Técnicas efectivas para hacer frente a las críticas: guía práctica y asertiva

  • Identifica el tipo de crítica y filtra su intención para decidir tu respuesta con serenidad.
  • Usa técnicas asertivas: interrogación y aserción negativas, banco de niebla, recorte y separar temas.
  • Regula tu estado: respira, haz pausas y pide ejemplos concretos para convertirlo en feedback útil.
  • Establece límites ante críticas destructivas y no alimentes el conflicto, especialmente en redes.

técnicas para hacer frente a las críticas

Antes de ver estas técnicas para hacer frente a las críticas, te invito a que veas este vídeo que nos cuenta un breve relato acerca de lo que vamos a hablar y con una estupenda moraleja.

En este vídeo nos muestran de forma amena y divertida cómo tenemos que actuar ante las críticas de los demás ya que hagamos lo que hagamos, siempre habrá gente que nos critique:

Cuando hablamos de criticar o escuchamos la palabra “crítica” no es raro que lo relacionemos con algo negativo; con el señalar defectos o lo que puede hacerse mejor. No es raro tampoco que vaya acompañado (en muchas ocasiones) de palabras que no son las más adecuadas a la hora de dar un mensaje… Creo que te suena de qué estoy hablando.

¿Siempre tienen una connotación negativa? ¿Siempre serán nuestras “enemigas”?

Para aclarar un poco qué significa la palabra crítica, y alejar de nuestra mente esta imagen un tanto antipática; dejo la siguiente definición del Diccionario de la Real Academia Española:

Examen y juicio acerca de alguien o algo y, en particular, el que se expresa públicamente sobre un espectáculo, un libro, una obra artística, etc

Es decir, no tiene por qué ser un juicio negativo, ni tiene por qué expresarse de manera desagradable. Es una forma de comunicar nuestras percepciones (lo que observamos de algo o de alguien) y cómo nos hace sentir eso que observamos (la actitud de una persona, su comportamiento, una obra de teatro etc).

El cómo lo comunicamos y con qué intención es lo que marca la diferencia entre unas críticas y otras, y es lo que hace que nos sintamos muy bien o realmente mal al recibirlas. Para ello conviene conocer técnicas de comunicación efectivas.

¿Qué es una crítica y por qué no siempre es negativa?

Una crítica es un juicio u opinión sobre una conducta, un resultado o un producto. La clave para que sea útil está en su intención y forma: cuando busca ayudar y se expresa con respeto, se vuelve un feedback valioso; cuando pretende dañar, humillar o colocar a la otra persona en inferioridad, hablamos de una crítica destructiva. Entender esta diferencia permite interpretar el mensaje sin tomarlo como un ataque personal y filtrar qué parte puede ayudarte.

cómo afrontar críticas con asertividad

RECIBIR CRÍTICAS… SIN DERRUMBARNOS.

Para poder hacer frente a una crítica es importante:

 -Saber reconocer nuestros errores y considerar que las críticas pueden ser una oportunidad de aprendizaje.

-Mantener la calma y no desmoronarse.

-Escucharla para reconocer de qué tipo es y saber así qué técnica usar.

Además, ayuda mucho incorporar microhábitos de gestión emocional: respira y haz una pausa de unos segundos antes de responder; pregúntate «¿qué parte de esto es útil?»; si te notas alterado, pide tiempo para retomarlo más tarde. Esto evita la reacción impulsiva y favorece una respuesta asertiva.

TIPOS DE CRÍTICAS

Destructivas: Con ellas se trata de herir o humillar a la persona. Hacerla sentir despreciada y/o que la desprecien los demás.

Constructivas: Este tipo de crítica trata de ayudar a mejorar, avanzar y lograr objetivos. Pueden positivas (destacan los puntos fuertes, las habilidades, reconocen el trabajo bien hecho etc) o negativas (tratan los errores y los aspectos a mejorar con el fin de beneficiar a la persona y lograr su avance).

Las críticas, además, pueden expresarse correctamente (sin faltar al respeto y empleando un lenguaje verbal y no verbal no agresivo) o incorrectamente (todo lo contrario).

Críticas

«La mejor crítica es la que no responde a la voluntad de ofensa, sino a la libertad de juicio.»
Fernando Sánchez Dragó

TÉCNICAS PARA RECIBIR CRÍTICAS CONSTRUCTIVAS NEGATIVAS

Si han expresado la crítica de manera correcta.

Pedir detalles. Tratar de obtener información para poder mejorar.

“¿A qué te refieres?” “¿Qué quieres decir con…?” “¿Qué piensas que podría hacer para…?”

Contemplar la posibilidad de que la persona tenga razón.

Agradecer la información recibida y la manera en la que se expresó.

-Si estás de acuerdo con la crítica, puedes comprometerte a cambiar y mejorar esos “fallos” pidiendo sugerencias para ello. Si no estás de acuerdo, muestra tu disconformidad sin faltar al respeto: “Te lo agradezco, aunque sigo convencido de que…” “Entiendo que opines así pero…” ”Gracias aunque sigo manteniendo que…”

Refuerza esta sección con dos prácticas útiles: pide ejemplos concretos («¿Podrías darme un ejemplo específico?») y verifica la intención («¿Tu objetivo es que mejore en esto?»). Así transformas el comentario en feedback accionable.

Si han expresado la crítica de manera incorrecta.

-Puedes seguir las mismas pautas que en el caso anterior, pero expresando tu desacuerdo con la manera en la que te han hecho la crítica: “Me gustaría que la próxima vez me lo dijeras sin gritar”.

Técnicas asertivas adicionales que funcionan

Interrogación negativa: pregunta para entender exactamente qué se critica. Por ejemplo: «Dices que mi presentación no fue buena, ¿qué parte te pareció más confusa?» Esto obliga a concretar y reduce la carga emocional.

Aserción negativa: reconoce con serenidad la parte cierta, sin excusarte ni hundirte. «Tienes razón, llegué tarde esta vez». Esta respuesta proyecta seguridad y facilita el diálogo.

Banco de niebla: acepta la posibilidad de que al otro no le guste algo tuyo sin ceder tu criterio. «Puede que no te guste mi camisa; a mí me resulta cómoda». Con esto desactivas el juego de la provocación.

estrategias para gestionar críticas

TÉCNICAS PARA RECIBIR CRÍTICAS DESTRUCTIVAS

-En este caso no interesa obtener información, sino parar la crítica o neutralizarla. Es importante mostrarse emocionalmente independiente de la crítica porque, si “estallamos”, fomentaremos que la persona continúe criticando.

Ten en cuenta que este tipo de mensajes suelen surgir por envidia, necesidad de llamar la atención o inseguridades y frustraciones personales. Entenderlo ayuda a que no te cale y a responder con límite.

EL RECORTE Consiste en no tener en cuenta la parte ofensiva e hiriente de la crítica y centrarse únicamente en la parte de la crítica que interesa.

“Eres un pasota; nunca avisas cuando vas a llegar tarde, todo te da igual”.

“Tienes razón, debería haberte llamado para avisarte. En esta ocasión los medios de transporte se retrasaron y yo también”.

SEPARAR LOS TEMAS: Consiste en distinguir los diferentes mensajes que tiene la crítica y tratarlos por separado.

“Eres un mal amigo porque te pido que me prestes el coche y no te da la gana”.

“Que no te preste el coche no significa que no sea tu amigo. Simplemente no me gusta dejar el coche a nadie”.

DESARMAR LA IRA: Cuando la persona está muy enfada es conveniente ignorar el mensaje (generalmente agresivo) y rechazar, de manera educada, el continuar con el tema. Una vez que la persona se haya calmado, se retoma la conversación.

“-¡Estoy harto! Siempre haces lo mismo ¡eres insoportable!”

-“Veo que estás enfadado y me gustaría hablar sobre ello. En este tono no podemos aclarar nada, o nos tranquilizamos o volvemos a ello más tarde”.

Evita dos trampas muy comunes: contraatacar (solo escalará el conflicto) y justificarte sin fin (alimenta la polémica). Si es preciso, cierra con una frase neutra y resolutiva: «Gracias, lo tendré en cuenta» y zanja la conversación.

Qué pasa en tu cuerpo y tu mente ante una crítica

Las críticas intensas, sobre todo en tono despectivo, pueden activar la respuesta de lucha o huida, elevando el estrés, la frecuencia cardíaca y nublando el pensamiento. La mente interpreta la descalificación como una amenaza social, y el dolor del rechazo se procesa en áreas similares al dolor físico. Por eso una crítica dura puede “doler” de verdad.

Para volver a tu eje, practica autorregulación emocional antes de responder:

  • Respiración lenta: 4-4-6 (inhala 4, mantén 4, exhala 6) varias veces.
  • Pausa: pospone la respuesta si notas activación; pide retomar luego.
  • Reencuadre: cambia «me atacan» por «hay un mensaje que puedo filtrar».
  • Valida tu emoción y decide desde la calma el siguiente paso.

gestión emocional ante críticas

Contexto, límites y cómo transformar el feedback

El contexto importa. En entornos laborales es esperable recibir observaciones para mejorar procesos; eso no implica que «lo hagas mal», sino que forma parte de la retroalimentación. Pide que el feedback se haga en privado y con ejemplos concretos. Si ocurre en público o con burla, establece límites: «Podemos hablarlo a solas».

En redes o espacios públicos, no alimentes a los haters. Si detectas mala fe, responde con un cierre breve o directamente no respondas. Puedes proteger tu bienestar eligiendo no consumir ciertos comentarios.

Para convertir cualquier mensaje en aprendizaje, sigue tres pasos: 1) Filtra: ¿es útil o solo un ataque? 2) Transfórmalo: ¿qué puedo mejorar? 3) Aclara: si el mensaje es difuso, pide claridad específica («¿qué cambiarías exactamente?»).

Recuerda que hay personas con mayor sensibilidad emocional a la crítica; si sientes que te desborda o toca heridas previas, puede ser buen momento para trabajar autoestima y asertividad con apoyo profesional.

No tengamos miedo a recibir críticas; pueden aportarnos información muy valiosa y útil si las sabemos escuchar. Integra estas herramientas, establece límites cuando haga falta y elige qué mensajes permites que te definan. ¿Practicamos?

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