El contacto piel con piel entre la madre y su bebé recién nacido es una práctica ampliamente recomendada por expertos en neonatología y pediatría. Esta técnica proporciona numerosos beneficios tanto para el bebé como para la madre, mejorando su bienestar físico y emocional desde el primer instante de vida.
¿Qué es el contacto piel con piel?
El contacto piel con piel consiste en colocar al recién nacido directamente sobre el pecho desnudo de su madre inmediatamente después del parto. Este contacto debe mantenerse durante al menos una hora para favorecer la adaptación del bebé al nuevo entorno.
Beneficios del contacto piel con piel para el bebé
La ciencia ha demostrado que el contacto piel con piel tiene múltiples beneficios para el recién nacido:
- Regula la temperatura corporal: El cuerpo de la madre actúa como un regulador natural de la temperatura del bebé.
- Estabiliza la frecuencia cardíaca y respiratoria: El ritmo del corazón y la respiración del bebé se sincronizan con los de la madre.
- Reduce el llanto: Los bebés que tienen contacto piel con piel lloran menos que aquellos que son separados de sus madres al nacer.
- Favorece la lactancia materna: El bebé muestra instintivamente reflejos de succión que facilitan el acoplamiento al pecho materno.
- Refuerza el sistema inmunológico: La microbiota materna ayuda al bebé a desarrollar bacterias beneficiosas en su organismo.
Beneficios del contacto piel con piel para la madre
Además del bienestar del bebé, la madre también experimenta ventajas significativas:
- Favorece la producción de oxitocina: Esta hormona, conocida como la «hormona del amor», ayuda a reducir el estrés y mejora el estado emocional de la madre.
- Reduce el riesgo de depresión postparto: La interacción activa con el recién nacido genera sensaciones de tranquilidad y vinculación.
- Facilita la lactancia materna: La cercanía del bebé estimula la producción de leche y favorece un mejor acoplamiento.
- Mejora el vínculo afectivo: El contacto cercano refuerza el instinto maternal y el apego entre madre e hijo.
El método canguro: Una solución para bebés prematuros
En bebés prematuros, el método madre canguro se ha convertido en una alternativa eficaz a la incubadora. Esta práctica, recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), consiste en proporcionarles calor a través del contacto directo con el cuerpo de sus padres durante largos periodos de tiempo.
El impacto del contacto piel con piel en la salud emocional
El apego es un aspecto fundamental en el desarrollo psicológico del bebé. Estudios han demostrado que el contacto piel con piel fortalece el lazo afectivo entre madre e hijo, reduciendo la posibilidad de problemas emocionales en el futuro.
De hecho, el contacto físico en la infancia es crucial en la formación del carácter del bebé y su posterior desarrollo social. Un bebé que recibe amor y atención constante en sus primeros meses de vida es más propenso a convertirse en un adulto seguro y emocionalmente estable.
¿Cuánto tiempo debería mantenerse el contacto piel con piel?
La recomendación general es que el contacto piel con piel se mantenga durante al menos una hora inmediatamente después del parto. Sin embargo, en el caso de bebés prematuros, se sugiere un mínimo de ocho horas diarias distribuidas a lo largo del día.
¿Qué ocurre si no se puede realizar inmediatamente?
En algunas situaciones médicas, no es posible realizar el contacto piel con piel justo después del nacimiento. Cuando esto ocurre, se recomienda iniciarlo en cuanto sea posible o que el padre desempeñe este papel hasta que la madre pueda hacerlo.
El contacto piel con piel es una práctica esencial para el desarrollo saludable del recién nacido y el bienestar de la madre. Desde su capacidad para regular las funciones vitales del bebé hasta su impacto en la salud emocional y el vínculo afectivo, esta técnica debería ser una prioridad en los protocolos de atención neonatal en todo el mundo.