Cuando se habla de comportamiento agresivo estamos hablando de que a causa de este tipo de acciones, las personas pueden causar daño físico o emocional a los demás. Puede variar desde el abuso verbal hasta el físico. También puede implicar dañar la propiedad de otros. El comportamiento agresivo viola las fronteras sociales entre las personas y puede conducir a la ruptura de las relaciones. Puede ser una violencia sutil o no sutil.
Los arrebatos agresivos ocasionales son comunes e incluso normales en las circunstancias correctas. Sin embargo, tendrás que hablar con tu médico si experimentas un comportamiento agresivo con frecuencia o en patrones. Cuando una persona tiene un comportamiento agresivo puede sentirse irritable o inquieto, impulsivo, le puede resultar difícil controlar sus acciones.
Es posible que la persona no sepa qué comportamientos son socialmente apropiados. En otros casos, puede actuar agresivamente a propósito. Por ejemplo, puede usar un comportamiento agresivo para vengarse o provocar a alguien. También puede dirigir un comportamiento agresivo hacia sí mismo. Es necesario comprender las causas del comportamiento agresivo para intentar abordarlo.
Por qué los niños pueden ser agresivos
Por sorprendente que parezca, la agresión es una parte normal del desarrollo de un niño. Muchos niños cogen juguetes de sus compañeros de clase, golpean, patean o gritan de vez en cuando en la cara. Un niño más pequeño todavía está aprendiendo todo tipo de nuevas habilidades, desde usar tijeras hasta hablar en oraciones complejas. Un niño puede frustrarse fácilmente con todo lo que está tratando de lograr y terminar arremetiendo contra un compañero de juegos.
Si tu hijo asiste a un centro educativo se está acostumbrado a estar fuera de casa, puede que sienta cierto resentimiento cuando otros niños le molestan. Otras veces puede que la agresión infantil solo sea porque esté cansando o con hambre pero no sepa expresar cómo se siente y por eso lo manifiesta mordiendo, dando golpes o teniendo una rabieta.
Incluso un niño mayor en edad escolar puede seguir teniendo problemas para controlar su temperamento. Un problema de aprendizaje podría dificultarle escuchar, concentrarse o leer, lo que obstaculizaría su desempeño en la escuela y le causaría un sinfín de frustración. O tal vez un problema psicológico (como un divorcio reciente o una enfermedad en la familia) está provocando más dolor e ira de los que puede soportar.
Cualquiera sea la causa de la agresión de un niño, es probable que eventualmente lo supere a medida que se vuelva más hábil en el uso de palabras en lugar golpear para resolver sus problemas. La clave es ayudarle a darse cuenta, más temprano que tarde, que obtendrá mejores resultados al hablar de lo que le molesta que al tirar del cabello de su compañero de la escuela o de su hermana.
Posibles causas de la agresividad infantil
Muchas cosas pueden moldear el comportamiento de un niño. Estos pueden incluir la salud física, salud mental, la estructura familiar, las relaciones con otros, el ambiente laboral o escolar, los factores sociales o socioeconómicos, los rasgos individuales y las experiencias vitales.
Cuando ocurre en los adultos, se puede actuar de forma agresiva en respuesta a experiencias negativas. Por ejemplo, puedes volverte agresivo cuando te sientes frustrado. Tu comportamiento agresivo también puede estar relacionado con la depresión, la ansiedad, el trastorno de estrés postraumático u otras afecciones de salud mental.
Causas de salud del comportamiento agresivo
Muchas condiciones de salud mental pueden contribuir al comportamiento agresivo. Por ejemplo, estas condiciones incluyen:
- Desorden del espectro autista
- Trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH)
- Desorden bipolar
- Esquizofrenia
- Desorden de conducta
- Trastorno explosivo intermitente
- Trastorno de estrés postraumático (TEPT)
El daño cerebral también puede limitar su capacidad para controlar la agresión. Puede experimentar daño cerebral como resultado de una lesión cerebral, infecciones o algunas enfermedades.
Las diferentes condiciones de salud contribuyen a la agresión de diferentes maneras. Por ejemplo, si tienes autismo o trastorno bipolar, puedes actuar agresivamente cuando te sientes frustrado o no puedes hablar sobre tus sentimientos. Si tienes un trastorno de conducta, actuarás agresivamente a propósito.
Causas en los niños
La agresión en los niños puede ser causada por varios factores. Estos pueden incluir:
- Habilidades de relación deficientes
- Condiciones de salud subyacentes
- Estrés o frustración
Tu hijo podría imitar el comportamiento agresivo o violento que ve en su vida diaria. Pueden recibir atención por parte de familiares, maestros o compañeros. Puede alentarlo accidentalmente ignorando o premiando su comportamiento agresivo. A veces, los niños arremeten por miedo o incertidumbre. Esto es más común si tu hijo tiene esquizofrenia, paranoia u otras formas de psicosis. Si tienen trastorno bipolar, podrían actuar agresivamente durante la fase maníaca de su condición. Si tienen depresión, pueden actuar agresivamente cuando se sienten irritados.
Un niño también puede actuar agresivamente cuando tiene problemas para manejar sus emociones. Puede que les resulte especialmente difícil lidiar con la frustración. Esto es común en niños que tienen trastorno del espectro autista o trastornos cognitivos. Si se frustran, es posible que no puedan arreglar o describir la situación que causa su frustración. Esto puede llevarlos a mostrar agresividad infantil.
Los niños con TDAH u otros trastornos disruptivos pueden mostrar falta de atención o comprensión. También pueden parecer impulsivos. En algunos casos, estos comportamientos pueden considerarse agresivos. Esto es especialmente cierto en situaciones en que sus comportamientos son socialmente inaceptables.
Causas en los adolescentes
El comportamiento agresivo en los adolescentes es bastante común. Por ejemplo, muchos adolescentes actúan groseramente o a veces se pelean entre ellos. Sin embargo, un adolescente podría tener un problema con el comportamiento agresivo si regularmente:
- Grita en las conversaciones o discusiones
- Se pelea con otros
- Intimida a otros
- En algunos casos, pueden actuar agresivamente en respuesta a:
- El estrés
- Presión de los iguales
- Abuso de sustancias
- Relaciones poco saludables con miembros de la familia u otras personas
La pubertad también puede ser un momento estresante para muchos adolescentes. Si no entienden o saben cómo hacer frente a los cambios durante la pubertad, su hijo adolescente puede actuar agresivamente. Si tienen una condición de salud mental, también puede contribuir a un comportamiento agresivo.