Con el avance de la ciencia hemos podido descartar algunas cosas extravagantes que algunas personas daban como verdaderas. En ciertos casos la decepción fue grande porque nos hubiera gustado que fueran realidad.
A continuación vas a encontrar un resumen de las 9 creencias más destacadas que algunas personas daban como ciertas; seguro que alguna te hubiera gustado que fuera verdad. Además, añadimos un bloque con otros mitos muy populares que hoy están bien aclarados por la evidencia.
9) El café te puede ayudar a ver gente muerta
Según un estudio publicitado por la prensa sensacionalista se aseguraba que si bebías demasiado café podías llegar a alucinar y empezar a ver gente muerta. Los resultados eran metodológicamente débiles y, en realidad, la cafeína puede aumentar ansiedad o insomnio, pero no te hace ver fantasmas; las alucinaciones requieren condiciones clínicas muy específicas.
8) Si comes chocolate puedes ganar un premio nobel
Estaría bien que fuera verdad, ¿no? Un estudio correlacionó que ganadores de premios célebres eran consumidores habituales de chocolate… pero correlación no implica causalidad. El cacao puede aportar flavanoles con efectos beneficiosos, pero no otorga méritos académicos.
7) Niños de los Balcanes con poderes magnéticos
Se viralizó un vídeo en el que dos niños aseguraban atraer objetos metálicos. Los expertos desmontaron enseguida la afirmación: piel ligeramente grasa y objetos lisos explican que se “peguen”. Con polvo de talco o con objetos de plástico, el supuesto magnetismo desaparece.
6) Los neutrinos pueden viajar a una velocidad más rápida que la luz
Hubiera sido una gran noticia porque abriría nuevas puertas tecnológicas y pondría en jaque límites físicos conocidos. Posteriormente se demostró que todo se debía a errores instrumentales en la medición; la luz continúa siendo el límite de velocidad en el vacío según lo establecido por la física actual.
5) La comida basura te ayuda a combatir la obesidad
El doctor David H. Freedman escribió un polémico artículo defendiendo que ciertos ultraprocesados “reformulados” podrían ayudar a frenar la obesidad. Sin embargo, el texto acumulaba puntos débiles y simplificaciones. La evidencia respalda que densidad energética, saciedad y patrón dietético son claves, no la etiqueta “light”.
4) La lectura ayuda a perder peso
El estudio se apoyaba en que el cerebro usa glucosa para su actividad y se llegó a afirmar que leyendo mucho producirías mucho lactato que “quemaría” grasa corporal. La idea no se sostuvo en estudios rigurosos: leer gasta energía, pero no en magnitud suficiente como para adelgazar por sí solo.
3) Los antiguos británicos tenían GPS
Se ha llegado a afirmar que monumentos como Stonehenge serían un mapa con coordenadas de lugares increíbles. Aunque existen alineaciones astronómicas, no hay pruebas de un “GPS prehistórico”. La interpretación es atractiva, pero no está respaldada.
2) ¿Un polvo para hacer crecer extremidades amputadas?
Se difundió el caso de un hombre que aseguraba tener un polvo mágico capaz de regenerar articulaciones. Los medios corrieron a cubrirlo, pero resultó ser una manipulación. En medicina regenerativa existen matrices extracelulares en investigación, pero no hay “polvos” que hagan brotar miembros humanos.
1) Formamos parte de un imperio galáctico gobernado por los extraterrestres
Un físico de referencia planteó que civilizaciones avanzadas podrían aprovechar la energía de sus estrellas para colonizar la galaxia. Tras examinar multitud de galaxias no se ha encontrado evidencia concluyente de supercivilizaciones. La búsqueda continúa, pero no pertenecemos a un imperio galáctico.
Mitos científicos populares que hoy están bien aclarados

- No tenemos solo 5 sentidos: además de vista, oído, olfato, gusto y tacto, contamos con propiocepción, nocicepción, equilibrio y más.
- Usamos mucho más que el 10% del cerebro: todas las áreas muestran actividad a lo largo del día; no hay “zonas dormidas”.
- No existen solo 3 estados de la materia: además de sólido, líquido y gas, están plasma y otros como condensado de Bose–Einstein.
- El agua del retrete no gira distinto por el hemisferio: el sentido depende del diseño del chorro, no del efecto Coriolis.
- La astrología no es ciencia: sus afirmaciones no superan pruebas controladas ni tienen poder predictivo fiable.
- Los organismos vivos más grandes no son siempre ballenas: destacan el hongo Armillaria, el clon de álamos Pando o arrecifes completos, según la medida empleada.
- Los plátanos no crecen en árboles: la planta del plátano es una herbácea gigante, no un árbol.
- Los elefantes no temen “mágicamente” a los ratones: reaccionan a amenazas reales; el mito es cultural.
- Los toros no odian el rojo: no distinguen bien ese color; responden al movimiento de la muleta.
- Evolución humana: no es una escalera hacia el “hombre moderno”, sino un arbusto ramificado de linajes; enlaza con evolución de primates y selección natural.
- Género y sexo: el sexo es biológico y el género es un constructo socio–cultural; no son equivalentes.
- IA: la inteligencia artificial actual no es consciente; aprende patrones estadísticos, no intenciones.
- El pez dorado recuerda más de 3 segundos: puede aprender y retener semanas o meses.
- Chimpancés vs. humanos: tenemos densidades similares de folículos; nuestro vello es más fino.
- El arroz no salva móviles mojados: secado al aire y gel de sílice funcionan mejor; lo crítico es apagar el dispositivo.
- El agua pura no conduce bien la electricidad: conduce por sus impurezas; el agua destilada es mal conductora.
- Las gaitas no son originalmente escocesas: sus raíces se remontan a Oriente Medio y Asia y luego se expandieron por Europa.

La ciencia cambia de opinión cuando cambian las pruebas. Esa es su fortaleza: abandonar hipótesis seductoras cuando los datos no las sostienen y quedarse con explicaciones rigurosas y comprobables, aunque sean menos espectaculares que una esfera Dyson o un polvo “milagroso”.








