Origen de la magia: dónde, cuándo y por qué de esta maravilla metafísica

Todos en algún momento hemos leído sobre la magia. Más tarde o más temprano, un lector se da cuenta de que existe un mundo maravilloso en el que los hombres pueden mover objetos con la mente, congelar ríos con un soplido, o conjurar objetos de la nada. Todos soñamos con un mundo en el que, en algún momento de la vida, llegue un hada madrina y nos otorgue el poder de realizar todo lo que queramos con solo chasquear los dedos.

Desde los principios del tiempo el ser humano ha deseado hacerse con una pizca de poder mágico; incluso se habla en la biblia de los hechiceros. Cuando los hechiceros de faraón echaron al suelo sus varas y  éstas se transformaron en serpientes a la vista de todos. 

¿Qué es la magia?

La magia es una ciencia oculta, en sí es la forma mediante la cual una persona, bien sea por medio de encantamientos, un golpe de varita, un amuleto mágico, un conjuro de palabras o algo así, es capaz de organizar a su manera las leyes naturales. Lograr cosas sorprendentes y extraordinarias como desaparecer y aparecer personas o a sí mismo, volar o levitar. Puede entenderse también como un espéculo, donde se efectúan trucos sorprendentes  o de manera religiosa en los que se realizan rituales oscuros con el fin de atraer personas de la muerte.

Origen de la magia

La magia tiene sus orígenes en los egipcios, cuando se descubrió un pergamino  que ilustraba un truco, donde un mago le cortaba la cabeza a un ganso, luego decía unas palabras y el ganso volvía a la vida y a caminar como si nada. Posteriormente se derivó a la cultura celta y a los griegos. En el principio era utilizada para mover masas y mantener el poder, generando miedo; también para engañar y estafar a las personas.

En la antigüedad los magos eran los sacerdotes, estudiosos de la alquimia y la utilizaban en las ceremonias para convencer al pueblo del poder místico de los dioses con el propósito  de que estos ofrecieran tributo, el cual se quedaban ellos.

En la edad media los magos eran considerados brujos que hacían pactos con el diablo. Por lo tanto fueron perseguidos y quemados en las plazas. Siglos después en Grecia y Roma surgió un movimiento que mostraba un nuevo tipo de mago, los hechiceros se manifestaban como  personajes de atracción en un espectáculo. Y es en siglo XVII cuándo se muestra por primera vez un acto de magia profesional en el medio del entretenimiento, con un espectáculo abierto al público, pero es hasta el siglo siguiente, cuando fueron empezados a tomar en serio, recuperando su prestigio  como artistas y lograron obtener ganancias lucrativas por las presentaciones. Es en esta época donde se formaron los magos de gran fama.

magia

La magia y la ciencia

Puesto que en muchas formas la magia también es ciencia, se conoce  como base científica de la magia. La alquimia, que los llamados magos de antaño utilizaban para trabajar. Data originalmente de miles de años en el pasado. Desde el antiguo Egipto se conocían escuelas que enseñaban esta ciencia a sus estudiantes. Los médicos eran instruidos en alquimia; también los magos y, de cuando en cuando, los propios faraones.

Su credo principal, o su mayor búsqueda era la de transmutar los diversos metales en oro. Y aunque nosotros lo veamos como algo del todo mágico, pues es que la alquimia mezclaba ambas ramas, la verdad es que tiene su base científica.

Por ejemplo: El plomo era el metal por excelencia para trabajar con esto, puesto que al realizar los cálculos, solo era necesario conseguir extraerle tres de sus 82 átomos para que pasase a ser el metal precioso.

También se buscaba dar con la creación de la conocida «Piedra Filosofal». La piedra roja que permitía no solo convertir todo metal en oro, sino también destilar el elixir de la larga vida. De los más afamados alquimistas uno de los más grandes fue Nicolas Flamel, a quien se le atribuyen el éxito en fabricar dicha piedra, y esa leyenda se ha mantenido porque, aunque falleció cerca del 1400d.c, al abrir su tumba se encontraron con que estaba totalmente vacía.

Elementos en la alquimia

 Al igual que con ocurre con la magia, los elementos también tienen gran importancia en las artes alquímicas. Son los mismos que hemos conocido desde siempre.

  • Aire: Tomado del propio oxígeno y utilizado en diversas reacciones químicas, este elemento se creía estaba ligado al discernimiento y que podía abrir y expandir tu mente y tus sentidos de forma que se te hiciera más sencillo conseguir la iluminación.
  • Agua: Con este elemento se realizaban todos los experimentos alquímicos. Además los alquimistas tenían su propia agua para trabajar, conocida como aguaviva, que era una especie de agua mucho más pura que la conocida, y que destilaban mediante sus propios conocimientos. Fomentaba la empatía, sensibilidad y ternura; así como también la capacidad para tener relaciones emocionales armoniosas.
  • Fuego: Era la fuerza de la reacción y el que permitía que todo ocurriera. Estaba ligado a la percepción propia, el entusiasmo y el trabajo duro.
  • Tierra: Representaba la voluntad, la estabilidad y la confianza. Eran los minerales utilizados en las reacciones y que permitían ser tratados y utilizados en sus experimentos.
  • Éter: También conocido como «espíritu» representaba la fuerza de vida presente en el universo. Estaba ligado a la esencia misma de la vida.

Alquimistas famosos

  • Nicolas Flamel: Mencionado anteriormente, fue el alquimista a quien se le atribuyen la creación de la piedra filosofal, además de haber conseguido, por ende, finalizar el estudio de transmutación de los metales.
  • Paracelso: Un alquimista del que también se dice, llegó a transformar plomo en oro. Se le atribuyen muchos descubrimientos médicos. Fue también el primero en identificar la enfermedad por exceso de trabajo.
  • Isaac Newton: Aunque de este científico su trabajo alquímico resulta menos conocido, trabajó mucho más con la alquimia de lo que trabajó con la física. Incluso sus teorías con respecto a la ley de gravedad, las acuñó gracias a su trabajo con la alquimia.

magiA

Magia contemporánea

Al hablar de magia contemporánea, no se puede dejar de mencionar a Robert Houdin, ilusionista francés, quién es considerado el padre  de la magia en los inicios de esta época modernista, él desmintió a los charlatanes que pretendían creerse dioses y fomentó la práctica del ilusionismo en espectáculos sobre tarimas, haciendo uso del famoso esmoquin, que daban un aire de clase y sofisticación, ya que los actos eran ofrecidos para la alta sociedad.  

Otro de los magos de renombre, que es conocido mundialmente desde su época hasta la actualidad es el famoso Harry houdini, quién tomó su nombre artístico en honor al mago mencionado anteriormente. Logró su fama gracias a sus grandes hazañas en trucos de escapismo.

Para abarcar una etapa más actual cabe mencionar a  David Blaine, ilusionista estadounidense, es conocido por sus trucos de ilusión y  de escape.La magia ha existido desde siempre, sus principios aún son aplicados, así como las grandes hazañas que se han logrado, no existe el límite, éste arte perdurará.


Sé el primero en comentar

Deja tu comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

  1. Responsable de los datos: Miguel Ángel Gatón
  2. Finalidad de los datos: Controlar el SPAM, gestión de comentarios.
  3. Legitimación: Tu consentimiento
  4. Comunicación de los datos: No se comunicarán los datos a terceros salvo por obligación legal.
  5. Almacenamiento de los datos: Base de datos alojada en Occentus Networks (UE)
  6. Derechos: En cualquier momento puedes limitar, recuperar y borrar tu información.