Solo el título del libro “El chico de las estrellas”, ya te deja entrever que será un libro mágico, de esos que cuando comienzas a leerlo no puedes parar. De esas historias que te adentran en un mundo mágico del que no quieres salir por nada del mundo… y que cuando el libro se acaba, sientes cierto vacío existencial, como que algo malo ha pasado. Pero en realidad no ha pasado nada malo, solo que el libro que tanto te ha gustado se ha acabado, ¡aunque puedes leerlo siempre que quieras!
En el artículo de hoy vamos a mostrarte algunas de las frases de este libro para que, si ya lo has leído, recuerdes la magia en cada una de sus palabras, y si no lo has leído, para que te hagas una idea de todo lo que te puede mostrar y transmitir este fabuloso libro si decides leerlo… Descubrirás temas tan actuales y necesarios como el autodescubrimiento, la homosexualidad, el amor, el empoderamiento personal y la autoaceptación.
El chico de las estrellas y las frases que te cambiarán un poquito por dentro
- Hay silencios incómodos y silencios en los que nos quedaríamos a vivir para toda la vida.
- El Chico de las Estrellas no era especialmente guapo, ni demasiado alto, ni exageradamente gracioso, pero era la persona con más ganas de ser feliz que he conocido nunca. Era yo.
- A veces necesitamos sentirnos realmente solos para darnos cuenta de la compañía que somos capaces de darnos queriéndonos un poquito más.
- Un adulto creativo siempre será el niño que ha sobrevivido. El mundo debería conocer este secreto.
- De las tormentas tristes, respuestas. De los meses del año, instantes. Del blanco de las paredes, estrellas.
- … Siguió subiendo escalones. Cada vez más rápido, pero sin correr, para que el mundo no supiese que estaba huyendo.
- Las mejores cosas pasan sin pretenderlas.
- Un niño nunca debería irse a dormir, porque cuando se despierta es un día más mayor.
- Cuando lo mejor de escapar es que volverás.
- Gracias por creer en mi locura.
- Porque nunca volvemos igual que nos fuimos.
- Dicen que los mejores momentos de la vida son los que no tienen fotos.
- Hay caminos que hay que andar descalzo.
- Dos no discuten si se están besando.
- Escuchar es una de las cosas más difíciles del mundo. Faltan clases de aprender a escuchar y nos sobran horas de matemáticas.
- Ella me enseñó a conservar la capacidad de alejarme de las cosas que me hacen daño.
- La vida pasaba y yo sentía que me iba a morir de amor.
- Honestamente creo que la felicidad reside en los entresijos de la ignorancia, y no hay nada más ignorantemente feliz que un niño.
- Mi nombre lo hizo tu voz.
- Él es el responsable de que mi número favorito sea el azul marino y de que mi color de la suerte sea el seis
- A tu lado, el frío solo son 4 letras.
- Por habernos enfrentado a la vida siempre de la mano (y a la vez).
- El último que deje de amar, pierde.
- Un instante es un período de tiempo breve, casi impredecible. Hay quien los colecciona y quien los olvida. Hay incluso quienes los viven y no se dan cuenta.
- Las mejores cosas pasan sin pretenderlas.
- Recuérdame solo si crees que me lo merezco.
- Soñar a veces es lo único que nos queda.
- No te puedo pedir que no llores, pero espero que sonrías muy pronto.
- Para tocar el cielo hay que ser valiente y volver a enamorarte. Entonces y solo entonces, si aún quieres, la vida te invita a tocar el cielo.
- Vivo con el miedo que me regala la certeza al pensar que nunca encontraré a alguien como tú.
- Lo mejor de vivir en un mundo triste, fue transformarlo.
- Los grandes héroes son los que arreglan el mundo mientras el mundo no está mirando.
- Uno no puede hacer grandes cosas sin grandes personas.
- Puede que el secreto de las grandes cosas sea juntar muchas pequeñas.
- Porque aunque uno siempre vuelva para recordar, los lugares también son las personas con quienes los compartimos.
- A mí me gusta pensar que cuando alguien se equivoca, es porque no supo hacerlo mejor.”
- Saliste de mi vida y no para dejar entrar a alguien nuevo, sino para sacar lo que no cabía.
- Rebeldía. Me han perforado el labio, pero estoy feliz. Quizá no sea el piercing, sino todo lo que involucra.
- Siempre he creído que tu habitación tiene que tener el color que tiene tu alma.
- ¿Cómo será saber que nunca podrás hacer feliz a la persona que amas?
- Las cosas más tristes son las que deberían ser felices y no lo son.
- Quizás quien cambia no es la persona. Quizás quien cambia es el tiempo y él nos cambia a todos.
- La lluvia está infravalorada. Limpia. Templa el viento. Produce vida y nostalgia. Como el color gris. El último a la izquierda en la caja de rotuladores. El que sirve para pintar. Marginado. Y feo.
- Llámame frívolo, pero después de todo. ¿Qué son las malas y buenas personas, sino circunstancias, decisiones o miedo a pedirse perdón?
- Las personas somos carne y hueso. Recuerdos y complejos. Amor y dudas. Pero sobre todo, las personas somos instantes.
- La felicidad es caprichosa, salta de persona en persona como un grillo alternativo; curiosamente puede permanecer en alguien una milésima de segundo o quedarse a vivir para siempre.
- Un minuto de silencio por todas esas cosas que nunca serán. Que nunca harás. Un minuto de silencio por los cobardes.
- Si al deshojarle el corazón sientes la espina que rompe tu llanto, si por un beso pones la vida. ¿Qué importa tu sexo? Si pones el alma.
- A veces necesitamos sentirnos realmente solos para darnos cuenta de la compañía que somos capaces de darnos queriéndonos un poquito más.
- Los grandes héroes son los que arreglan el mundo mientras el mundo no está mirando. Los que te hacen sonreír aún teniendo una vida de mierda.
- Aquella noche las estrellas se pusieron de acuerdo, aflojaron los tornillos que apretaban las sienes del mundo y le dieron unos segundos de ventaja a la felicidad.
- Hay besos que pierden el tren. Cariño que llega con retraso. Y autobuses a Toledo que se escapan muy rápido.
- El odio es amor mal gestionado.
- No existe un lugar al margen del mundo, pero hay momentos que hacen que te olvides completamente de él.
- Porque aunque uno siempre vuelva para recordar, los lugares también son las personas con quienes los compartimos.
¿Quieres este libro? Cómpralo aquí.