Todo el mundo tenemos ese amigo que es capaz de ver el punto negativo a toda situación, ya sean las rocas resbaladizas a la orilla de una hermosa cascada, o la persona desagradable de una fiesta entre amigos.
Pues bien, según una nueva investigación, nuestro amigo podría haber nacido así.
Científicos de la Universidad de British, Columbia, han identificado una variación genética, llamada variante ADRA2b, que condiciona a determinadas personas a centrarse en lo negativo
«Este es el primer estudio destinado a averiguar si esta variación genética puede afectar significativamente a cómo ven y experimentan las personas el mundo«, declara Rebecca Todd, psicóloga encargada del estudio.
«Los resultados (continua diciendo en su comunicado) sugieren que las personas experimentan emociones sobre el mundo en que viven, en parte, a través de gafas de “color-gen” y que las variaciones biológicas a nivel genético pueden jugar un papel importante en las diferencias individuales en la percepción. »
Para el estudio, que se publica en la revista Psychological Science , los investigadores contaron con 207 participantes, les expusieron ante palabras positivas, neutras y negativas, de forma que sólo les pudieran echar un vistazo, y las personas que poseían el gen ADRA2b fueron más propensas a percibir con mayor facilidad las palabras negativas, además, observaron que tanto unas como otras eran capaces de distinguir mejor las palabras positivas que las neutras
Afortunadamente parece ser que no sólo los genes hacen que alguien se fije en las cosas negativas de la vida, los factores ambientales también juegan un importante papel, por lo que si nuestro gen es un detector nato de las cosas negativas, podríamos pensar en entrenarnos para neutralizarlo, pero si nos paramos a pensar, también podríamos llegar a la conclusión de que ese gen puede tener un fin evolutivo, ya que, tal vez , sea lo que nos permite estar al tanto de los peligros potenciales del mudo que nos rodea.
Beneficioso o no, no se trata de ver la botella medio llena o medio vacía, si no de aprender a llenarla si nos hace falta, y por el momento, no hay un ADRA2b que nos condicione a no hacerlo.
Artículo escrito por Estíbaliz del Val Villamor. Más información sobre ella aquí.