El duelo es un proceso natural y emocional que se experimenta tras una pérdida. Puede tratarse de la muerte de un ser querido, una ruptura sentimental, la pérdida de un trabajo o cualquier otra situación que implique un cambio drástico en nuestras vidas. Comprender este proceso y saber cómo abordarlo de manera saludable es esencial para poder continuar con nuestras vidas sin quedar atrapados en el dolor.
¿Qué es el duelo?
El duelo no es un estado, sino un proceso de adaptación emocional que atraviesa una persona cuando sufre una pérdida importante. Su etimología proviene del latín “dolus” (dolor) y “duellum” (combate), reflejando la lucha interna a la que se enfrentan quienes atraviesan este proceso.
Cuando el duelo se elabora de forma saludable, se logra una adaptación satisfactoria a la pérdida. Sin embargo, si no se resuelve adecuadamente, puede derivar en un duelo patológico, que requiere ayuda profesional para evitar problemas mayores como la depresión o trastornos de ansiedad.
Duración del duelo
La duración del duelo varía de una persona a otra. Sin embargo, muchos expertos coinciden en que puede extenderse entre 1 y 3 años, dependiendo de la relación que se tenía con aquello o aquel que se ha perdido. Normalmente, el primer año suele ser el más difícil, ya que se enfrentan por primera vez fechas importantes sin la presencia de la persona fallecida o sin aquello que se ha perdido.
El duelo puede verse afectado por diversas circunstancias, como la personalidad del individuo, su entorno, el tipo de vínculo con lo perdido y las experiencias previas de duelo.
Las cinco etapas del duelo según Kübler-Ross
Elizabeth Kübler-Ross, en su libro “Sobre el duelo y el dolor”, establece cinco etapas universales del duelo. No todas las personas las experimentan en el mismo orden ni con la misma intensidad, pero reconocerlas ayuda a comprender el proceso.
- Negación: En esta primera fase, la persona se resiste a aceptar la pérdida. Es un mecanismo de defensa que permite amortiguar el impacto emocional y dar tiempo a la mente para procesar la nueva realidad. Frases como “esto no puede estar pasando” o “seguro que es un malentendido” son comunes en esta etapa.
- Ira: Con el tiempo, la negación deja paso a la ira. La persona puede sentirse frustrada y enojada con los demás, con el ser querido fallecido o incluso consigo misma. Es común sentir resentimiento y hacer preguntas como “¿por qué me pasó esto a mí?” o “esto es injusto”.
- Negociación: En esta fase, se intenta revertir el pasado a través de pensamientos hipotéticos: “si hubiera hecho esto, quizá no habría ocurrido”. También pueden surgir pactos internos con uno mismo o con una entidad superior, buscando cambiar el resultado de la situación.
- Depresión: En esta etapa, la persona se enfrenta de lleno con la realidad de la pérdida. Es un período de profunda tristeza, en el que pueden aparecer sintomas como falta de interés en actividades cotidianas, aislamiento social, cambios en el sueño y el apetito, e incluso pensamientos de desesperanza.
- Aceptación: Llegar a esta última fase no significa olvidar la pérdida, sino integrarla en la vida de una manera saludable. La persona comienza a encontrar un nuevo sentido a su vida y a adaptarse a su nueva realidad sin que la angustia domine su día a día.
Las cuatro tareas del duelo según J. William Worden
Además del modelo de Kübler-Ross, el psicólogo J. William Worden propuso un modelo basado en tareas del duelo que la persona debe completar:
- Aceptar la realidad de la pérdida: Reconocer, tanto intelectual como emocionalmente, que la persona o situación ya no está.
- Trabajar las emociones y el dolor: Permitir que las emociones emerjan y expresarlas sin reprimirlas.
- Adaptarse a un mundo sin el fallecido: Reorganizar la vida sin la presencia de la persona perdida, asumiendo nuevos roles y responsabilidades.
- Recolocar emocionalmente al ser querido y continuar viviendo: Mantener el recuerdo de la persona de una manera que no interfiera con la vida cotidiana.
Cómo afrontar y superar el duelo
El duelo es un proceso complejo que requiere tiempo y paciencia. Algunos consejos para afrontarlo incluyen:
- Permitirnos sentir y expresar las emociones: Llorar, hablar con alguien de confianza y escribir sobre la pérdida pueden ser herramientas útiles.
- Rodearse de apoyo emocional: Amigos, familiares o un grupo de apoyo pueden brindar consuelo y comprensión.
- Mantener rutinas saludables: Dormir bien, alimentarse de manera equilibrada y realizar ejercicio físico ayudan a sobrellevar el proceso.
- Buscar ayuda profesional: En casos de duelo patológico o cuando se sienta que no se puede avanzar, acudir a un terapeuta especializado puede ser clave.
Afrontar el duelo no significa olvidar, sino aprender a vivir con la pérdida de una forma saludable. Rodearse de apoyo, permitirse sentir y encontrar nuevas formas de seguir adelante son pasos fundamentales para transformar el dolor en un recuerdo que permita seguir con la vida.
¿Y qué hay del duelo ocasionado por uno mismo? ¿cuando es la misma persona la que ha decidido romper? Justo ayer estuvo a punto de dejar mi relación, pero por un motivo irracional no pude. Ahora siento que estoy en una burbuja que parece que estallará en cualquier momento, y que no quiero aceptar. ¿Cómo superar un duelo cuando a pesar de todo uno tan siquiera está seguro de que quiera hacerlo? Soportar la muerte de un ser querido es terrible, la cosa más terrible posible, pero no hay nada que puedas hacer para que esa persona vuelva… cuando sabes que puedes hacer algo para volver a ese lugar y decides no hacerlo por miedo al futuro, no sé como se puede llevar…
Gracias y perdona por desviarme un poco del tema, pero justo me ha llegado este correo hoy a mi email después de ayer.
Hola Irene, terminar una relación siempre es difícil, sobre todo si la relación sigue viva, pero a veces nos damos cuanta que la relación y ha muerto aunque sigamos en ella, simplemente no queremos aceptarlo y seguimos ahí en una relación que ya se ha convertido en un cadáver, si es así, lo mejor es terminar la relación, pero si la relación aun no está muerte siempre se puede trabajar para salvarla,
ánimo
saludos