¿Cómo elaborar satisfactoriamente el duelo?

“Antes o después, aquellos que evitan todo duelo consciente, sufren un colapso, habitualmente con forma de depresión.” (J. Bowlby)

Al vivir, es inevitable experimentar pérdidas, debido a que nada es permanente, el duelo es el proceso que se desarrolla al vivir una pérdida, (muerte de un ser querido, ruptura de una relación, cambio de país, etc.) la finalidad es que se logre la adaptación emocional y psicológica a vivir con dicha pérdida, Su etimología es: duellum o combate y dolus dolor.

El duelo exitoso es cuando se logra la adaptación satisfactoria a una pérdida, en cambio, el duelo patológico es cuando no se resuelve de manera satisfactoria éste proceso, gran parte de éstas personas requieren de ayuda profesional, ya que de un proceso de duelo mal llevado, se pueden derivar problemas como la depresión.

Muchos autores coinciden en afirmar que al experimentar la muerte de un ser querido, la duración del proceso de duelo suele tener una duración de entre 1 y 3 años y que por lo general, el primer año es el mas difícil.

Se sabe que se ha completado un proceso de duelo exitoso al tener la posibilidad de recordar a una persona que ha muerto sin experimentar dolor, a pesar de sentir cierta tristeza, además de lograr adaptarse a vivir sin dicha persona.

La psiquiatra Elizabeth kubler ross, en su libro Sobre el duelo y el dolor, describe las 5 etapas del duelo:

1) Negación : Es un mecanismo de defensa que consiste en una barrera que usamos al no poder asimilar información de alto impacto, nos ayuda a amortiguar y reducir el sufrimiento que genera una noticia inesperada. Se da de manera temporal, como una manera de postergar y prepararnos para el enfrentamiento a la realidad.

2) Ira: En esta etapa, la negación se convierte en enojo, que normalmente se desplaza a nosotros, nuestra familia, nuestros amigos cercanos, o a la persona que ha muerto, también se genera cierto resentimiento hacia ésta, todo esto provocando una gran sensación de culpa que alimenta mas el enojo hacia nosotros mismos.

En ésta etapa se dan muchas preguntas y reproches como: ¿por que a mi?, ¡el mundo es muy injusto!

Es importante dejar que la persona que está procesando el duelo viva éstas emociones y exprese su ira, sin tomarlo personal, pues debemos de entender que es una parte necesaria del proceso del duelo.

3) Pacto o negociación: Esta etapa suele ser muy breve. En ella la persona que está sufriendo intenta llegar a acuerdos con alguna fuerza superiror (que puede ser Dios) para pedir que la persona fallecida vuelva, a cambio de cualquier sacrificio, también se busca llegar a acuerdos para facilitar la superación de la pérdida. Esta etapa se caracteriza por fantasear con volver a el pasado, a cuando la persona aún estaba viva, también se piensa mucho en que hubiera pasado si la persona no hubiera fallecido o en como se podría haber evitado la pérdida.

4) Depresión: Esta fase se caracteriza por una elevada tristeza, nostalgia y melancolía, la persona ya no puede seguir sosteniendo la negación, se percata de que la muerte es un hecho real. Aquí seguir con las actividades cotidianas de la vida resulta muy difícil, a veces dejan de comer, aparecen problemas de sueño, falta de energía, etc, la persona empieza a prepararse para aceptar la realidad de la pérdida.

Debemos dejar que la persona pase por ésta etapa, expresando lo que siente, sin intentar animarlo, pues es normal que esté triste, decirle que no lo esté sería contraproducente.

5) Aceptación: Al haber transitado por las etapas antes mencionadas, se asume la pérdida, que la persona no volverá y que a partir de ese momento tendremos que seguir viviendo sin ella. Se acepta que la muerte es una parte inevitable de la vida y que esto no es culpa de nadie. En esta etapa aunque hay cierto cansancio emocional, generalmente se logra tener esperanza de que las cosas estarán bien y que podremos seguir viviendo en esa nueva realidad sin la persona fallecida. Las personas empiezan a enfocarse mas en el futuro en vez de seguir persiguiendo al pasado y es aquí cuando por fin se puede experimentar paz y tranquilidad.

J. William Worden en su libro “tratamiento del duelo” habla de cuatro procesos o tareas por los cuales hay que pasar en el proceso del duelo:

1.- Aceptar la realidad de la pérdida: Aunque es difícil aprender a asimilar una nueva realidad, se debe afrontar el hecho de que no podremos volver a tener contacto con la persona fallecida, la negación puede intervenir en ésta tarea, por esto en vez de intentar negar la pérdida, se debe asumir. Primero se asimila cognitivamente la pérdida y después emocionalmente, para ésta tarea se recomienda recordar y hablar sobre la persona fallecida.

2.- Trabajar las emociones y el dolor de la pérdida: En ésta etapa es importante aceptar las emociones que se generen por la pérdida, en vez de intentar evadirlas, pues el negarlas producirá mas dolor. Estas emociones deben trabajarse y expresarse, el dolor debe sentirse y asumirse.

3.- Adaptarse a un medio en el que el fallecido está ausente: Esta etapa es de suma importancia, es una fase de acomodación del hecho en nuestra vida, en ésta los roles y espacios que tenía la persona fallecida en nuestra vida repercuten en nuestra identidad, la cual debemos reconstruir acorde a nuestra nueva realidad (esto incluye asumir nuevas funciones, responsabilidades, acciones y roles). Es un proceso complicado, pues debemos entender que nuestra vida cambiará inevitablemente e incluso nuestra visión del mundo será distinta.

4.- Recolocar emocionalmente al fallecido y continuar viviendo: No olvidaremos a la persona fallecida, ni será fácil vivir sin esta, pero debemos acomodar su pérdida en nuestra vida, encontrarle un sitio simbólico donde podamos colocarlo emocionalmente para seguir viéndole sentido a nuestra vida, aunque será un sentido distinto. La pérdida adoptará una nueva perspectiva y se podrá lograr una transformación a nivel personal.

Sabemos que al experimentar una pérdida no volveremos a ser los de antes, evidentemente cambiaremos, lo importante es saber que seremos capaces de vivir sin la persona fallecida y de seguir buscando las manera de estar en paz y ser felices valorando a las personas que aún nos quedan y sobre todo valorándonos a nosotros mismos.


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  1.   Irene Castañeda dijo

    ¿Y qué hay del duelo ocasionado por uno mismo? ¿cuando es la misma persona la que ha decidido romper? Justo ayer estuvo a punto de dejar mi relación, pero por un motivo irracional no pude. Ahora siento que estoy en una burbuja que parece que estallará en cualquier momento, y que no quiero aceptar. ¿Cómo superar un duelo cuando a pesar de todo uno tan siquiera está seguro de que quiera hacerlo? Soportar la muerte de un ser querido es terrible, la cosa más terrible posible, pero no hay nada que puedas hacer para que esa persona vuelva… cuando sabes que puedes hacer algo para volver a ese lugar y decides no hacerlo por miedo al futuro, no sé como se puede llevar…
    Gracias y perdona por desviarme un poco del tema, pero justo me ha llegado este correo hoy a mi email después de ayer.

    1.    Dolores Ceñal Murga dijo

      Hola Irene, terminar una relación siempre es difícil, sobre todo si la relación sigue viva, pero a veces nos damos cuanta que la relación y ha muerto aunque sigamos en ella, simplemente no queremos aceptarlo y seguimos ahí en una relación que ya se ha convertido en un cadáver, si es así, lo mejor es terminar la relación, pero si la relación aun no está muerte siempre se puede trabajar para salvarla,
      ánimo
      saludos