1) Cada vez estás más relajada/o.
Es es el efecto inmediato que surge en la persona que practica la meditación. Lo bueno de todo es que con la práctica diaria esa relajación se extiende a todos tus quehaceres de la vida diaria.
Te recomiendo ir a este enlace para ver un vídeo muy relajante: Un placer para los sentidos
«La verdad en si misma solo puede ser alcanzada dentro de uno mediante la más profunda meditación y conciencia.» Buda
2) Desarrollas una mayor capacidad de concentración.
La práctica de la meditación implica ejercitar la concentración. Concentrarse en tu respiración o en las diferentes partes de tu cuerpo. Esta capacidad de concentración implica aprender a dominar los pensamientos y enfocarse en pensamientos más placenteros.
3) Experimentas nuevas sensaciones.
Puedes comenzar a notar cosas extrañas como un gran sentido del ritmo en la respiración o la forma en que tu cuerpo se mueve sutilmente en respuesta a los latidos del corazón. Estos son signos de que estás desarrollando una mayor concentración.
4) Adoptas una mejor postura corporal.
A veces, te darás cuenta de que las partes de tu cuerpo se relajan de forma espontánea y como consecuencia de esto un problema particular que tenías con tu postura corporal acaba corrigiéndose.
5) Prestas más atención al mundo exterior.
Es una muy buena señal cuando empiezas a tomarte las cosas más en calma, caminas más despacio y empiezas a darte cuenta de la belleza que hay en el mundo.
6) Eres más consciente de tus acciones.
Eres mucho más consciente de cualquier pequeña acción que realizas, como por ejemplo algo tan cotidiano como lavarte los dientes.
7) Tu percepción del tiempo cambia.
El tiempo pasa más rápidamente. Cuando estás disfrutando mucho de algo, el tiempo pasa más rápido. Es común observar que el tiempo pasa más rápido en ciertas meditaciones.
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