Es muy insatisfactorio trabajar en algo que no te gusta o peor aún, en algo que odias. Puede que odies tus tareas, a tus compañeros de trabajo (si los odias a todos tienes un grave problema) o a tus jefes.
Si estás en esta situación, ¿qué podemos hacer? Se me ocurren 2 opciones, una radical y otra más conformista pero inteligente a su vez:
1) Dejar el trabajo.
Es la solución más radical pero… ¿te atreverías a hacerlo? En España hay casi 5 millones de parados y muchas personas estarían dispuestas a limpiar caca de vaca durante 12 horas diarias con tal de tener dinero con el que pagar los recibos.
Sin embargo, la historia la han forjado los valientes, aquellos que no tienen miedo al futuro y adoptan decisiones que contribuyen a fomentar su felicidad.
La elección es tuya, no es fácil. Si decides abandonar el trabajo, traza un plan de actuación, una nueva ruta de vida. Seguramente tendrás que buscar otro trabajo, piensa detalladamente a qué lugares vas a acudir y pon tu mejor actitud en la búsqueda de un nuevo empleo más agradable o satisfactorio.
2) Buscar algún aliciente.
Incluso los trabajos más duros tienes que tomártelos con calma, la época de la esclavitud se abolió hace muchos años.
Si tu trabajo requiere mucho esfuerzo físico puedes tomártelo como una especie de gimnasio. Al buscarle algún aliciente positivo tu perspectiva hacia ese trabajo cambia totalmente.
Si tu trabajo es muy monótono puedes buscar alguien con quien hablar, quizá con tu compañero/a, es una oportunidad excelente para socializar y entretenerse.
También puedes intentar hacerlo lo mejor posible o pensar en nuevas formas más hábiles y efectivas de realizar tu trabajo. Esto conlleva una mayor implicación hacia tus responsabilidades y quizá sea valorado por tus superiores.
Todas estas opciones buscan algún tipo de aliciente a esos trabajos tediosos.
Espero que encuentres la manera de realizar tu trabajo de una manera más positiva.
Seguro que la hay.