Dos chicas están luchando contra una forma rara de cáncer y se han convertido en grandes amigas después de conocerse a través de Facebook. Su historia no solo inspira, también ilustra cómo las redes sociales facilitan el acompañamiento cuando aparecen el miedo, la incertidumbre y la soledad no deseada que suele acompañar al cáncer.
Robyn Duffy, de 21 años, y Kirsten Smith, de 23, fueron diagnosticadas con un linfoma de Hodgkin y se les realizó rondas agotadoras de quimioterapia en el mismo hospital. Sin embargo, las chicas han entablado una estrecha amistad después de descubrir en Facebook que eran prácticamente vecinas.
Se hicieron amigas después de que un mensaje de apoyo enviado a Robyn en Facebook fuera visto por Kirsten. Se puso en contacto con Robyn y la pareja descubrió que acudían al mismo hospital para recibir tratamiento. Abajo, Robyn Duffy:
Ahora se consuelan una a la otra en su intento de superar su enfermedad y se acompañan durante las citas hospitalarias.
Robyn dijo:
«Me diagnosticaron linfoma de Hodgkin y me sentí como si yo fuera la única persona a la que le estaba sucediendo. Mis amigos y familia me apoyaron mucho y recibí muchos mensajes en Facebook. Entonces recibí un mensaje de Kirsten diciendo que ella estaba pasando por lo mismo».
Kirsten dijo: «Cuando me dijeron que tenía Hodgkin me quedé atónita. Uno no espera tener cáncer cuando eres joven».
«Cuando empezamos a hablar me quedé sorprendida porque teníamos edades similares y estábamos siendo tratadas en el mismo hospital. ¡Y vivíamos solo a una calle de distancia!
Nos reunimos y fue un gran consuelo saber que alguien entiende por lo que estás pasando».
Las chicas están a mitad de camino en su tratamiento contra el cáncer.
«Esto no es algo que le desee a nadie, pero de alguna manera me ayudó saber que alguien como yo estaba pasando por lo mismo», dijo Kirsten.
La amistad como medicina emocional cuando llega el cáncer
Historias como la de Robyn y Kirsten muestran que compartir la experiencia con pares reduce el aislamiento y potencia la esperanza. La soledad es frecuente en pacientes y familias, y se asocia a peor bienestar físico y psicológico. Por eso, además del tratamiento médico, el acompañamiento y el apoyo social son claves para sostener el ánimo y la adherencia terapéutica.
La Asociación Española Contra el Cáncer subraya que la soledad no deseada requiere una respuesta activa: escuchar, acompañar y derivar a recursos profesionales cuando haga falta. Si necesitas orientación o apoyo emocional, la AECC ofrece ayuda gratuita en su teléfono 900 100 036, atendido por personal especializado.
Redes sociales, programas y campañas que inspiran
Además de los grupos online, existen iniciativas audiovisuales que visibilizan cómo el cáncer pone a prueba la verdadera amistad. En televisión, formatos de cámara oculta basados en hechos reales han mostrado reacciones de apoyo ante situaciones difíciles, impulsados por programas de servicio público como Gente Maravillosa en Canal Sur, con la conducción de Toñi Moreno. Estas acciones, vinculadas a campañas y etiquetas sociales como #MójateConCanalSur o #GMaravillosaCSur, ayudan a generar conversación, empatía y redes de ayuda más allá de la pantalla.
El aprendizaje es claro: cuando el entorno observa ejemplos reales de solidaridad, aumenta la disposición a acompañar, compartir tiempo, trasladar al hospital o simplemente escribir un mensaje de ánimo que, como en el caso de Robyn y Kirsten, puede cambiarlo todo.
Claves prácticas para acompañar y sentirse acompañado
- Contacta de forma proactiva: un mensaje sencillo puede abrir una red de apoyo. Evita tópicos y ofrece ayuda concreta.
- Escucha sin juzgar: la validación emocional reduce la angustia y favorece la resiliencia.
- Acompaña en lo cotidiano: ir a citas médicas, coordinar traslados o preparar comidas aligera la carga.
- Busca apoyo profesional: psicología oncológica, grupos de pacientes y líneas de ayuda como la 900 100 036 de AECC pueden marcar la diferencia.
La experiencia de estas jóvenes confirma que el apoyo entre iguales fortalece, que las redes sociales bien usadas crean puentes y que la comunidad —familia, amigos, vecinos y medios— puede convertirse en un tratamiento complementario tan valioso como cualquier fármaco. Si te ha gustado este artículo, ¡compártelo con tus amigos!
