Procrastinar es «dejar para más adelante». La gente indecisa o que se ocupa de muchas cosas a la vez está deseando buscar cualquier excusa para escaparse de sus tareas. Una cosa es un hábito funcional (por ejemplo, escuchar la radio mientras estudias) y otra usarlo para evadir responsabilidades. Muchos de nuestros hijos buscan cualquier excusa para levantarse de la mesa de estudio.
Hay dos conceptos:
1) Persona indecisa: se va armando de deberes y no se puede centrar. Es pasto del estrés.
2) Agobio ante responsabilidades: provoca la búsqueda de excusas para evadirlas.
Esto se convierte en un problema grave cuando esta actitud se convierte en una constante en nuestra vida. Tenemos que ser ordenados con el planning de nuestra semana para ir acabando con las cosas más importantes de nuestra lista. Tachar tareas ofrece un estímulo muy gratificante. Hay que organizarse y establecer el tiempo que necesitamos para concluir nuestras tareas. Es una cuestión de autodisciplina. Todo lo que haces proyecta una imagen de eficiencia ante los demás; además, ser transparente en tus tareas facilita que otras personas puedan echarte una mano. Ponte plazos: los límites temporales son la mejor manera de acabar con la procrastinación y lograr la SUPERACION PERSONAL.
Qué es la procrastinación y por qué ocurre
Procrastinar es posponer intencionalmente tareas que sabemos que debemos hacer, sustituyéndolas por actividades más fáciles o placenteras. Suele aparecer por evitar emociones desagradables (aburrimiento, miedo, inseguridad), por agobio ante tareas grandes o difusas, por falta de interés, por miedo al fracaso o al éxito, o por hábitos poco saludables reforzados con el tiempo. Identificar si te repites las mismas excusas, si aplazas siempre lo mismo o si dejas todo para el último momento es la primera señal para actuar.
Efectos de posponer de forma habitual
Cuando postergamos de manera repetida, cae la productividad y aumentan la culpa y la ansiedad. Pueden aparecer insomnio, estrés sostenido, baja autoestima y peores resultados en estudios o trabajo. En el tiempo, también impacta en oportunidades profesionales y en la calidad de nuestras relaciones.
Estrategias prácticas y contrastadas
- Reconoce el patrón: distingue entre un descanso legítimo y la evasión. Un descanso real es breve (5–15 minutos) y recupera energía; al procrastinar, solemos perdernos en pantallas por más tiempo.
- Prioriza y recorta: usa la matriz urgente/importante para enfocar lo esencial y elimina tareas accesorias que solo llenan la lista.
- “Cómete la rana”: aborda lo más difícil a primera hora para ganar impulso.
- Divide y conquista: trocea proyectos grandes en pasos concretos; define qué significa “listo” para cada tarea y evita el perfeccionismo paralizante.
- Captura todo: utiliza una lista o app fiable (GTD) para vaciar tu mente, poner fechas y revisar diariamente.
- Gestión del tiempo: Técnica Pomodoro (25/5), time blocking, timeboxing y regla de los 2 minutos para lo inmediato.
- Plan de acción: fija objetivos claros, plazos realistas y un orden secuencial; prepara el día anterior lo que harás al empezar.
- Gestiona la energía: sueño, nutrición, ejercicio y regulación emocional (respiración, mindfulness) reducen el impulso de evitar.
- Minimiza distracciones: notificaciones fuera, escritorio limpio, horarios específicos para email/redes.
- Compromiso y apoyo: hazlo público (cadena de Seinfeld), aprende a decir “no”, y pide ayuda cuando sea oportuno.
- Hábitos y herramientas: crea rutinas, usa herramientas que te motiven, lleva seguimiento del tiempo, revisa tus metas y, si una tarea ya no aporta, abandónala conscientemente.
- Amabilidad contigo: evita el autoataque; premia avances y celebra pequeñas victorias.
Ganar claridad para dejar de evitar
La claridad es antídoto de la dilación. Conecta tu trabajo con objetivos mayores, entiende el impacto de lo que haces y aclara prioridades para saber qué aporta más valor. Cuando cada paso tiene sentido, disminuye la resistencia y aumentan el enfoque y la constancia.
Os dejo un extracto del programa Redes en donde se trata este tema. Por cierto, Punset está mejor con el pelo largo
Adoptar estas estrategias no es una carrera de velocidad. Empieza pequeño, mantén la constancia y ajusta el sistema a tu realidad: con plazos claros, prioridades visibles y hábitos sostenibles, el “luego” deja paso a lo importante.