Luis salió a la calle este 1 de enero del 2012 dispuesto a comprar el pan. En su mente rondaba el propósito de dejar de fumar que había establecido semanas anteriores.
Sin embargo, su cerebro le pedía un cigarrillo y su mente elaboraba varias excusas para abandonar este propósito: «Lo que voy hacer es tratar de fumar menos». Como había salido de casa sin tabaco, la noche anterior había destruido sus últimos cigarros, se veía en la obligación de pedir un cigarro a alguna de las personas con las que se cruzaba.
No encontraba a nadie que fuera fumando así que decidió pedirle un cigarro a una mujer que se acercaba a él:
«Perdone, ¿tiene un cigarro? Me dejé el tabaco en casa.»
Ella le miró a los ojos. Sus ojos desprendían una tristeza inmensa y le respondió:
«Me diagnosticaron cáncer de pulmón hace 2 días. No voy utilizarlo jamás» le dijo entregándole un paquete de tabaco casi lleno. «Le aconsejo que lo tire a la basura ahora que está a tiempo» concluyó.
Luis se quedó impresionado mientras veía a esa mujer alejándose. Es entonces cuando comenzó a ver todo aquello que le rodeaba con una visión diferente, mucho más agradecida por no tener esa pesada carga que llevaba aquella pobre mujer.
Luis se sintió estupendamente cuando tiró el paquete de tabaco a la papelera.
HOLA COMO ES TAN