Las reflexiones de Álex Rovira sobre el futuro y la crisis invitan a comprender causas profundas y a activar una actitud constructiva. Su mirada combina diagnóstico ético, propuesta educativa y un llamado a la responsabilidad individual y colectiva para sembrar hoy lo que deseamos cosechar mañana.
Álex Rovira ha concedido realizar este vídeo que vas a ver a una organización llamada What, una organización que no sé exactamente a qué se dedica o qué pretende pero su web es bastante interesante y en ella hay vídeos muy interesantes.
Álex Rovira reflexiona sobre la crisis que estamos viviendo, qué la ha provocado y sobre cómo ve el futuro, qué instituciones y sistemas financieros desaparecerán.
Las crisis económica, según Álex, es consecuencia de una crisis ética. Si bien él pone como responsables a los gobiernos, yo creo que todos y cada uno de nosotros tenemos una gran responsabilidad ya que nosotros éramos los que queríamos comprarnos un BMW cuando no teníamos dinero ni para un Seat Panda. Los gobiernos actuaron mal permitiendo a los bancos endeudarnos sin límite, pero la avaricia de nosotros jugó un papel importante.
Álex también habla sobre el cambio que ha de producirse en cada uno de nosotros para construir una sociedad más humana. Este cambio pasa por ser más empáticos cultivando «el amor». Sin duda, en este sentido, la filosofía oriental nos lleva años de ventaja.
En mi opinión este cambio hay que focalizarlo en la educación. Creo que los colegios, universidades y la familia deberían dedicar mucho más tiempo a inculcar valores de una forma más directa, a educar las emociones (aprender a gestionarlas), a enseñar meditación, educación financiera,… Este tipo de aspectos deberían ser asignaturas regladas con todo lo que ello implica (currículum, evaluación,…)
Te dejo con este interesante vídeo. Es un gustazo escuchar a Álex Rovira:
El futuro es inventable y comienza ahora
Para Rovira, el futuro no es inevitable: se diseña con las decisiones presentes. La resignación es mala compañera cuando buscamos trayectorias con sentido. La crisis visible no solo es económica; también es institucional, política, de confianza, de valores y de consciencia. Preguntas incómodas siguen abiertas: ¿actúan élites financieras en su beneficio con apoyo político y eco mediático?, ¿por qué tantos mensajes que alimentan el miedo en lugar de visibilizar a la buena gente que sostiene el mundo cada día?
Entre los asuntos que reclaman acción destacan una mejor redistribución de la riqueza, el fin de los paraísos fiscales, el cuidado ecológico del planeta y una sobriedad que evite la esclavitud consumista, junto a estadistas que piensen a largo plazo y una justicia que no permita que lo legal ampare lo inmoral.

Crisis ética y responsabilidad compartida
El diagnóstico de base es ético: sin principios, carácter ni compromiso, las estructuras económicas se deforman. En esta línea, Gandhi alertó de varios peligros morales que erosionan sociedades sanas: política sin principios, placer sin conciencia, riqueza sin trabajo, conocimiento sin carácter, negocios sin ética y entrega sin compromiso. Estos “vacíos” éticos explican malas prácticas públicas y privadas.
Como advirtió Erich Fromm, cabe preguntarse si para sostener ciertos modelos económicos estamos fabricando personas enfermas (ansiosas, desconectadas, consumistas). La cuestión hoy podría ser aún más cruda: ¿se perpetúa un sistema que, además, enferma lo social y lo medioambiental? La respuesta exige autocrítica y hábitos distintos en gobiernos, empresas y ciudadanía.

Transparencia, rendición de cuentas y democracia activa
Una salida sostenible se apoya en cultura, educación y una democracia más directa, impulsada por información objetiva y transparencia. La llamada rendición de cuentas (accountability) debe convertirse en práctica cotidiana de los organismos públicos, exigida por una sociedad atenta y por jóvenes tecnológicamente activos que no aceptan precariedades ni modelos especulativos que premian la corrupción.
- Redistribuir oportunidades y combatir la evasión.
- Proteger la ecología y reducir el desperdicio.
- Reforzar instituciones con controles independientes.
- Promover sobriedad y consumo responsable.

Educar emociones y carácter para un mañana humano
La palanca decisiva es la educación: desarrollar pedagogía, cultura, calidad, solidaridad, ecología, sostenibilidad, diálogo, participación, interacción y consciencia. Esto incluye educación emocional, meditación y educación financiera como asignaturas con currículo y evaluación, tal como ya subraya el texto original.
No basta con preguntarnos qué mundo dejaremos a nuestros hijos; también importa qué hijos dejaremos al mundo. Por eso, además de inspirar, Rovira promueve espacios de formación y reflexión gratuitos en línea, con audios, ideas y ejercicios previos en comunidades privadas, para entender lo que sentimos y recuperar dirección personal. Estos formatos facilitan pasar de la inspiración a hábitos concretos de cuidado y claridad.

El mensaje es práctico: sembrar hoy principios, carácter y compromiso en nuestras decisiones cotidianas. Te invitamos a ver el vídeo y a explorar, con mirada crítica y esperanzada, cómo cada gesto de empatía, cada acto de transparencia y cada aprendizaje en valores va dando forma al futuro que deseamos.