Antes de que descubras estos 5 datos curiosos sobre las drogas socialmente aceptadas, te invito a que veas estos 4 minutos en los que la Asociación Española Contra el Cáncer explica lo dañino que puede ser el tabaco.
En este vídeo se describe el largo viaje del humo por los pulmones. Uno de cada cuatro cánceres se asocia al tabaco:
Hoy me he propuesto investigar algunos datos curiosos sobre algunas drogas más socialmente aceptadas:
1) En primer lugar, un ejemplo muy llamativo sobre las consecuencias que tiene ser adicto a las drogas. Michael Carroll es un inglés que con 19 años ganó el premio gordo de la Lotería Nacional del Reino Unido. Ganó unos 15,4 millones de dólares (en su equivalente en libras esterlinas) y gastó toda su fortuna en drogas, juego y prostitutas antes de declararse en bancarrota y pasar a ganar 62 dólares a la semana gracias a un subsidio de desempleo. Fuente
2) En EEUU hay más muertes por sobredosis de medicamentos analgésicos que por heroína y cocaína juntas. Fuente
3) Según la Organización Mundial de la Salud, el alcohol causa casi el 4% de las muertes en el mundo, más que el SIDA o la tuberculosis. Aproximadamente 2,5 millones de personas mueren cada año por causas relacionadas con el alcohol. El uso nocivo del alcohol es especialmente dañino en los jóvenes y es el factor de riesgo de muerte más importante entre hombres de 15 a 59 años. Fuente
4) Tres de los modelos que utilizó Marlboro para su campaña comercial murieron de cáncer de pulmón. ¿Os acordáis de este tipo de carteles publicitarios?

Tres hombres que aparecieron en estos anuncios de Marlboro (Wayne McLaren, David McLean y Dick Hammer) murieron de cáncer de pulmón. Estas muertes hicieron que se conociera a los cigarrillos Marlboro como Cowboy killers (‘asesinos de vaquero’). Fuente
5) Las benzodiazepinas o ansiolíticos, más comúnmente llamados «tranquilizantes», son de las drogas prescritas más peligrosas por su rápida tolerancia y su alta dependencia física y psicológica. Se recetan para ansiedad e insomnio, pero muchas veces se toman sin control médico. Su uso inadecuado se ha asociado a intentos de suicidio. Fuente
¿Qué entendemos por drogas legales y por qué no son inocuas?

Una droga es toda sustancia con capacidad para modificar el sistema nervioso y, por tanto, la conducta, la percepción o el ánimo. Cuando su uso no está penado, hablamos de drogas legales. Que sean legales no significa que sean seguras: el mal uso y/o abuso puede causar enfermedades graves e incluso la muerte.
Tipos de drogas socialmente aceptadas: efectos y riesgos
Alcohol (depresor): suele iniciar con euforia y desinhibición, pero después aparecen déficits motores, problemas de atención y, con abuso, hipoglucemias, vómitos, coma o muerte. Genera dependencia, síndrome de abstinencia y está ligado a cirrosis y deterioro cognitivo.
Nicotina (estimulante): actúa sobre receptores nicotínicos de acetilcolina. Provoca dependencia intensa y se asocia a EPOC, cáncer de pulmón y patología cardiovascular.
Xantinas (cafeína, teobromina, teofilina): estimulan la activación cortical. La cafeína puede generar tolerancia y cefaleas/insomnio al retirarla. Se encuentra también en refrescos y energéticas.
Psicofármacos (benzodiazepinas, hipnóticos, estimulantes): aunque tienen uso médico, su abuso conlleva dependencia, problemas cognitivos y riesgos cardiovasculares. Derivados anfetamínicos usados sin control se asocian a adicción y daños hepáticos/coronarios.
Analgésicos opioides (morfina, codeína y otros): eficaces para el dolor, pero el uso indebido eleva el riesgo de sobredosis y dependencia. El fenómeno de las sobredosis por analgésicos supera a otras drogas ilegales en mortalidad en algunos países.
Sustancias volátiles (pegamentos, disolventes, gasolina): su inhalación puede causar daño neurológico, hepático y muscular, además de conductas agresivas.
Normalización cultural y diferencias legales
El consumo de alcohol y nicotina está profundamente normalizado y ligado al ocio. En cambio, el estatus legal del cannabis varía entre países y regiones: hay lugares donde se permite en contextos recreativos o se despenaliza su consumo privado, mientras que en otros se prohíbe. Las denominadas «legal highs» aprovechan vacíos normativos: se venden como «legales» pese a que sus efectos son imprevisibles y pueden ser devastadores.
Señales de alerta, salud mental y carga social
El abuso de sustancias legales se asocia a accidentes, violencia, problemas legales y costes económicos. En salud mental, el alcohol incrementa ansiedad, depresión, alteraciones del sueño y riesgo suicida. Señales de alerta: cambios bruscos de ánimo o amistades, bajo rendimiento, aislamiento, mentiras, pérdida de interés y consumo oculto.
Prevención y reducción de daños basadas en evidencia
Las estrategias eficaces combinan información veraz con habilidades: aprender a decir «no», gestión emocional, resolución de problemas y alternativas de ocio. En familia, conviene establecer normas claras, practicar comunicación abierta y modelar hábitos saludables. En caso de problema, un profesional puede evaluar la relación con la sustancia, diseñar deshabituación, trabajar prevención de recaídas y, si procede, derivar a tratamiento especializado.
Las drogas socialmente aceptadas son fáciles de subestimar: su legalidad y su presencia cotidiana ocultan que, sin control, pueden ser igual o más dañinas que otras sustancias. Con información, límites y apoyo, es posible reducir riesgos y proteger la salud personal y comunitaria.