¿Se pueden prevenir los abortos involuntarios con cambios en el estilo de vida?
Uno de cada cuatro abortos involuntarios «se podrían prevenir con cambios en el estilo de vida de una mujer». Esta afirmación surge de un estudio realizado por científicos de la Universidad de Copenhague, en el cual se analizaron 91.427 embarazos entre 1996 y 2002. De todos esos embarazos estudiados, 3.177 terminaron en aborto involuntario antes de la semana 22.
En la semana 16 del embarazo, se preguntó a las mujeres sobre su estilo de vida antes de la concepción y durante el embarazo. A aquellas que ya habían tenido un aborto involuntario, se les consultó sobre sus hábitos antes de que ocurriera la pérdida gestacional.
El estudio reveló que diversos factores como la edad, el consumo de alcohol, levantar cargas pesadas, los turnos de noche y el sobrepeso estaban asociados con un mayor riesgo de aborto involuntario.
Factores de riesgo en los abortos involuntarios
Aunque la ciencia aún no tiene una respuesta definitiva sobre todas las causas de los abortos involuntarios, algunos factores de riesgo han sido estudiados y comprobados. Entre ellos se encuentran:
- Edad materna avanzada: Las mujeres mayores de 35 años tienen una mayor probabilidad de sufrir abortos espontáneos.
- Anomalías cromosómicas: Problemas genéticos en el feto son una de las razones principales por las que el embarazo no progresa.
- Trastornos hormonales: Un nivel inadecuado de progesterona puede impedir que el embarazo se desarrolle correctamente.
- Enfermedades crónicas: Afecciones como diabetes, problemas tiroideos y enfermedades autoinmunes pueden afectar la viabilidad del embarazo.
- Exposición a sustancias nocivas: El consumo de tabaco, alcohol o drogas aumenta el riesgo de pérdidas gestacionales.
Estilo de vida y prevención del aborto espontáneo
De acuerdo con la investigación de la Universidad de Copenhague, si las mujeres redujeran estos factores de riesgo a niveles muy bajos, el 25% de los abortos involuntarios podrían prevenirse. Sin embargo, otros científicos han advertido que este estudio no establece una relación causal directa entre estos factores y los abortos.
Algunas medidas recomendadas para reducir el riesgo de aborto espontáneo incluyen:
- Evitar el consumo de alcohol y tabaco: Se ha demostrado que estas sustancias afectan el desarrollo del feto.
- Mantener un peso saludable: La obesidad y el bajo peso pueden impactar negativamente en el embarazo.
- Control médico regular: Es fundamental asistir a todas las citas prenatales para monitorear la salud tanto de la madre como del bebé.
- Evitar el estrés en exceso: Factores emocionales y psicológicos pueden influir en la salud general del embarazo.
- Consumir una dieta equilibrada: Asegurar una ingesta adecuada de ácido fólico, hierro y calcio puede mejorar las posibilidades de un embarazo saludable.

Mitos sobre los abortos involuntarios
Muchas mujeres que han sufrido un aborto espontáneo pueden sentirse culpables, creyendo que alguna acción de su parte ha causado la pérdida. Sin embargo, es importante desmentir algunos mitos:
- Hacer ejercicio moderado NO causa aborto: De hecho, mantenerse activa es beneficioso para la salud del embarazo.
- El estrés por sí solo no provoca un aborto espontáneo: Aunque el estrés crónico puede tener efectos negativos, no se ha demostrado que sea una causa directa de abortos.
- Las relaciones sexuales durante el embarazo no provocan abortos: Salvo algunas excepciones médicas, es seguro mantener relaciones sexuales.
¿Cuándo consultar al médico?
Ante cualquier síntoma preocupante durante el embarazo, es fundamental acudir al especialista. Algunos signos de alerta incluyen:
- Sangrado vaginal abundante.
- Dolor abdominal intenso o persistente.
- Pérdida repentina de síntomas del embarazo.
- Fiebre o escalofríos.
Si has tenido un aborto espontáneo previo, es recomendable realizar estudios médicos para determinar las posibles causas y reducir el riesgo en futuros embarazos.
El embarazo es un proceso delicado que puede verse afectado por diversos factores. Aunque no todos los abortos involuntarios pueden prevenirse, llevar un estilo de vida saludable y mantener un adecuado control médico pueden marcar la diferencia en la viabilidad del embarazo.