Los estudios sobre el sueño son relativamente recientes y, aunque hoy entendemos mucho mejor cómo dormimos, gran parte de lo que sabemos se ha descubierto en las últimas décadas. A continuación encontrarás una guía completa con datos llamativos, hallazgos científicos y hábitos prácticos para dormir mejor.
Los 8 datos más interesantes sobre el sueño
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El período más largo sin dormir registrado de forma controlada ronda los 11 días (264 horas). Quien lo llevó a cabo sufrió alucinaciones, paranoia, visión borrosa y trastornos del habla y la memoria. No es seguro intentarlo: la privación de sueño deteriora el sistema inmunitario, la cognición y la regulación emocional.
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Lo ideal es tardar en dormirse entre 10 y 15 minutos (un rango clínico frecuente amplía hasta 20). Esto indica que estás lo bastante cansado para dormir bien, pero no tan agotado como para tener somnolencia diurna. Si te duermes en menos de 5 minutos, puede haber deuda de sueño acumulada.
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Grandes accidentes como el del transbordador Challenger o el de Chernóbil se han relacionado con errores humanos en los que la falta de sueño jugó un papel relevante.
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El ‘despertador natural’ que permite a algunas personas despertarse a una hora similar se asocia a una descarga de adrenocorticotropina (hormona del estrés) antes del despertar.
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Los seres humanos duermen, en promedio, unas tres horas menos que otros primates como los chimpancés, probablemente por adaptaciones evolutivas y sociales.
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Algunas aves acuáticas, como ciertos patos en riesgo de depredación, pueden mantener medio cerebro despierto mientras el otro duerme (sueño unihemisférico).
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La mayoría de lo que sabemos sobre el sueño se ha aprendido en las últimas décadas gracias a la neuroimagen, la polisomnografía y la cronobiología.
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Uno de los mayores enemigos del sueño es la accesibilidad a internet 24/7: la luz azul de las pantallas altera la melatonina y el ritmo circadiano. Guardar pantallas 30-60 minutos antes de dormir ayuda.
Más curiosidades científicas del sueño

- La luna afecta al sueño: en días cercanos a luna llena solemos acostarnos más tarde y dormir menos, aunque el mecanismo no está claro.
- Hablar dormido (somniloquia) muestra componente genético y es más frecuente en hombres y niños.
- Sonambulismo: afecta aproximadamente entre el 3% y el 7% de la población; muchos casos pasan desapercibidos.
- Quemamos calorías al dormir: en torno a 50 kcal por hora (unas 400 kcal en 8 horas), dependiendo de masa corporal y fase del sueño.
- Hasta un 20% puede dormir con los ojos entreabiertos (lagoftalmos nocturno), lo que favorece sequedad ocular.
- Hipnagógicas e hipnopómpicas: alrededor del 70% ha experimentado alucinaciones al conciliar el sueño o al despertar.
- Nadie duerme de un tirón: los microdespertares son parte natural de los ciclos de sueño.
- Soñamos todas las noches: solemos tener 4-6 sueños; se recuerdan mejor si despertamos en fase REM.
- Blanco y negro: cerca del 12% sueña sin color; se ha propuesto que los hábitos visuales influyen.
- Sueños lúcidos: en ellos existe conciencia onírica y cierto control del contenido.
- Emociones intensas: reaccionamos en sueños con respuestas afectivas comparables a la vigilia.
- Parálisis del sueño: estado breve (1-3 minutos) de conciencia sin poder moverse o hablar.
- Personas ciegas también sueñan: si la ceguera es congénita, predominan sonidos, tacto y olfato.
- Sueño segmentado: históricamente se dormía en dos tramos separados por un periodo de vigilia tranquila.
- Sistema glinfático: durante el sueño el cerebro elimina residuos potencialmente nocivos a través de una red de limpieza.
- Lóbulo temporal: participa en la generación de escenas oníricas y contenido simbólico.

Hábitos y consejos de higiene del sueño

- Rutina regular: fija horas consistentes para acostarte y levantarte; ventila el dormitorio a diario y cuida la oscuridad y el silencio.
- Pantallas fuera: evita luz azul 30-60 minutos antes de dormir. La accesibilidad 24/7 eleva la activación cognitiva.
- Actividad física y luz diurna: moverte a lo largo del día y exponerte al sol fortalece tu ritmo circadiano. Cena ligero y deja 1,5 h antes de acostarte.
- Siesta inteligente: si la tomas, que sea de 20-30 minutos. Existe un bajón circadiano natural tras el mediodía.
- No se compensa durmiendo de más: la deuda de sueño no se recupera solo con un atracón de horas; prioriza constancia.
Animales y sueño: comparativas curiosas

- Elefantes: duermen muy poco y pueden entrar en REM solo cada 3-4 días.
- Tigres y bebés: un tigre adulto y un recién nacido humano rondan las 16 horas diarias.
- Koalas: líderes del descanso, con 18-22 horas al día.
- Mascotas e insectos: muestran signos similares de insomnio (más torpeza, aprendizaje lento) cuando duermen poco.
Insomnio: datos básicos y tratamiento

El insomnio es el trastorno del sueño más común y afecta a alrededor del 30% de los adultos. Se define como dificultad para conciliar o mantener el sueño, de forma transitoria o persistente.
- Causas médicas: estrés, dolor crónico, problemas cardíacos o tiroideos, acidez y síndrome de piernas inquietas.
- Estilo de vida: horarios irregulares, poco ejercicio, escasa luz solar, pantallas antes de dormir y trabajo por turnos.
- Tratamiento: prioriza higiene del sueño y Terapia Cognitivo-Conductual para el Insomnio (TCC-I). Los fármacos hipnóticos pueden ser opción a corto plazo bajo supervisión.
Un poco de humor con este vídeo para acabar este artículo:
El sueño es un proceso activo que restaura tu cerebro, equilibra tus hormonas y consolida tus recuerdos; conocer estos datos y aplicar hábitos sencillos puede transformar tu energía, tu concentración y tu salud a cualquier edad.
