides de sonreír.
Este es un gran factor de auto motivación porque eleva tu estado de ánimo al instante. Basta con mirarte en el espejo, te ves más atractivo/a cuando sonríes.
Al final, lo que importa no son los años de vida, sino la vida de los años. (Abraham Lincoln)

¿Qué es la automotivación y por qué importa?
La automotivación es la capacidad de iniciar y sostener conductas orientadas a metas sin depender de estímulos externos. Se nutre de la autodeterminación y la autoconfianza y fluctúa por estrés, fatiga o distracciones; por eso conviene apoyarla con hábitos saludables y recordatorios del propósito.

Componentes de la automotivación (inteligencia emocional)
Según la perspectiva de la inteligencia emocional, intervienen cuatro elementos: impulso de logro (mentalidad de crecimiento y organización), compromiso con objetivos (saber a dónde vas), iniciativa (actuar ante oportunidades con buena gestión de riesgos) y optimismo/resiliencia (recuperarte tras los tropiezos).
Hábitos que refuerzan la automotivación
Integra hábitos que actúen como anclajes: metas claras y realistas divididas en acciones concretas; una rutina diaria vinculada a disparadores si-entonces; diario de éxitos para ver tu avance; cuidar bienestar físico y mental (sueño, alimentación, ejercicio, pausas); aprender de los fracasos ajustando el plan; practicar gratitud; buscar inspiración en modelos positivos; y apoyo social de amigos, mentores o grupos.

Motivación intrínseca y extrínseca en el trabajo: 6 claves sencillas
La motivación intrínseca nace del interés y disfrute; la extrínseca de recompensas externas. Para tareas difíciles: 1) Entiende el contexto y el problema que resuelves; 2) Haz lo sencillo al instante si toma menos de dos minutos; 3) Reduce repeticiones sin sentido añadiendo un reto; 4) Ayuda a tus compañeros para ganar refuerzo social; 5) Canaliza frustraciones en soluciones con espacios de reflexión; 6) Convierte reuniones en aprendizaje observando cómo piensan otros.
Ideas para potenciar la automotivación
- Fíjate metas semanales y diarias. Puedes tener grandes metas, grandes sueños, y esto es muy importante, pero también es necesario que estén desglosados en pequeños objetivos semanales y diarios que te animen a alcanzarlos.
- Toma conciencia de tus puntos fuertes siempre que lo necesites.
- Si lo tienes que hacer, hazlo aunque no te apetezca en ese momento. Así de simple. No procrastines, si hay que hacerlo porque es bueno para ti, para tu salud, para cumplir tus objetivos, etc., hazlo y después felicítate por haberlo completado.
- ¿Con quien te relacionas? Aléjate de las personas tóxicas y acércate a aquellas que te potencien y empoderen. Así de sencillo. Las personas que se quejan y no actúan te restan energía.
- Crea hábitos que te aporten energía positiva. Practica ejercicio, aliméntate saludablemente, medita, escucha música que te ponga en emociones agradables… En definitiva, créate rutinas que te permitan disponer de una actitud adecuada para la tarea que quieres hacer.
- Vigila tu dialogo interno. El dialogo interno, esa voz interior que todos tenemos, puede ser nuestra mejor consejera o nuestro peor enemigo. Te llevará a pensamientos y estos a emociones y sentimientos. Toma conciencia de cómo te hablas en cada momento y si esa voz, tono, etc., es adecuado para alcanzar tus objetivos. En caso de no serlo, cámbialo.
- Prémiate. Es una forma de reconocerte el trabajo bien hecho, los logros conseguidos o los pequeños hitos que te acercan a ellos. Es un modo de ponerte en valor. Eso si, que el premio también vaya a favor de tus objetivos, no sea justo de lo que quieres alejarte.
Refuerza estas ideas con estrategias concretas: pon tu objetivo en el calendario para crear compromiso externo; monitoriza tu progreso con listas, un calendario que vayas tachando o tableros digitales (por ejemplo, Trello o Notion); recompénsate por pequeñas y grandes victorias; y acepta la presión positiva de tu entorno uniéndote a grupos de estudio, deporte o retos compartidos.
Técnicas psicológicas que multiplican tu motivación
Convierte el trabajo en hábito: vincula la acción a un disparador cotidiano (si-Entonces). Planifica la imperfección: anticipa obstáculos probables (fallos de internet, interrupciones, días flojos) y define un plan alterno. Establece micro-objetivos para crear impulso y aplica la regla de no fallar dos días seguidos.
Visualiza el éxito a diario durante unos minutos, con detalles sensoriales y emocionales. Levanta el ánimo con un paseo, luz natural, vídeos que te hagan reír o música que te active. Cambia el entorno puntualmente para beneficiarte del efecto novedad y recuperar foco.
Comprende tu «por qué» y tu estilo de motivación
Existen motivaciones intrínsecas y extrínsecas, y también razones prosociales (familia, equipo). Identifica tu propósito y escríbelo; revisítalo cuando flaquee la energía. Potencia tu autoeficacia (creencia en que tus acciones generan resultados) sumando pequeños logros y cultivando la resiliencia ante errores, que son parte del aprendizaje. Mantente fiel a tus valores para sostener la constancia.
Cómo actuar en los días bajos
Recuerda logros pasados y cómo comenzaste. Divide la jornada en tareas muy alcanzables y celebra cada avance. Pide apoyo a tu red cercana, utiliza la sana competencia con pares y no olvides descansar cuando la fatiga te reste rendimiento; el descanso estratégico también es productivo.
La automotivación no es un estado místico e inalcanzable, sino un conjunto de hábitos, decisiones y herramientas que puedes entrenar. Empieza pequeño, mantén lo esencial a la vista (tu porqué, tu plan y tu progreso) y deja que los pequeños éxitos construyan un impulso imparable.