Una persona con PAS (personas altamente sensibles) se caracteriza entre otras cosas por tener un grado de sensibilidad y de empatía superior al resto de las personas. A pesar de lo que pueda parecer en un principio, una persona con PAS no está enferma ni sufre ningún tipo de problema psicológico. Esto supone un cierto alivio para aquellas personas que creen tener o padecer este rasgo propio de la personalidad.
En el siguiente artículo te explicamos cómo saber si eres un persona PAS y qué hacer al respecto.
Personas altamente sensibles
Las personas con PAS poseen una característica que va a influir de manera directa en la forma en que perciben el mundo que les rodea. No tiene que ser un rasgo negativo, sino más bien una característica única que puede afectar a la vida del día a día. La hipersensibilidad que sufren las personas con PAS no es una característica patológica de la personalidad, aunque se trata de un rasgo propio de la personalidad que va influir de una manera directa en el propio bienestar emocional.
La mala aceptación por parte de la sociedad puede llegar a provocar graves problemas mentales como es el caso de la ansiedad o de la depresión. Acto seguido hablamos de los rasgos distintivos o más característicos de una persona que sufra PAS:
Gran sensibilidad a los estímulos sensoriales
Si alguna vez te has sentido superado por las luces muy intensas, por los ruidos fuertes o por las texturas ásperas, es muy posible que seas PAS. Las personas altamente sensibles suelen experimentar una sensibilidad extrema a los estímulos sensoriales. Son personas que evitan a toda costa los lugares ruidosos o que prefieren las texturas suaves.
Profundidad a nivel emocional
Una fuerte conexión emocional con otras personas es otras de las características de las personas que son altamente sensibles. Una mayor capacidad para empatizar unida a la capacidad para comprender profundamente las situaciones emocionales es algo que puede evidenciar que una persona sea PAS. Se trata sin lugar a dudas de uno de los rasgos más característicos de esta clase de personas.
Deseo de pasar tiempo a solas
Es normal que una persona que padece PAS prefiera pasar mucho tiempo a solas para poder recargarse de nuevo. Pasar mucho tiempo con otras personas puede llegar a agotarla a desde el punto de vista emocional. Hay un fuerte deseo de tranquilidad y soledad que se manifiesta a la hora de relacionarse con los demás.
Pensamiento reflexivo
Ser detallista y tener un pensamiento reflexivo son rasgos típicos en las Personas Altamente Sensibles. Es normal que una persona con PAS reflexione continuamente sobre diferentes aspectos de la vida. También suele notar detalles o darse cuenta de ciertas cosas que otras personas suelen pasar por alto.
Reacciones intensas a ciertas sustancias
Las PAS pueden tener reacciones más intensas de lo normal a sustancias tales como son la cafeína, el alcohol o ciertos medicamentos. Observar cómo el cuerpo responde a estas sustancias puede ser un rasgo claro e identificativo de que la persona posee PAS.
Cierta aversión al conflicto
Las personas altamente sensibles suelen sentirse incómodas en situaciones de pelea o de conflicto con otras personas. También se trata de personas que se muestran muy sensibles al ambiente que les rodea. Una persona con PAS suele rehuir rápidamente de una situación tensa o de conflicto con otra persona.
Qué hacer si eres un persona PAS
Una vez se tiene alguno de los rasgos arriba vistos, es importante el aceptar que eres una persona altamente sensible. Mucha gente no termina de aceptar este hecho, algo que puede provocar ciertos problemas en el día a día. No hay que juzgarse ni culpabililzarse por ello ya que es mucho mejor aprender una serie de estrategias que ayuden en los diferentes ámbitos de la vida.
El desconocimiento por parte de la sociedad de este rasgo de la personalidad hace que muchas veces las personas con PAS sean objeto directo de comentarios injustos y crueles. Las personas altamente sensibles suelen ser etiquetadas como blandas o lloricas, cuando esto es algo totalmente erróneo. Es por ello que el peor enemigo de este rasgo de la personalidad no es su alta sensibilidad sino la falta de sensibilidad de una parte de la sociedad.
El primer paso para alcanzar el equilibrio emocional es el de aceptar la propia sensibilidad. Hay que encontrar la mejor manera para poder cuidarse de manera adecuada, establecer límites que sean saludables y permitir que la sensibilidad sea una fuente de fortaleza en vez de que sea una carga para la persona. Aceptar y abrazar esta sensibilidad es el primer paso hacia el equilibrio emocional. Encuentra maneras de cuidarte, establece límites saludables y permite que tu sensibilidad sea una fuente de fortaleza en lugar de una carga.
Cómo hay que tratar a una persona PAS
Se estima que casi un 20% de la población actual pueda llegar a ser PAS. En ocasiones tratar con alguien con este rasgo de la personalidad puede llegar a ser difícil y complicado. El problema se da tanto en la persona con PAS como en la persona que lo trata. Para evitar que la cosa pueda ir a peor, es aconsejable seguir una serie de pautas o recomendaciones:
- Empatizar lo máximo posible con la persona. Es bueno ponerse en su lugar y entenderla.
- Proporcionar comprensión y aceptación a partes iguales.
- No juzgar ni etiquetar de manera negativa a la persona. Las etiquetas no son buenas compañeras y solo van a empeorar la situación en cuestión.
- Evitar enrarecer el ambiente y no propiciar ciertos conflictos.
- Respetar la forma de actuar de la persona con PAS.
- Aumentar la dosis de sensibilidad.
En definitiva, si eres una persona altamente sensible no es el fin del mundo ni se debe dramatizar ya que es el inicio de un maravilloso viaje hacia el autodescubrimiento y la comprensión de las fortalezas. Abraza con toda tu fuerza tu sensibilidad, dale valor a todos tus dones y virtudes y recuerda en todo momento que formas parte de una sociedad maravillosa.