Hace dos días, en mi artículo El Puente de la Vida, hablaba de la gran cantidad de personas que se suicidan saltando desde un puente de Corea del Sur. Por desgracia, estos hechos se repiten en muchas ciudades del mundo.
Un artículo en The New Yorker habla de estas personas que deciden quitarse la vida arrojándose al vacío. El artículo se titula Jumpers (‘saltadores’). El artículo es bastante extenso pero hay varios pasajes que me llaman la atención y que quiero compartir con todos vosotros:
1) Briggs, un patrullero del Golden Gate (el puente donde más suicidios se cometen), siempre empieza la misma conversación con el suicida. Pregunta «¿Cómo te sientes hoy?» Después «¿Qué planes tienes para mañana?» Si la persona no tiene ningún plan, Briggs dice: «Bueno, vamos a planear algo. Si después de hacer el plan no te sientes satisfecho, siempre puedes volver aquí más tarde.»
2) Una línea del artículo que realmente me llamó la atención: «Al instante me di cuenta de que todo lo que yo había pensado que era irreparable era totalmente solucionable, a excepción de que acaba de saltar». Es el testimonio de un suicida que sobrevivió a su propósito.
3) «Voy a caminar hasta el puente. Si una persona me sonríe durante el camino, no saltaré.» Hay un montón de cosas interesantes en este artículo. No se te olvide, si alguna vez caminas por un puente y te cruzas con una persona, sonríele 😉
La gran mayoría de las personas que intenta suicidarse se arrepienten mientras caen al vacío o tras ingerir una sobredosis de medicamentos. Este dato está sacado de las personas que sobrevivieron a su intento de suicidio.
Testimonio de una persona que sobrevivió a su intento de suicidio
«Tomé una sobredosis de trazodona. Una cantidad letal. Salí a fumar lo que supuse era mi último cigarrillo. En esos minutos descubrí que todo lo que veía como negativo en mi vida no era para tanto. Lo vi todo de una manera más optimista. Rápidamente me metí los dedos para vomitar. Intenté combatir el sueño.
Me dolía todo el cuerpo. Mis oídos zumbaban terriblemente. Llegué a la conclusión de que tarde o temprano me dormiría y que no sabía si algún día despertaría. Fui rápidamente a urgencias. Días después me vio un psiquiatra. Esto fue en 2009. En mayo me gradué y mañana tengo una entrevista.
Saber que vas a morir cambia por completo toda tu visión de la vida de una manera instantánea.»
Recuerdo haber leído un artículo acerca de un hombre que sobrevivió a su intento de suicidio desde el puente Golden Gate. Su primer pensamiento después de saltar fue de arrepentimiento inmediato.
Si quieres profundizar más sobre este tema te invito que leas este artículo más completo: Prevención del suicidio