El término Mindfulness es muy empleado en la actualidad en lo que respecta a las terapias aplicables para la reducción del estrés y la relajación de las personas. Algunos lo consideran la técnica de moda, pero en realidad esta tiene sus bases en los conocimientos ancestrales del budismo. En el siguiente artículo intentaremos dar una definición clara de la misma, en conjunto con todas sus características y métodos de la psicología surgidos a partir de ella. De igual forma, presentamos información de calidad sobre su aplicabilidad en los niños.
Definir Mindfulness es una tarea bastante compleja, dado que no se trata de un método con un objetivo concreto. Para ponerla en práctica, las personas deben estar enteradas de que no van en busca de algo específico; sino que se trata de adoptar una nueva forma de “pensar” basada en la observación.
Algunos la consideran como una cualidad, mientras otros se han enfocado en conformar un concepto que abarque toda su extensión, sin apartarse de la evidencia en el campo espiritual. Lo cierto es que en todos estos casos, es considerado como una forma de vivir y no como un conjunto de procedimientos para lograr un fin. Por lo tanto, la adaptación al mismo no se logra a través de la lectura de diferentes libros, sino a través de la experiencia misma.
¿Qué es Mindfulness?
Para empezar, se destacará que se ha intentado traducir como “atención plena”, “atención pura” o “atención consciente”, pero incluso en el idioma español se ha preferido emplear el término inglés Mindfulness para referirse a este tema. Sin embargo, su origen no está realmente allí, sino que surge como una traducción de la palabra sati, en el idioma pali, que significa literalmente consciencia o recuerdo.
Mindfulness se define como el estado de atención plena, permanente y constante alcanzado en un momento presente, y que da lugar a la consciencia plena. El camino que propone este estilo de vida implica evitar a toda costa los prejuicios, la etiquetación, el análisis y dejar a un lado las ideas preconcebidas.
Es importante resaltar que la cualidad que describe esta palabra la poseen todos los seres humanos, pero a pocos se les ocurre desarrollarla. De hecho, la mayor parte del tiempo las personas se encuentran inmersas en sus pensamientos sobre los problemas, las cosas que le desagradan, la inconformidad con su vida, entre otras cosas.
Con la atención consciente se busca desarrollar precisamente eso: la atención a todo aquello que ocurre en nuestra vida, pero sin que nos afecte; de forma similar a cuando vemos una película. De esta forma, esta discusión constante e infértil sobre cómo resolver cada situación que se presenta, se convierte en una meditación permanente, encaminada a la aceptación de las cosas tal cual son y a la búsqueda de paz.
Mecanismos de la “atención plena”
Para entender los mecanismos bajo los cuales funciona esta experiencia, es necesario dejar claro que en este campo se considera que los pensamientos tienen energía. Mientras más energía se les suministre, a través de la actividad mental desordenada, la generación indiscriminada de los mismos, en su mayoría negativos, conduce al colapso. Es por ello que existen tantos casos de estrés y depresión.
Aunque en este proceso se activa la consciencia. Al dar prioridad a ella, entonces se apartan las emociones desbordadas que generan tensión. Esto detiene el suministro de energía que los alimenta, lo cual provoca su reducción, y posteriormente su desaparición.
El mindfulness no emplea el análisis de lo observado. El análisis se ejecuta para estudiar las diferentes situaciones percibidas a través de los sentidos. Esto origina un proceso casi indetenible de generación de pensamientos que en lugar de guiar a la respuesta, terminan confundiendo y ahogando las capacidades del individuo. Pero empleando la atención plena, lo que se persigue es disminuir la actividad mental, que esto conlleve a la relación del cuerpo y se alcance un estado de paz imperturbable, aun cuando las situaciones parezcan adversas.
No está demás destacar que no se trata de un proceso forzado, sino de una entrega paulatina a la atención constante, que implica el desprendimiento y cese de todo el desorden mental que nos aqueja. Esto podría llevar a pensar a muchos que se trata de adoptar una actitud pasiva, pero en realidad es completamente activa, ya que la observación y aceptación se da en cada momento del presente.
Aplicaciones del Mindfulness
- Reducción del estrés basada en la atención plena (REBAP):
También conocida como MBSR (Mindfulness-Based Stress Reduction), fue una de las primeras aplicaciones que tuvo. Fue propuesta en el año 1990, por el médico Jon Kabat-Zinn, graduado del Instituto Tecnológico de Massachussets, en Estados Unidos.
El principio de la MBSR es el mantenimiento de la atención plena de los acontecimientos presentes, momento a momento, estimulando una actitud de aceptación y evitando desarrollar juicios. De esta manera, se busca que el individuo adopte una actitud meditativa permanente, y que se mantenga atento a las sensaciones corporales, pues estas incidirán también en el ámbito emocional.
El programa está conformado por clases, de una duración de dos a tres horas diarias, por un período de ocho meses. Entre cuarenta y cinco minutos o una hora de las mismas, se presentan técnicas para la meditación, para el mejoramiento de la comunicación con los semejantes y para estimular la conciencia en cada situación de la vida diaria. Se brindan las instrucciones formales que componen el Mindfulness, en conjunto con técnicas para el desarrollo de movimientos corporales pausados y atentos, e incluso yoga.
- Terapia cognitiva basada en Mindfulness:
Es mejor conocida como MBCT (Mindfulness-Based Cognitive Therapy) y es una de las aplicaciones más recientes de esta experiencia. Está basada en la ya descrita MBSR, en lo que respecta a la atención permanente, sin embargo, incluye diversos elementos empleados en las terapias cognitivas. Entre ellos se pueden mencionar la educación al paciente sobre su afección, sobre la influencia de los pensamientos negativos, pensamientos y emociones inútiles en la misma, y en su vida cotidiana general.
A pesar de que su aplicación incluye elementos del tratamiento cognitivo, se diferencia de manera sustancial de él. La función de la terapia cognitiva busca transformar el pensamiento del paciente, mediante el reemplazo de los pensamientos negativos por los positivos. Sin embargo, la MBCT busca desarrollar una actitud de aceptación. El paciente, consciente ya del efecto de una mentalidad negativa, observará la realidad y la aceptará tal cual es, sin identificarse y sin emitir juicios.
A diferencia de la MBSR, esta conforma un tratamiento especialmente diseñado para disminuir la incidencia y recurrencia en la depresión. Estudios realizados a comienzos del siglo XXI han corroborado que esta terapia ha logrado reducir hasta en un 50% la recaída de los pacientes que han atravesado episodios depresivos.
Mindfulness para niños
Una vez conocido su significado, su funcionalidad y los métodos que se han desarrollado a partir de ella, es probable que se crea que su existencia se limita a aliviar el estrés y a disminuir la incidencia de depresión en los adultos. Pero de hecho, la atención plena puede emplearse desde la infancia, lo cual podría evitar la ocurrencia de las situaciones que lo harán requerirlo en la adultez.
¿En qué niños puede emplearse el Mindfullness o “atención plena”?
De manera general, los ejercicios de atención plena están indicados para niños con edades comprendidas entre 5 y 12 años de edad. En este rango, se destacarán diferentes casos en los que se sugiera su aplicación:
- Aquellos que quieran mejorar sus técnicas de estudio y rendimiento académico.
- Aquellos niños que deseen aprender a manejar sus emociones.
- Aquellos que tengan problemas de autoaceptación, con su imagen corporal, lo cual los lleva a ensimismarse.
- Aquellos niños que exhiben conductas egoístas, o con tendencia a atacar a sus compañeros.
De igual forma, son ampliamente recomendables para niños con problemas de hiperactividad, dislexia y diferentes trastornos asociados al autismo. Sin embargo, es importante destacar que el Mindfulness no representa un tratamiento remedial para estas condiciones; más bien, conforma una herramienta para estimular y favorecer su desarrollo tanto en el ámbito educativo como el emocional.
Resulta muy importante destacar que la duración de los ejercicios de mindfulness en niños será mucho menor que la de los adultos. Como se mencionó anteriormente, en adultos se requiere de su aplicación diaria, durante 2 o 3 horas. Sin embargo, en los niños bastará con unos 15 o 30 minutos dos o tres veces a la semana. Además, la duración también dependerá de la edad; mientras mayor sea el niño, puede dedicar más de 15 minutos a la meditación.
Técnicas de atención plena para niños
La aplicación de Mindfulness en niños comprende en su mayoría, una serie de metáforas que les permitirá comprender la dinámica e introducirse de lleno en la meditación.
Existen muchos libros especializados en este tema, entre los cuales puede mencionarse “Tranquilos y atentos como una rana”, en el cual se describen diferentes técnicas para introducir a niños, a padres y maestros en la atención plena. Sin embargo, a continuación se ofrece una serie de consejos generales, que dan una idea de la estructura de la metodología.
- Escoger un lugar tranquilo para la práctica de mindfulness.
- Recomendar a los niños ubicarse mentalmente en un lugar que consideren seguro, pacífico en el cual se sientan completamente a gusto.
- Hacer una pausa en determinados momentos, que implique detenerse mental y físicamente para meditar, olvidar todo y relajarse.
- Ejercicios para la correcta respiración.
- El empleo de metáforas para explicar a los niños la naturaleza de la dinámica. Entre ellas pueden mencionarse:
- Aprender a surfear: Las olas representarán las diferentes situaciones de la vida, que no pueden cambiarse ni controlarse, pero sobre las cuales se puede aprender a moverse sin caer.
- Imaginar que se es una rana: Consiste simplemente en mantenerse sentado, sin moverse, pero observando todo.
- Parte meteorológico: Se invita a los niños a imaginar qué clima se asemeja al estado en que se encuentra su interior, y hacer una comparación con el que se encuentra en su exterior.
Beneficios del Mindfulness para niños
Enseñar a los niños a meditar a través de la observación tiene una gran cantidad de beneficios, entre los cuales se pueden mencionar:
- El principal beneficio es el mejoramiento de la concentración, lo cual les favorecerá enormemente durante sus horas de estudio, y la realización de sus tareas escolares. Se reducen los problemas de distracción, además se adquieren conocimientos de manera más rápida y efectiva, lo cual les da espacio y tiempo para desarrollar otras actividades.
- Permite que desde una edad temprana aprendan a observar atentamente su entorno, lo cual favorecerá su desenvolvimiento en el mismo a medida que crezcan.
- Mindfulness representa para los niños, al igual que para los adultos, una manera de reducir o eliminar el estrés ocasionado por la actividad escolar diaria, las evaluaciones y las relaciones con sus compañeros de clases.
- El ejercicio mental constante mejora la capacidad de su memoria.
- Por último, no es de esperar que la meditación constante a través de la observación y la aceptación, estimule la inteligencia emocional en los niños. Esto les favorecerá en la toma de decisiones y en la forma en que se relacionarán con sus familiares, amistades y pareja.
El minfulness, conocido como la atención plena u atención por observación es un estilo de vida basado en la búsqueda de la paz, a través de la aceptación, originado en Oriente, pero extendido ya en la actualidad al Occidente del mundo, donde ha tenido una amplia aceptación Conocer sobre ello es de importancia, puesto que representa una herramienta sumamente útil para mejorar la forma de vivir de las personas. Esperamos que este artículo haya servido para informarte al respecto y que dejes un comentario con tu opinión o experiencias.