Este artículo sobre Influencia positiva es un extracto del programa radiofónico «Pensamiento Positivo» (enlaces al final del mismo). La influencia positiva no va de aprovecharse de nadie; va de inspirar, de abrir caminos y de sumar.
Cuando hablamos de influencia, suena a aprovecharnos de los demás; es cierto que hay personas u organizaciones que intentan modificar el comportamiento de otros para su propio interés. Sin embargo, creemos que ejercer una influencia positiva en nuestro entorno es una de las maneras más eficaces de cambiar el mundo. Todos hemos tenido cerca a alguien cuyo ejemplo nos inspiró a ser mejores y a hacer lo correcto, incluso cuando no era lo más conveniente.
Todos tenemos la capacidad de influir en nuestro entorno. Si alguna vez has intentado dormir con un mosquito en la habitación ya sabes de lo que hablamos: es pequeño pero imposible de ignorar. ¿Por qué no convertirnos en ese “mosquito” positivo que despierta conciencia y transforma?

Si alguna vez te has visto frente a un proyecto que te apasiona pero te parecía grande, o has pensado “soy demasiado pequeñito para influir”, este artículo es para ti. Se puede influir positivamente en nuestro entorno con claves prácticas y una actitud coherente.
Claves para ejercer una influencia positiva

1) Comunicación positiva. Si no comunicas, no influyes; si comunicas mal, influyes mal. La claridad, la empatía y la coherencia son esenciales. Más del 60% de los problemas en las organizaciones nacen de una mala comunicación (Peter Drucker). Trabaja tu escucha activa, tu lenguaje corporal y tus preguntas abiertas.
2) Sé narrativo: piensa en una historia. Las ideas viajan mejor en forma de relato. La analogía del mosquito funciona porque conecta emoción y significado. Si quieres cambiar algo, crea relatos simples que corran de boca en boca y que la gente pueda recordar y compartir.
3) Lidera con el ejemplo. La influencia auténtica nace de la congruencia. Decide para qué estás aquí y atrévete a mostrarlo; tu ejemplo dará permiso a otros para creer y actuar.
4) Habilidades clave que multiplican tu impacto (en el trabajo, la familia y la comunidad):
- Motivar y elevar la energía de quienes te rodean.
- Lograr participación activa de los implicados.
- Definir objetivos claros y medibles.
- Persuadir con ética y datos.
- Empatizar para entender necesidades y miedos.
- Compromiso personal con lo que dices y haces.
- Generar confianza con transparencia.
- Informar decisiones y acciones para dar contexto.
- Hacer seguimiento y acompañar con constancia.
5) Método CUP (Conectar, Elevar, Elogiar): conecta con atención genuina, eleva con preguntas que abren posibilidades y elogia de manera específica para reforzar el progreso. Esta tríada acelera la conexión humana y consolida hábitos de colaboración “win/win”.
La neurociencia detrás de la influencia positiva

El cerebro imita y aprende por observación. Las neuronas espejo facilitan que las emociones se “contagien”, y prácticas como la gratitud, la escucha y el reconocimiento activan circuitos de oxitocina y dopamina asociados a confianza y motivación. Una sonrisa auténtica o un gesto de apoyo puede reducir la hiperactivación de la amígdala, aliviando el estrés del interlocutor.
La ciencia del comportamiento muestra que la gente tiende a ajustarse al grupo, pero la confianza auténtica y la claridad ética ayudan a romper dinámicas poco saludables. Comunica con calma, valida emociones y ofrece pasos concretos; esa combinación mejora la receptividad del otro.
Traduce tu intención a un lenguaje que el cerebro entienda: honestidad (coherencia), seguridad psicológica (no juicio), experiencias pasadas e historia (contexto + emoción). La suma de estos tres elementos convierte una conversación en un catalizador de cambio real.
Cómo influir positivamente en familia, trabajo y comunidad

Familia: el liderazgo en casa se construye con presencia y escucha. Un café de 10 minutos para preguntar “¿qué necesitas hoy?” puede transformar estados de ánimo y relaciones. Establece límites con afecto y modela hábitos saludables para mejorar la autoestima de los niños.
Trabajo: la influencia positiva crea espacios más cómodos y productivos. Un líder que reconoce sus errores enseña humildad, y un compañero que comparte conocimiento acelera el progreso. Busca relaciones “win/win” y promueve decisiones informadas y transparentes.
Comunidad: pequeños actos generan grandes efectos: mentorizar a jóvenes, impulsar una red de apoyo vecinal o organizar un proyecto solidario. La coherencia cotidiana se contagia y fortalece el tejido social.
Diferencia siempre influencia y manipulación: la primera eleva y respeta la autonomía; la segunda fuerza y busca ventaja. La intención ética es el filtro que convierte cualquier técnica en un puente, no en una trampa.
Estrategias prácticas y barreras habituales
Comunica mejor para influir mejor: escucha primero, habla después; usa palabras que construyan; apoya tu mensaje con lenguaje corporal congruente. Muchas fricciones se explican por la forma en la que decimos las cosas.
Supera barreras internas: si aparecen inseguridad, miedo al rechazo o prejuicios, cámbialos por curiosidad y límites claros. Pide feedback, reconoce errores con naturalidad y convierte la resistencia en diálogo con preguntas como “¿qué necesitas para verlo?”
Paciencia estratégica: la influencia positiva no es un truco, es una práctica. Reflexiona cada semana sobre tus interacciones clave, celebra avances específicos y ajusta tu enfoque con datos y empatía.
En entornos digitales
Tu huella digital también influye. Publica con propósito, respeta discrepancias y fomenta conversaciones de valor. Evita el “más es mejor” y busca coherencia entre lo que compartes y lo que haces fuera de la pantalla.
Libros recomendados si quieres influir positivamente en tu entorno
1) «Tribus» de Seth Godin. Plantea que cada persona forma parte de tribus unidas por valores e intereses, no solo por variables demográficas. Cada tribu necesita líderes que generen opinión y creen movimiento.
Un libro muy recomendable si deseas profundizar en la influencia positiva y en cómo se dinamizan las comunidades; consulta otros libros de autoayuda.
2) «Será mejor que lo cuentes» de Antonio Núñez. Sostiene que la mejor forma de influir es contar historias. Primero sentimos y después pensamos; las historias mueven a la acción.
Película recomendada
«La cortina de humo» de Barry Levinson. Explora cómo puede desplegarse influencia negativa desde la comunicación política y por qué la ética es innegociable cuando se tiene impacto en otros.
Todo lo contenido en este artículo es un extracto del programa radiofónico Pensamiento Positivo, dirigido por Sergio Fernández y que contó con los siguientes invitados:
1) Josepe García, líder de Vivir del coaching, profesor del Master de Emprendedores del Instituto Pensamiento Positivo.
2) Antonio Núñez.
3) Enrique Alcat, formador en técnicas de comunicación, persuasión e influencia a más de 5000 altos directivos de empresas multinacionales.
Influir positivamente es una elección diaria: escucha con curiosidad, cuenta historias que importen, lidera con el ejemplo y celebra los avances de otros. No necesitas un gran altavoz para cambiar tu mundo cercano: una conversación honesta, un elogio específico o un límite bien puesto pueden poner en marcha una cadena de cambio duradero.