En la antigua Italia, las calles eran muy estrechas y sinuosas. Había muchos canales inesperados. Esto creó una hermosa ciudad durante el día, pero una carrera de obstáculos traicioneros en la oscuridad de la noche.
Como no había luces de la calle, había gente conocida como codegas. Estas personas conocían su camino a través de toda la ciudad y caminaban delante de los demás con una lámpara para iluminar el camino.
Si alguien va a ser un mentor en tu vida, primero hay que asegurarse de que ha estado donde quieres ir. Nunca tomes el consejo de alguien que no tiene lo que quieres.
A continuación, tiene que ser un ejemplo permanente de los métodos necesarios para tener éxito hoy en día.
Con demasiada frecuencia, nos encontramos con individuos que desean asesorarnos. Estas personas podrían haber logrado algo en el pasado, pero sus métodos, conocimientos y experiencias ya no son pertinentes.
Si bien pueden ser bien intencionados, en el mejor de los casos puede ser una gran pérdida de tiempo. En el peor, puede ser peligroso.
Si determinas que un mentor ha estado donde quieres ir y sigue siendo válido dentro de su campo de acción, adelante. Es imprescindible que esté dispuestos a ser muy franco contigo y disponible cuando le necesites.
La gente importante en tu vida rara vez golpean la puerta y se presenta. Tienes que salir a buscarlos.