Uno de cada cuatro abortos involuntarios «se podrían prevenir con cambios en el estilo de vida de una mujer». Científicos de la Universidad de Copenhague analizaron 91.427 embarazos entre 1996 y 2002. De todos esos embarazos estudiados, 3.177 terminaron en aborto involuntario antes de la semana 22. En la semana 16, se preguntó a las mujeres acerca de su estilo de vida antes de la concepción y durante el embarazo. A las que ya habían tenido un aborto involuntario se les preguntó sobre sus hábitos antes de que ocurriera.
El estudio reveló que la edad, el consumo de alcohol, levantar cargas pesadas, los turnos de noche y ser obesas o con sobrepeso fueron causas asociadas con el aborto involuntario.
La edad y el consumo de alcohol fueron los factores más importantes.
Los investigadores afirmaron que si las mujeres fueran capaces de reducir estos factores de riesgo a niveles muy bajos, el 25 por ciento de los abortos involuntarios podrían prevenirse.
Sin embargo, otros científicos advirtieron que el estudio no demuestra que estos factores provocan abortos involuntarios.
Patrick Wolfe, profesor de estadística en la Universidad College de Londres, dijo:
«este estudio no establece una relación causal entre los factores de riesgo reportados y el aborto involuntario. El estudio tiene varias limitaciones estadísticas, y sus conclusiones pueden estar sujetas a un exceso de interpretación».