La técnica de la tortuga para el autocontrol infantil

nenes mirando una tortuga para aprender de ella

Es posible que hayas escuchado esta técnica para que los niños con TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad), ya que les funciona muy bien, pero en realidad, es una técnica de autocontrol que puede trabajar cualquier niño. Esta técnica es ideal para que los niños tomen conciencia de sus emociones más intensas y sobre todo, para que sean capaces de controlarlas antes de que se desborden y causen un mal comportamiento.

Qué se consigue

Con la técnica de la tortuga se consigue que el niño sea consciente de sí mismo y de sus emociones más intensas, pero también, se tiene en cuenta algunos beneficios que no se puede pasar por alto. Esta técnica es ideal para tus hijos pequeños y no tan pequeños porque:

  • Asertividad. Será capaz de expresar sus necesidades de forma asertiva. Las malas conductas de los niños hiperactivos pueden aparecer en cualquier momento, sobre todo en los niños que tienen más dificultad para controlar su impulsividad. En estos casos, la técnica de la tortuga les enseñará a a tener un tiempo para sí mismos antes de responder, serán capaces de evaluar lo que está ocurriendo, encontrar el momento para calmarse y así, dar una respuesta adecuada sin agresión de ningún tipo.
  • Autonomía. Además del autocontrol también potenciará la autonomía. Los niños serán capaces de ser responsables de su propio comportamiento pero también fomentará la independencia a través de esta técnica. El niño comprenderá que es él el responsable y encargado de controlar su conducta. Las emociones se deben sentir, pero el comportamiento se puede ajustar.
  • Menos ansiedad. Esta técnica ayudará al niño a reducir los niveles de ansiedad ante una situación determinada. Al tener menos ansiedad tendrá más control sobre su comportamiento y sentirá que es capaz de conseguir cualquier cosa con su buen comportamiento.

tortuga de tierra caminando

Qué es

Si eres padre o madre es más que seguro que te hayas enfrentado a situaciones donde tus hijos se han comportado de manera impulsiva y posiblemente, con un mal comportamiento. Esto ocurre porque el niño se deja arrastrar por sus emociones y no entiende qué siente y por qué siente eso. Es trabajo de los padres enseñar a los niños técnicas y formas de que entiendan mejor sus emociones para que aprenda a controlar poco a poco sus emociones.

Las rabietas, las conductas agresivas o impulsivas… es necesario detener estas situaciones. Una forma de manejar esto es a través de la técnica de la tortuga. Se realiza en niños de 3 a 7 años, pero se puede utilizar con niños más mayores, dependiendo de sus características y maduración. En todos los casos, los niños necesitan aprender a gestionar sus emociones, sobre todo aquellas más intensas.

Los niños pequeños cuando expresar sus emociones lo hacen de manera muy intensa. Su cerebro racional aún no está formado de todo, necesita una guía para poder comprender su comportamiento asociado a la emoción. Es por esto que los niños aún son capaces de actuar sin pensar en las consecuencias.

La técnica de la tortuga se puede considerar como un juego que ayudará los niños a controlar y entender sus emociones y de este modo, construir mejor su cerebro racional. Es por lo tanto, una técnica para que los niños aprendan autocontrol, resiliencia y asertividad. Además, será capaz de poder afrontar de manera más positiva las posibles frustraciones que viva en su día a día. No le será necesario tener un comportamiento agresivo hacia sí mismo o hacia los demás.

aprender de la tortuga

Cómo se realiza

Al principio de la técnica tendrás que guiar a tu hijo paso a paso hasta que sea capaz de dominar la técnica por sí mismo. Una vez que sepa cómo funciona podrá aplicarla él solo siempre que le sea necesario. El objetivo es que sea capaz de utilizar la postura de la técnica de la tortuga siempre que sienta que va a explotar. Es una forma de aplicar autocontrol en momentos de irritación.

Para aplicar la técnica de la tortuga se requiere seguir una serie de pasos. A continuación podrás saber cómo aplicarla:

  • Primer paso. Primero se habla con el niño sobre cómo son las tortugas y se le dice que imite a una. El niño tendrá que imitar a la tortuga cuando se mete dentro de su caparazón. Para conseguirlo el niño tendrá que recoger su cuerpo sobre sí mismo. Esta postura le ayudará a tomar conciencia de sus emociones y poner distancia entre ellas.
  • Segundo paso. Mientras está en la postura de recogimiento tendrá que destensar los músculos favoreciendo el control de la rabia y la frustración. Esto es importante porque la relajación es incompatible con la tensión muscular que genera la conducta impulsiva. A medida que el niño se relaja lo harán también sus emociones.
  • Tercer paso. Solucionar el conflicto. Una vez que se está en este paso, se buscará una solución al problema para que el niño abandone el mal comportamiento y que escoja el camino que debe seguir. El niño aprenderá a buscar soluciones a los problemas y sabrá qué hacer cuando salga de la posición de la tortuga. En este punto, al menos al principio, es muy importante que le guíes dándole algunas ideas.
  • Cuarto paso. Cuando sienta relajación y sepa qué medidas tomar, podrá abandonar la postura de la tortuga y poner en práctica la solución que ha pensado como más adecuada.

Como has podido comprobar esta técnica ayuda al niño a tener conocimiento de la emoción que está sintiendo, de tener estrategias de relajación y aprender control de sus conductas negativas así como encontrar soluciones a lo que le molesta o le preocupa.

nene con tortuga en la mano para mirarla

Para más mayores y TDAH

Como hemos ducho al principio esta técnica es ideal para niños con TDAH porque les ayudará a mantener bajo control sus impulsos. Aunque esta técnica esté pensada para niños y niñas de entre 3 y 7 años por su nivel de maduración mental y emocional, también se puede aplicar para niños más mayores.

En este sentido, se pueden utilizar técnicas parecidas aunque no sea ‘una tortuga’, sobre todo, para enseñar a pararse, relajarse y buscar soluciones. Para que funcione en niños más mayores es mejor no mencionar la técnica de la tortuga pero sí enseñar la forma de autocontrol.

Como ves, esta técnica es ideal para poder aplicar a cualquier niño. Es importante resaltar que funciona muy bien en niños con impulsividad y conductas disruptivas a causa de estrés emocional. Es ideal para trabajar tanto en casa como en las escuelas.


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