Qué es el Karma: lo que siembras, ¿cosecharás?

el karma escrito en un corcho

Es posible que alguna vez te hayan dicho la típica frase: “lo que siembras, cosecharás”, o “recogerás aquello que cultivas”. En realidad tiene bastante razón y el karma va encaminado hacia esto. El karma es un tema confuso para muchos, puesto que el concepto en sí mismo parte de muchas tradiciones, incluyendo el budismo, el hinduismo, el jainismo, el taoísmo, el sintoísmo y más.

Pero, ¿qué es el Karma y cómo nos afecta en nuestra práctica y vida diaria? Vamos a dar respuesta a esta pregunta para que entiendas qué es y cómo te afecta.

El Karma y Vipaka

La palabra karma proviene del idioma sánscrito, una antigua lengua india. Los textos budistas fueron escritos originalmente en el lenguaje Pali, donde la palabra es kamma. Como el prominente monje académico Thanissaro Bhikkhu señala, el karma puede entenderse como «acción», pero realmente no hay una palabra para definir el karma. Una de las piezas importantes para entenderlo es entender el karma como acciones intencionales o acciones que tomamos voluntariamente.

La otra pieza de karma que a menudo se pasa por alto es que kamma es solo una pieza del rompecabezas. La imagen completa es kamma-vipaka. Vipaka es el resultado de la acción intencional. Es decir, tomamos alguna acción intencional (karma) y tenemos un resultado de la acción (vipaka). A menudo usamos la palabra karma para encapsular ambas piezas, pero entender el significado de los dos términos puede ayudarnos a definir y entender el karma. En su forma más básica, es la enseñanza de que nuestras acciones intencionales tienen consecuencias. A menudo el karma se refiere como el típico «causa y efecto”.

el karma y la paz mental

Lo que NO es

El malentendido común es que el karma es directo y lineal. Esto ocurre cuando una persona asocia algo malo que les sucede con el karma en su vida. Es decir, quizá una persona piense que si hace algo malo, ese “malo” se volverá contra él, por ejemplo, si en el tráfico una persona impide que otros pasen por ir más rápido, el karma se lo devolverá y le ocurrirá lo mismo a él por haberlo hecho antes.  Aunque esto puede suceder que sea verdad por otras razones, no es así como funciona el karma en la comprensión budista.

Muchas personas creen que el karma funciona del siguiente modo: si le hacemos algo a alguien, ese alguien lo devolverá en el futuro. Un ejemplo para entenderlo mejor es la mentira. Si te miento sobre algo, el karma no es que alguien más me mienta necesariamente. Hay muchos efectos en esta acción, y la mentira hacia uno mismo de nuevo no tiene que ser uno de ellos.

Para entender mejor el ejemplo de la mentira: primero, estarías cultivando una mente inclinada hacia la deshonestidad. Cuando mientes, puede que sea más fácil mentir en el futuro. Cuando mientes a otra persona, también estás cultivando una relación que no es abierta y honesta. Finalmente, debes dormir contigo mismo/a y con tu conciencia. Puedes lidiar con la culpa, la aversión u otra forma de sufrimiento. También hay efectos más concretos que pueden surgir. Es posible que termines teniendo que reparar las mentiras o encubrirte con más mentiras, generando en ti ansiedad por no ser descubierto/a.

el karma en la mente

Buen karma y mal karma

Mucha gente quiere saber qué es el buen karma y qué es el mal karma, sin darse cuenta de que se trata de una comprensión en blanco y negro de la enseñanza. El karma es relativo y no solo está separado entre el bien y el mal. Cuando haces algo o dices algo, puede que no siempre sea 100% bueno o malo. A veces hacemos cosas que pensamos inicialmente que son buenas, pero después nos damos cuenta de que no han sido así y hacen que sintamos emociones difíciles.

La idea de buen karma y mal karma realmente no nos sirve. Nos quedamos atascados en vistas fijas alrededor de esto y ponemos las cosas en cajas simplificadas. En cambio, podemos sintonizarnos con la experiencia del karma y cómo nos afecta. Cuando nos comportamos de una manera que perpetúa el sufrimiento, lo notamos y trabajamos para comportarnos de manera diferente. Cuando actuamos de una manera que perpetúa la liberación, también la reconocemos sin aferrarnos y apreciarla. Podemos dejar de lado la idea de «bueno» y «malo» en relación con el karma y, en cambio, utilizarlo como práctica.

el karma actuando rapido

Practicar el karma

El primer paso hacia el uso del karma como práctica es investigar qué significa para ti. ¿Puedes ver cómo tus acciones impactan tus elecciones y comportamientos futuros? ¿Cuál es tu experiencia de causa y efecto en tu vida? Esta reflexión puede hacer que necesites algo de tiempo para llegar a la respuesta. Como muchas cosas con la práctica, necesitamos recordar y reconocer.

A menudo, las personas, caemos en el olvido de que nuestras acciones tienen consecuencias, y tomar karma como práctica puede implicar recordarnos esta verdad. Podemos verlo en la práctica de la atención plena, observando la forma en que la mente funciona y responde a la experiencia. Podemos usar el conocimiento adquirido en la práctica formal de meditación para ayudarnos en nuestra vida diaria.

causa y efecto del karma

Para usar el karma puedes observar tu experiencia en momentos difíciles y en momentos de felicidad. En los difíciles observa qué es lo que te ha llevado hasta ese punto. A veces, hay causas y condiciones que estaban fuera de tu control. No se elige la familia en la que se nace, ni la genética ni cómo se comporta otra persona contigo. En cambio, sí que puedes ver cómo tus acciones y decisiones voluntarias te llevan al lugar hacia donde estás ahora. Esto te puede servir como trabajo de autocrítica y mejorar aquello que te hace sentir mal en tu día a día.

No existe una ley cósmica que haga que el karma “te devuelva” lo malo que haces en cosas malas. Son tus propias decisiones y acciones las que de algún modo, originan las cosas que te ocurren ahora y en el futuro. Te sentirás en cuanto a las acciones que realices y sufrirás más o menos dependiendo de si tienes la conciencia tranquila o no la tienes.


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