Hace unos días escribí el artículo titulado Técnicas del Mindfulness muestran beneficios para la salud en el que hablaba de los increíbles beneficios que aportaba esta técnica para mejorar nuestra calidad de vida.
Esta técnica de meditación también se utiliza para pacientes diagnosticados con cáncer. Un estudio controlado con 90 pacientes con cáncer que hicieron meditación de atención plena durante 7 semanas dio los siguientes resultados: el 31% tenían menos síntomas de estrés y el 65% tuvieron menos episodios de alteración del estado de ánimo.
Algunos estudios han sugerido también que practicar la meditación mejora la posibilidad de un resultado positivo. Sin embargo, la realidad es que la evidencia científica disponible no sugiere que la meditación sea eficaz en el tratamiento del cáncer o cualquier otra enfermedad pero puede ayudar a mejorar la calidad de vida de las personas con cáncer.
No obstante, la meditación regular puede reducir el dolor crónico, la ansiedad, la presión arterial alta, el colesterol, el abuso de sustancias y los niveles de cortisol (la hormona del estrés) en sangre, así como reducir el uso de los servicios de salud.
Los médicos también inciden en que la meditación mejora el humor, la función inmune y la fertilidad. Los partidarios alegan, además, que la meditación aumenta la eficiencia mental la conciencia de sí mismo, todo lo cual contribuye a la relajación.
Mediante la práctica de Mindfulness, el paciente con cáncer usa la concentración para relajar el cuerpo y calmar la mente. El paciente aprende a guiar su atención. Es una terapia útil y complementaria para el tratamiento del dolor crónico y problemas de sueño como el insomnio. Algunos centros de tratamiento contra el cáncer ofrecen la meditación como complemento a la atención médica estándar. Fuente
A continuación dejo un vídeo con un ejemplo de una práctica de mindfulness: