No os asustéis… no se trata de un «tratamiento Frankenstein» en el que al paciente se le abre la cabeza y se le extirpa medio cerebro para que deje de sufrir.
El otro día vi una conferencia en TED (luego os la pongo) en el que un neurocirujano hablaba de cómo tienen identificado completamente el cerebro según la función que desempeña en nosotros, es decir, saben exactamente qué zona de nuestro cerebro controla el lenguaje, el movimiento, etc. Una vez identificadas estas zonas han sido capaces de lograr que una persona con principio de Alzheimer, por ejemplo, vuelva a mantener activas las partes del cerebro que se «apagan» con esta enfermedad.
¿Cómo lo han logrado? Con electricidad. Implantan unos pequeños electrodos en la zona dañada del cerebro y son capaces de «modular» esa zona hasta restablecer la normalidad.
Probaron también este nuevo tratamiento en personas con depresión severa y cuyos tratamientos, psicoterapia y medicación, no eran efectivos. Los resultados fueron los siguientes:
Cuando una persona sufre depresión hay determinadas zonas del cerebro con muy baja actividad y una zona en especial, una zona relacionada con la tristeza, muy activa. Con la implantación de los electrodos, esas zonas con poca o nula actividad se vuelven a reactivar y la «zona de la tristeza» baja de actividad hasta colocarse en niveles normales. Asombroso ¿verdad?
Os dejo con la conferencia para que juzguéis vosotros mismos: