Existen películas que se olvidan cuando pasa un tiempo después de verlas, pero esta película no s de esas. Si tienes la suerte de poder ver Orgullo y prejuicio te darás cuenta que se te quedará grabada en el corazón para siempre. Es de esas películas que te removerán el alma y no te dejarán indiferente. Y lo mismo pasa con la novela, desde que empiezas a leerla no puedes parar hasta acabarla y cuando la terminas, ¡te dará pena!
Es una película romántica donde tiene humor, drama y que sin darte cuenta empiezas a compartir las mismas emociones que los protagonistas gracias al magnifico papel que desarrollan en la película.
Frases de Orgullo y prejuicio
Por todo lo comentado anteriormente, queremos compartir con vosotros algunas de las frases que se dicen en la película porque además de sentir, te harán pensar y querer ver este film lo antes posible.
- Ceder sin convicción no es un elogio para la comprensión del otro.
- Hubiera podido fácilmente perdonar su orgullo, si no hubiera sido porque se metió con el mío.
- Soy la criatura más feliz del mundo. Tal vez otras personas lo han dicho antes, pero ninguna con tanta razón. Soy incluso más feliz que Jane, ella sonríe, yo me río.
- Mis afectos y deseos no han cambiado, pero una palabra suya me silenciará para siempre.
- Hubiera dado el mundo por haber tenido valor para decir la verdad, para vivir la verdad.
- Cuanto más conozco el mundo, más me desagrada, y el tiempo me confirma mi creencia en la inconsistencia del carácter humano y en lo poco que se puede uno fiar de las apariencias de bondad o inteligencia.
- La vanidad y el orgullo son cosas distintas, aunque muchas veces se usen como sinónimos. El orgullo está relacionado con la opinión que tenemos de nosotros mismos; la vanidad, con lo que quisiéramos que los demás pensaran de nosotros.
- He sido egoísta toda mi vida, en la práctica, más no en la teoría.
- No pretendo poseer igual franqueza con usted que usted conmigo, señora. Usted puede hacerme preguntas que podría escoger no responder.
- Somos pocos los que tenemos suficiente valentía para enamorarnos del todo si la otra parte no nos anima.
- Siempre se aprecia mucho el poder de hacer cualquier cosa con rapidez, y no se presta atención a la imperfección con la que se hace.
- Es mejor saber tan poco como sea posible de los defectos de la persona con la que estás a punto de pasar tu vida.
- La felicidad en un matrimonio es completamente cuestión de suerte.
- Las locuras y tonterías, los caprichos y las inconsistencias me divierten, me pertenecen, y me río de ellas cada vez que puedo.
- Es reconocida como verdad absoluta aquella que afirma que un hombre soltero dueño de una gran fortuna ha de sentir algún día la necesidad de casarse.
- Usted me ha hechizado en cuerpo y alma.
- ¿Y ésta es toda la contestación que he de tener el honor de esperar? Quizás pudiera desear que se me informarse porque con tan escasa prueba de cortesía soy rechazado así.
- No Lizzy, permíteme por una vez en mi vida lo mucho que he tenido la culpa. No tengo miedo de ser dominado por esta impresión. Pasará pronto.
- No vayas a pensar que soy una mujer elegante tratando de molestarte, sino una criatura racional diciendo la verdad desde su corazón.
- Las locuras y tonterías, los caprichos y las inconsistencias me divierten, me pertenecen, y me río de ellas cada vez que puedo.
- El poder de hacer cualquier cosa con rapidez siempre es valorado por el poseedor, y usualmente sin ninguna atención por la imperfección de la ejecución.
- He estado meditando en el gran placer que un par de espléndidos ojos en la cara de una mujer hermosa puede otorgarle.
- Son pocas las personas que en verdad amo, y aún menos de las que pienso bien. Entre más veo este mundo, más insatisfecha estoy con él. Cada día confirma mi creencia en la inconsistencia del humano y de la poca dependencia que se puede tener en la apariencia del mérito o el sentido.
- Según entendí, hubo fuertes objeciones contra a la dama.
- La franqueza fingida es los suficientemente común, uno la encuentra en todos lados. Pero ser franco sin ser presuntuoso, tomar lo bueno de todos, hacerlos incluso mejor, y no decir nada de lo malo, te pertenece solo a ti.
- Estos son grandes infortunios. Pero la esposa del Sr. Darcy deberá de contar extraordinarias fuentes de alegrías, para que ella en general no tenga motivos para quejarse.
- Lo amo, de hecho, no tiene un orgullo inapropiado. Él es perfectamente amable. No sabes lo que realmente es, entonces reza para que no me duela hablar de él en tales términos.
- Puede ser que la poesía sea el alimento de un amor sólido y saludable. Alimenta lo que ya es fuerte. Pero si se trata más bien de una ligera, más bien débil inclinación, estoy convencida de que un soneto puede extinguirla por completo.
- No hubieras podido haberme hecho la oferta de tu mano, de cierta manera en la que me hubieras tentado a aceptarla.
- No me despediré de usted, señorita Bennet. Tampoco le enviaré mis saludos a s u madre. No se merece tales atenciones. Estoy verdaderamente descontenta.
- Me enseñaste una lección, dura al inicio por supuesto, pero de lo más ventajosa. Gracias a ti, aprendí a ser apropiadamente humilde.
- ¿Esas son las palabras de un caballero? Desde el primer momento en que te conocí tu arrogancia y tu soberbia, y tu egoísta desdén por los sentimientos de otros, me ha hecho darme cuenta que serías el último hombre en el mundo con el que me casaría.
- Si alguna vez hubiera aprendido, hubiera sido muy diestra. Al igual que Anne, si su salud le hubiera permitido aplicar. Confío en se hubiera desempeñado maravillosamente.
- La vanidad y el orgullo son cosas diferentes, aunque muchas veces sean utilizados como sinónimos. Una persona puede ser orgullosa sin ser vana. El orgullo tiene que ver más con nuestra opinión de nosotros, mientras la vanidad con lo que los demás piensen de nosotros.
- No sufrimos por accidente. No sucede a menudo que la interferencia de los amigos persuada a un joven hombre de fortuna independiente a ya no pensar más en la chica de quien estaba enamorado tan intensamente unos cuantos días antes.