La esquizofrenia es un trastorno mental que afecta a parte importante de la población mundial. Desde hace años la esquizofrenia ha sido objeto de una investigación concienzuda, con el fin de entender tanto sus causas como sus tratamientos. Una de las preguntas más importantes es la de si la esquizofrenia se puede llegar a heredar, y si esto ocurre, ¿Qué papel van a tener los factores genéticos en el desarrollo de dicho trastorno de tipo mental?
En el siguiente artículo vamos a despejar todas las dudas acerca de si la esquizofrenia hereditaria y qué implicaciones puede llegar a tener este hecho en aquellas personas que tienen antecedentes familiares de dicho trastorno.
Qué es la esquizofrenia
La esquizofrenia es un trastorno mental que afecta de manera directa la forma en que una persona piensa, siente y se comporta. Se caracteriza por una serie de síntomas como es el caso de alucinaciones, delirios y dificultades para poder concentrarse y mantener la atención. Lo normal es que la esquizofrenia termine por afectar a la vida diaria de las personas que padecen dichos síntomas.
Todo esto ha provocado que los investigadores hayan estudiado diferentes factores, que pueden llegar a contribuir en su desarrollo como es el caso de los factores genéticos, ambientales y neurobiológicos. Entre todos estos factores, el papel de la genética ha sido objeto de numerosos estudios e investigaciones.
Cuáles son los síntomas de la esquizofrenia
Los síntomas pueden dividirse en varias categorías, incluyendo síntomas positivos, negativos y cognitivos. Es importante tener en cuenta que los síntomas de la esquizofrenia vana a variar en severidad y presentación en cada individuo. Algunas personas pueden experimentar solo algunos de estos síntomas, mientras que otros pueden experimentar una combinación de los síntomas positivos, negativos y cognitivos. Acto seguido, te mostramos los síntomas más significativos de la esquizofrenia:
Síntomas positivos
- Alucinaciones como es el caso de escuchar voces o ver cosas que no son reales.
- Delirios o creencias falsas que no se pueden cambiar con argumentos racionales.
- Pensamientos desorganizado. Esto puede manifestarse en respuestas inapropiadas a ciertas preguntas o en conversaciones incoherentes.
Síntomas negativos
- Disminución en lo relativo a la cantidad o calidad del habla, lo que se traduce en respuestas breves o poco elaboradas.
- Falta de emociones.
- Aislamiento social o poco interés por mantener relaciones sociales.
- Incapacidad para poder tener cierto placer en la vida.
Síntomas cognitivos
- Ciertas dificultades relacionadas con la memoria: problemas para recordar información o dificultad para poder concentrarse.
- Dificultades relativas a la atención.
- Problemas para poder planificar, organizar y llevar a cabo tareas complejas.
¿Es hereditaria la esquizofrenia?
La pregunta acerca de si la esquizofrenia puede ser heredada ha generado mucho polémica y debate a lo largo de los años. Numerosos estudios han investigado la posible conexión que puede haber entre la esquizofrenia y la genética, y la mayoría de dichos estudios han llegado a la conclusión de que existe cierta predisposición genética a la enfermedad.
Se cree que el riesgo de poder a desarrollar esquizofrenia es de un 1% en la población general. Sin embargo, este riesgo va a aumentar en aquellas personas que tienen antecedentes familiares de la enfermedad. De esta forma, se ha podido constatar que los hermanos de personas con esquizofrenia tienen un riesgo diez veces mayor de desarrollar la enfermedad en comparación el resto de la población.
A pesar de ello, hay que incidir en el hecho de que la genética no es el único factor que va contribuir a la esquizofrenia. Es por ello que se piensa que la interacción entre factores genéticos y ambientales, va a desempeñar un papel crucial en el desarrollo de la esquizofrenia. De esta manera, se ha demostrado que el estrés sufrido durante el embarazo o ciertas experiencias de tipo traumáticas pueden aumentar el riesgo de desarrollar esquizofrenia en personas con una predisposición genética.
Aunque se ha podido constatar de una manera científica que la esquizofrenia tiene un componente genético, siguen existiendo dudas acerca de la relación existente entre la genética y la esquizofrenia en sí. Se ha podido identificar una variedad de genes que pueden estar asociados con un mayor riesgo de padecer esquizofrenia, pero la forma en la que estos genes interactúan entre sí y con factores ambientales sigue siendo objeto de investigación a día de hoy.
Las implicaciones sociales de la esquizofrenia
El reconocimiento de la contribución genética a la esquizofrenia va a tener importantes implicaciones clínicas y sociales. Por una parte, entender el factor genético del trastorno va a ayudar a los médicos a identificar a las personas que tienen más riesgo y brindarles intervenciones tempranas además de tratamientos adecuados. Esto va a incluir terapias de tipo cognitivo-conductuales, medicamentos antipsicóticos y un apoyo psicosocial con el objetivo de ayudar a las personas a poder manejar sus síntomas y a mejorar su calidad de vida.
Por otro lado, la certeza de que la esquizofrenia tiene una base genética va a tener implicaciones sociales bastante significativas. Por ejemplo, algunas personas pueden llegar a sentir un gran miedo debido a la percepción que tiene la sociedad de que la enfermedad es «hereditaria» y que podrían transmitirla a sus propios hijos. Sin embargo, es importante indicar que tener antecedentes familiares de esquizofrenia no tiene por qué implicar que alguien de la familia desarrollará la enfermedad, ya que la gran mayoría de las personas con antecedentes familiares nunca llegarán a desarrollar síntomas.
En resumen, no cabe duda de que la esquizofrenia tiene una clara base genética, con cierta evidencia que sugiere que las personas con antecedentes familiares de la enfermedad tienen un mayor riesgo de desarrollarla que otras personas. Sin embargo, la genética no es el único factor presente en el desarrollo de la esquizofrenia, ya que la interacción entre factores genéticos y ambientales juega un papel clave en su desarrollo. Es por ello que hay realizar un enfoque integral de dicho trastorno con el objetivo de mejorar la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de la esquizofrenia y ayudar a mejorar la calidad de vida de aquellas personas que padecen tal trastorno mental.