Las virtudes de las personas nos hacen ser quienes son. Nos hacen pensar y recapacitar en la vida, tener ciertos pensamientos y tipos de acción que nos definen. Las virtudes se pueden trabajar en la personalidad de uno mismo para mejorar y crecer en todos los aspectos.
A continuación vamos a hablarte sobre qué son las virtudes de una persona y cuáles son aquellas más habituales para que, si lo crees necesario, comiences a trabajar en ti mismo y conseguir de esta manera, mejorar la relación contigo mismo y con los demás.
Qué son las virtudes
Cuando hablamos de virtudes, estamos haciendo referencia a la moral de las personas. Una persona que tiene una moral excelente tendrá un carácter compuesto de virtudes valoradas como buenas tanto a nivel personal como social.
Las personas que tiene virtudes suelen ser personas honestas, respetuosas, valientes, saben perdonar, suelen ser amables consigo mismo y con los demás, y un largo etc. Hay tantas virtudes como personas en el mundo, pero es importante que en cualquier caso, se sepan cuáles son algunas de las más importantes para poder tenerlas en el interior de uno mismo. Las personas con buenas virtudes hacen lo correcto sin importar otra cosa, no les importa “el qué dirán”, sus acciones van acorde a sus propios principios y valores éticos.
Hay quienes pensarán que las virtudes son innatas en las personas, pero nada más lejos de la realidad… se pueden cultivar para que puedas actuar en tu vida acorde a unos buenos valores. No caen en los deseos o en los impulsos. Llevan el timón de sus vidas y actúan respetándose a sí mismos y a los demás. De esta manera, encuentran la felicidad.
Practicar las virtudes en tu vida
Las virtudes son algo que todo el mundo puede aprender y en realidad, son cualidades que te aportarán bienestar. Cuando quieres aplicar virtudes en tu vida y las desarrollas poco a poco, al final y con el tiempo, acabarán pasando a formar parte de tu carácter. Tendrás relaciones más saludables con otras personas y te darás cuenta de cómo la vida merece la pena ser vivida.
En realidad, si nunca te has parado a pensar en estas virtudes ni tampoco a llevarlas a cabo, entonces puede que al principio no sea algo fácil para ti. Todos sabemos que para alcanzar metas se necesita constancia y perseverancia y aún así, no siempre se consiguen.
Pero las virtudes siempre te traerán cosas buenas, sobre todo con para ti mismo. Por ejemplo, si perdonas a otros por un daño que te han hecho, no les estás liberando de la culpa… simplemente estás liberándote a ti de emociones negativas que pueden acabar afectando a tu salud o a tu vida en general.
Las virtudes que puedes practicar
Las virtudes que puedes practicar en tu vida son muchas, pero debes tener en cuenta algunas de las más importantes. ¿Por qué? Porque practicarlas te ayudará a sentirte mejor contigo mismo y con los demás, y también, te ayudará a darte cuenta que tus acciones siempre tendrán resultados diferentes dependiendo del tipo de acción que escojas. Y en este caso, ¡es mejor que sean acciones que te aporten cosas buenas! ¿O no?
No te pierdas algunas de las virtudes que puedes comenzar a aplicar en tu vida desde ahora mismo, ¡te darás cuenta cómo la vida comienza a cambiar a mejor!
- Disciplina. La disciplina permite a una persona que sea capaz de conseguir sus metas. Por ejemplo para completar una carrera, para acabar un proyecto, para realizar ejercicio físico que le permita mantener una mejor salud, etc.
- Amabilidad. La amabilidad es fundamental en las relaciones sociales, ¡pero también hacia uno mismo! La amabilidad puede hacer que tu estado de ánimo cambie, ¡y el de los demás también!
- Creatividad. La creatividad es fundamental en la vida, es la que te ayudará a encontrar las soluciones a los problemas. Una mente racional necesita también una dosis extra de creatividad.
- Confianza. ¿Qué es una relación sin confianza? Tienes que cultivar la confianza contigo mismo pero también con los demás, solo así conseguirás unas relaciones interpersonales de calidad. Eso sí, no confíes en todo el mundo… solo en aquellos que realmente merecen tu confianza.
- Gratitud. ¡Es de buen nacido ser agradecido! Incluso en los momentos más críticos de tu vida, la gratitud puede hacer que te sientas mejor y que cambie tu perspectiva. Se puede sacar algo bueno de las cosas negativas y además, agradecer a uno y a los demás siempre hará que tu corazón brille más.
- Servicial. Ser servicial con otros también te ayudará a ser una persona mucho más agradable para los demás y te sentirás mejor contigo mismo. Aunque en este sentido, debes recordar que para ser servicial con otros debes querer hacerlo… por obligación sin que salga del corazón hacerlo, no es un acto servicial.
¿Puedo ser una persona con virtudes?
¡Por supuesto! Todos tenemos virtudes en nuestro carácter, solo que en ocasiones no siempre lo vemos. En este sentido, es necesario que te des cuenta de todo lo bueno que tienes y que puedes conseguir en tu vida y en la de otros. Si crees que escaseas en virtudes, ¡solo tienes que ponerte manos a la obra y comenzar a practicarlas más!
Sabrás que tienes más virtudes en tu día a día solo observando cómo otras personas te responden a las acciones que realizas. Tus amigos, familiares, tus compañeros de trabajo e incluso tus vecinos sabrán que eres buena persona, confiarán en ti y sabrán que si necesitan algo solo tendrán que decírtelo. Además, también sentirán que si tú necesitas algo, siempre podrán estar a tu lado para hacer lo que necesites, porque te lo has ganado siendo la persona virtuosa que eres.
Las personas querrán estar cerca de ti porque se sentirán bien a tu lado. Serás una inspiración para muchos y te reconocerán como una persona con un gran carácter y siempre con buen corazón porque sabes tomar las decisiones correctas en cualquier momento.
Practicar las virtudes en tu día a día, te permitirá desarrollar todo tu potencial y vivir una vida mejor y con mejor propósitos. No tendrás una vida ordinaria, ¡tu vida se convertirá en extraordinaria!