Quizá alguna vez hayas escuchado hablar de la memoria fotográfica, de cómo alguien es capaz de recordar con preciso detalle algo que ha visto con anterioridad. A continuación vamos a hablar de la memoria eidética, una habilidad que pueden tener algunos niños, pero que generalmente desaparece en los adultos. Se trata de la habilidad para recordar imágenes con unos detalles casi exactos sin necesidad de usar la mnemotecnia.
Qué es
En realidad, todas las personas podemos usar la memoria eidética hasta cierto punto. Quizá alguna vez hayas sido capaz de ver un objeto después de mirar hacia otro lado. Para la mayoría de personas esta imagen dura unos segundos o incluso menos de un segundo. Si quieres saber si tienes este tipo de memoria, mira hacia un objeto detenidamente y después, cierra los ojos. Mientras tienes los ojos cerrados, ¿cuánto tiempo puedes seguir viendo el objeto observado en tu mente? Dependiendo de cuánto tarde en difuminarse esa imagen, podrás hacerte una idea de cómo usa tu cerebro este tipo de memoria.
La memoria eidética está controlada por la corteza parietal posterior del lóbulo parietal del cerebro. Esta es la parte del cerebro a través de la cual se procesan los estímulos visuales y se retienen las imágenes. Para la mayoría de las personas, estas imágenes solo se retienen por unos pocos segundos antes de ser descartadas por su mente, o la información se transmite a la memoria a corto plazo… por lo que en poco tiempo queda eliminada de la mente.
Cómo funciona
La memoria eidética es una forma temporal de memoria a corto plazo. Cuando ves algo visual, entra en tu memoria eidética durante unos segundos antes de ser descartado o transmitido a la memoria a corto plazo. Una vez en la memoria a corto plazo, se puede recuperar por días, semanas o meses cuando se descartará o se retransmitirá a la memoria a largo plazo.
Por lo general, cuando la información se transmite desde la memoria eidética a la memoria a corto plazo, se transmite como información en lugar de una imagen real que puede ver en el ojo de su mente. Por ejemplo, puedes ver tus llaves colgadas en la pared de tu casa y luego piensas que necesitas encontrar tus llaves. Recuerdas de tu memoria a corto plazo que las viste en la pared colgadas, pero no podrías verlas allí tan claramente como si las estuvieras mirando.
Memoria fotográfica
Hay quienes comparan la memoria eidética con la memoria fotográfica, pero en realidad es lo mismo con diferente nombre. En cambio, hay quienes encuentran diferencias entre ambas. Para algunos investigadores hay una clara diferencia entre la memoria eidética y la fotográfica. Todo el mundo tiene una memoria eidética. Sin embargo, esta memoria dura menos de un segundo para la mayoría de las personas, no más de unos pocos segundos para otras personas.
La memoria fotográfica es la capacidad de recordar una imagen durante un período mucho más largo. Pocas personas tienen una memoria realmente fotográfica. Incluso las personas con una memoria fotográfica pueden no retener estos recuerdos durante un período prolongado. La mayoría de las memorias fotográficas solo duran unos meses como máximo, ya que no se transmiten a la memoria a largo plazo, simplemente se retienen más tiempo de lo habitual en otras personas. Con una memoria fotográfica, la memoria eidética se transfiere a los bancos de memoria a corto plazo para su almacenamiento, lo que permite recuperarla mucho más tarde. Por lo que ambas memorias trabajan se igualan en cuanto al trabajo de recordar imágenes en la mente.
Cómo funciona
La memoria fotogénica funciona de manera muy diferente. Con la memoria fotográfica, la imagen del objeto se conserva en la memoria a corto o largo plazo. La persona que tiene una memoria fotográfica puede cerrar los ojos y ver el objeto en su mente tan claramente como si hubiera tomado una fotografía, incluso días o semanas después de haber visto el objeto. Este tipo de memoria es muy rara y difícil de probar. Los investigadores dudan si realmente existe este tipo de memoria.
Memoria eidética y autismo
Existe un vínculo entre la memoria eidética y el autismo. Se sabe que existen personas con autismo que tienen un nivel de memoria no solo excelente, si no incluso, asombroso. El caso más famoso fue el de Kim Peek, su historia se llevó al cine con la película Rain Man interpretada por el actor Dustin Hoffman. El protagonista en la película mostraba cómo podría mirar la página de un libro y memorizarla para siempre, algo que realmente podía hacer Kim Peek. Además también era capaz de hacer cálculos realmente complejos.
Era capaz de retener miles de obras literarias y podía memorizarlas en una hora, cuando cualquier persona con una lectura veloz, podría necesitar varias horas solo para leerlas. Kim Peek tenia autismo y también presentaba muchas dificultades de comunicación y de realización de tareas cotidianas sencillas en su vida.
Desarrollar la memoria eidética, ¿es posible?
El cerebro es como un músculo y del mismo modo que puedes entrenar y mejorar la resistencia y eficacia de cualquier músculo de tu cuerpo, también puedes desarrollar tu mente y tu memoria a niveles altísimos. Aunque en realidad, el tener una memoria eidética no se puede entrenar para conseguirla tener con precisión, es más, se cree que se necesita tener cierta predisposición natural para tenerla. Es una pequeña parte de la población mundial quienes realmente tienen este tipo de memoria, ya que son capaces de usarla sin esfuerzo alguno.
Aunque si quieres mejorar tu memoria, es algo que siempre puedes estar a tiempo de hacer y además es bueno para ti. Entrenar la memoria te ayudará a mejorar la calidad de vida e incluso, a evitar tener enfermedades neurodegenerativas en el futuro. Trabajar la mente es necesario para cualquier persona y si quieres tener buena memoria ahora y en el futuro, es necesario que comiences a trabajarla con ejercicios de memoria o de habilidad mental.
Tener memoria eidética es complicado, pero tener buena memoria y habilidades mentales, ¡dependerá de tu perseverancia!