Los azotes en el culo ralentizan en desarrollo cognitivo

Un nuevo libro de Murray Straus, fundador y co-director del Laboratorio de Investigación de la Familia y profesor emérito de sociología en la Universidad de New Hampshire, reúne más de cuatro décadas de investigación sobre los llamados azotes en el culo. Las conclusiones de sus estudios son que este tipo de castigo frena el desarrollo cognitivo, aumenta la conducta antisocial y la conducta criminal.

Straus ha escrito The Primordial Violence (‘La Violencia Primordial’) y en él nos muestra las razones por las que los padres golpean a sus seres queridos. Estas razones incluyen algo más que corregir una mala conducta. Proporciona evidencias del efecto que tienen los azotes en los niños y qué se puede hacer para acabar con este tipo de castigos.

azotes en el culo

El libro cuenta con datos longitudinales de más de 7000 familias de EEUU así como los resultados de un estudio en 32 países. Nos muestra el grado en que los azotes en el culo se utilizan en las diferentes culturas así como los efectos posteriores de su uso en los niños y en la sociedad.

Straus dice lo siguiente: «Las investigaciones muestran que los azotes corrigen el mal comportamiento. Pero también muestran que los azotes no funcionan mejor que otros modos de corrección, como por ejemplo privar a un niño de privilegios. Además, la investigación muestra claramente que los beneficios de los azotes en el culo tienen un gran costo. Suponen el debilitamiento del vínculo entre padres e hijos y el aumento de la probabilidad de que el niño utilice la violencia contra otros (compañeros de colegio, padres, otros adultos o parejas). Además, los azotes en el culo retrasan el desarrollo mental y reducen la posibilidad de que un niño/a acabe bien sus estudios.»

«Más de 100 estudios han detallado estos efectos secundarios de los azotes en el culo, con un grado de coincidencia del 90%. Probablemente no hay otro aspecto de la paternidad y de la conducta del niño, donde los resultados son tan consistentes», dice.

El libro aboga por cambios en las políticas que provocarían un cese total de los azotes en el culo. Se podría utilizar todo tipo de publicidad en la que advierta que este tipo de castigo es muy negativo. Esto debería ir acompañado por políticas de ayuda a padres que tienen problemas con sus hijos.

Straus tiene una sugerencia para las celebraciones como cumpleaños o navidades: «Si usted está buscando un regalo que aumente las posibilidades de que su hijo/a tenga una vida feliz y saludable y que incluya más posibilidades de que encuentre un buen trabajo y tenga un matrimonio libre de violencia, comprométase con sus hijos a no pegarles nunca más. Es probable que aumenten su respeto y amor por usted, y seguro que le ayudarán a cumplir su promesa.»

«Más de 20 países prohíben los azotes en el culo. Existe un consenso emergente de que éste es un derecho humano fundamental para los niños. Las Naciones Unidas está pidiendo a todas las naciones que prohíban este tipo de castigos. Evitarlos no solo reducirá el riesgo de delinquir y de tener problemas de salud mental, sino que también traerá a los niños el derecho a estar libres de ataques físicos en nombre de la disciplina», dice Straus.

Ampliamente considerado como el investigador más importante en su campo, Straus ha estudiado los azotes en el culo en grandes y representativas muestras de los padres estadounidenses desde 1969. Ha recibido numerosos honores y premios por su investigación.

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  1.   hilda dijo

    órale no lo sabia que hace mal el pegarles en la colita